Vita Nova - Same

Imagine a small village in the mountains of Austria, in the winter of 1970. One evening, three guys are playing the local school gym, turned into a tiny concert hall on the occasion. They are wearing purple or brick-colored suits and white frilled shirts. One of them is standing behind an antique-looking, wood-paneled organ - a huge thing that takes up one third of the stage space. The stage itself is covered in white flowers, and they are playing this conceptual opus that actually sounds like a Xian mass, complete with lyrics in Latin language, interspersed with bits of "Turkish market" ethnic music and short, piano-driven or percussion-driven instrumental interludes.

Teclados en Llamas: La Fiebre Sinfónica de Vita Nova

Cuando menos lo esperas, aparece un álbum que te sacude como un relámpago que cae en terreno seco. Vita Nova llegó sin avisar, y con él, una descarga de teclados ciclónicos, progresiones afiladas, cambios de ritmo, y ese sabor británico infiltrado como un espía en tierra extranjera. Es una de esas experiencias que no se analizan: se sienten. Una subida sin freno por una montaña rusa sin barandas, con el sinfonismo desatado y una creatividad tan libre como peligrosa. Si buscás emociones fuertes, este disco no solo cumple... arrastra.

Cronica personal: Entre Kraut y Sinfonía

Hay días en los que uno se sienta a escuchar algo sin grandes expectativas, y sin embargo —zas— el universo entero se descuelga por los parlantes. Así me ocurrió con Vita Nova. No hubo advertencia ni preámbulo, solo una embestida de teclados que se me vinieron encima como una tormenta de ideas luminosas. Esto, sin duda, es música de altura. Una altura que no se mide en pentagramas, sino en vértigo. En ese temblor que da cuando te das cuenta de que algo suena diferente, que no se parece del todo a nada. Tremenda, trepidante, rimbombante. ¡Teclados por todos lados! Como si a Emerson se le hubiese metido un rayo alemán por el espinazo. Prog sinfónico, sí, pero endurecido, afilado. Con un dejo británico que se cuela en ciertos rincones como un viejo fantasma elegante. Y aun así, es otra cosa. Algunos le llaman Krautrock. Otros, progresivo ecléctico. Yo no sabría bien cómo etiquetarlo. ¿Y para qué? Etiquetar esto es como querer explicarle a un trueno por qué suena. Mejor dejarlo estallar.

Hay momentos en los que la música se vuelve un artefacto. Algo que vibra más allá de la melodía o la armonía. Un pulso raro, una electricidad. Eso es lo que tiene este disco: una personalidad marcada con bisturí, una locura controlada que coquetea con el avant sin rendirse al caos. Como si los músicos jugaran a borde de un abismo —con smoking y sintetizadores—, sin despeinarse. Claro que hay excesos. Claro que hay momentos de vanidad sonora y pequeños delirios progresivos que amenazan con salirse del plato. Pero es esa misma vanidad la que lo vuelve magnético. Porque Vita Nova no pide permiso. No viene a buscar consenso. Se planta. Y ruge.

Cada track es un pequeño manifiesto. Un collage de precisión, velocidad, y giros armónicos que te levantan de la silla. La ejecución es limpia, quirúrgica. No hay titubeos ni bajones. Sólo ese raro equilibrio entre virtuosismo y demencia, entre lo pulido y lo indomable. Confieso que al terminar de escucharlo, solté un “¡qué ~~puta~~ pasada!” —perdón por el exabrupto—, pero cuando la música te sacude así, no se puede andar midiendo las palabras. Vita Nova es eso: un álbum de culto que no pide que lo comprendas, solo que te subas al viaje. Y yo, sin quererlo, ya estaba con la maleta hecha.

Mini-datos:

Vita Nova es otro de esos álbumes extremadamente raros, se dice que el "prensado" original lanzado en su época (1971) fue algo privado y que se limitó a 500 copias, por lo tanto adquirir un vinilo original con el sello de la casa es una canallada al bolsillo.

La banda era "multi-nacional" con miembros austriacos y alemanes, por eso mucho consideran el sonido Vita Nova como procedente del Krautrock, es natural la influencia alemana en su música.

Por ahí se dice que el álbum se gestionó en Alemania, pero fue lanzado en Australia por el sello Life Records.

01. Quomodo manet
02. Vita Nova inventions
03. Whirl wind
04. Istanbul
05. Sylvester
06. Wildman
07. Inventions finale
08. Heva-cleva
09. Adoramus
10. Sunt alteri
11. Adoramus finale
12. Tempus Est