Gun - Same

Gun is a hurricane of rhythm and a barrage of guitar riffs. And Gun turn their music into an incessant machinegun onslaught and never retreat. The album is so powerful that it’s hard to name my favourites but I guess “The Sad Saga of the Boy and the Bee” and “Rat Race” are real highlights. All songs are rich and juicy and after half a century Gun still comes spic and span.

Hot Kisses of Gunfire

Gun is a hurricane of rhythm and a barrage of guitar riffs. And Gun turn their music into an incessant machinegun onslaught and never retreat. The album is so powerful that it’s hard to name my favourites but I guess “The Sad Saga of the Boy and the Bee” and “Rat Race” are real highlights. All songs are rich and juicy and after half a century Gun still comes spic and span.

Gun es el susurro y luego el grito. Es el rugido primitivo que anuncia que el rock, ese muchacho revoltoso nacido del blues, se ha puesto una capa de acero y está leyendo a H.G. Wells mientras prende fuego a sus partituras.

Gun: El Evangelio del Riff Visionario

Corre el Londres psicodélico y agitado de 1968. Mientras la guerra de Vietnam quema titulares y la revolución juvenil estalla en las calles, el rock comienza a endurecer su piel. Los hippies aún sueñan con flores, pero en el horizonte ya se vislumbra una tormenta eléctrica: la búsqueda de algo más pesado, más oscuro, más monumental. En ese cruce de caminos se levanta Gun, una banda de vida breve pero de impacto desproporcionado. El trío británico liderado por los hermanos Paul y Adrian Gurvitz (bajo y guitarra, respectivamente), junto con el batería Louie Farrell, lanza su álbum homónimo como si fuera un proyectil de artillería psicodélica directo a la sien del rock convencional. Y vaya si deja marca.

Impresiones Personales: El Diablo Corría a 33 RPM

Hoy vengo a ofrecerles una obra interesante, sugestiva y, por qué no decirlo, visionaria. Este debut homónimo de Gun presenta una performance peculiar que podría definirse como una muestra temprana de Hard Prog o Proto-Hard Prog: una especie de rock psicodélico endurecido por riffs afilados, aderezado con elementos sinfónicos y estructurado bajo un molde progresivo. El resultado: un disco repleto de matices y texturas, pero también de fuerza, melodía, locura y sobriedad. Gun, la banda, se adelantó a su tiempo, y este registro es prueba clara de cómo la música puede evolucionar, reinventarse y alcanzar una visión o concepto. Es un álbum fresco, original y certero. Suena filoso, pesado y virtuoso. Su arquitectura sonora se sostiene sobre arreglos vanguardistas y se yergue con la actitud de un rock progresivo en pañales, aún rudimentario pero ya cargado de ambición.

En mi opinión, es un álbum impecable —quizás algo presumido en sus dosis de lisergia, sí—, pero logra lo que se propone: alcanzar un clímax intenso y profundo. La experiencia es delirante pero no empalagosa, no se enreda en sí misma, y se disfruta al máximo. Los cambios de tiempo, los arreglos seudo-progresivos y la potencia de los riffs son sus principales cartas.

Contraportada del acetato donde se aprecia a los hermanos Gurvitz y  a Louie Farrel 

Mis impresiones aquí son tan grandilocuentes como el propio concepto del álbum. Nada ha cambiado desde la primera vez que lo escuché: su magia permanece intacta, su hechizo no se ha quebrado y su fuerza sigue firme como una estatua de mármol eléctrico. Es un álbum que, para mí, ha trascendido el culto; sin ser una masterpiece, deja una impresión imborrable. Para ser de 1968, se pronuncia con demasiada claridad y se eleva hacia territorios de vanguardia. No es un álbum simple: tiene un concepto ambicioso y está lleno de capas sonoras que lo convierten en una delicia para los oídos atentos. Si se escucha con los sentidos bien despiertos, se aprecian todos sus artilugios psicodélicos: cambios de tiempo, arreglos vanidosos, momentos sinfónicos, estética ART, enfoque proto-metal, y hasta ciertos destellos de lucidez a lo Beatles, Cream o incluso Black Sabbath. No hay mucho más que decir. Basta con escuchar la pista "The Sad Saga of the Boy and the Bee" para entender lo que quiero decir con Proto-Hard Prog. Hasta más vernos.

Mini-datos:

• La Portada del álbum fue diseñada por Roger Dean.

• En Noviembre de 1967 grabaron para el programa de radio de la BBC "Top Gear" y  tocaron dos veces en el aire. A principios de 1968 la banda cambió su alineación a un trío, con Paul Curtis (Gurvitz) en el bajo, Louie Farrell en la batería y Adrian Curtis (Gurvitz) en la guitarra.

• Después de firmar con el sello CBS a principios de 1968, la banda obtuvo un éxito con la canción de apertura de su álbum homónimo (1968), "Race with the Devil".

01. Race With the Devil
02. The Sad Saga of the Boy and the Bee
03. Rupert's Travels
04. Yellow Cab Man
05. It Won't Be Long (Heartbeat)
06. Sunshine
07. Rat Race
08 .Take Off

CODIGO: C-10