El Séptimo Oído: Suspiria * [GOBLIN]

Goblin rekindle the enthusiasm of their first release, and add a welcomed dose of abstraction to their patented mix. Suspiria is genuinely eerie, but also surprisingly elegant and refined. A true masterwork of horror. As with the other Goblin soundtracks, I recommend programming your CD so that it only plays the original album, and saving the alternate takes for later. Fear works best when it is experienced in condensed form.

Goblin are very evil little chanty people with sort of a a definite grasp on what makes for a good soundtrack. In fact having watched the movie i can say the only real eerie thing about it is this soundtrack. It's progressive yet spooky and atmospheric to say the very least. The music sounds like it's whispering evil things even, and the fading between the vocals hidden in the background and the music is quite marvellous. If I ever make a horror movie I want these guys to do the soundtrack!

Por fin encontré esto! Recuerdo que cuando era niño ví la película, y lo que más me impresionó fue la ambientación (el color, la luz,y sobre todo la música). Gracias por compartirla!

León

El Lamento de las Brujas: La Alquimia Sonora de Suspiria

El cine no solo se ve, se escucha. A veces, una melodía susurrante puede ser más aterradora que la imagen más grotesca, y una pieza instrumental puede transportarnos a mundos imposibles sin necesidad de una sola palabra. En esta sección, exploraremos las bandas sonoras que hicieron historia en las sombras, los scores que, más allá de acompañar imágenes, han logrado vivir por sí mismos como invocaciones sonoras de lo extraño, lo épico y lo maldito. Desde los sintetizadores febriles de un giallo italiano hasta el rock psicodélico que envolvió una road movie infernal, aquí nos sumergiremos en la alquimia del sonido cinematográfico. Porque hay películas que se quedan en la memoria, pero sus bandas sonoras se incrustan en el alma.Y si hay una obra que encarna esta alquimia entre sonido e imagen, es Suspiria (1977). La música de Goblin no es solo un acompañamiento, es un personaje más en la pesadilla barroca de Dario Argento. Desde los primeros compases, el soundtrack nos atrapa en un trance hipnótico donde cada nota es un eco de lo macabro. No hay escapatoria: el susurro espectral del título, los ritmos tribales y la electrónica disonante convierten la experiencia en un aquelarre sonoro que hiela la sangre. Y es en esta sinfonía de lo macabro donde dejo que se desplieguen mis impresiones:

Suspira es una obra repleta de matices, texturas sonoras y atmósferas inquietantes. La obra nos cubre con un manto rojizo el alma y nos arrastra por sendas lúgubres. Un ejemplo perfecto de esta manifestación es "Witch": en apenas tres minutos, Goblin nos sumerge en un remolino de locura que roza la catarsis. Todo el álbum es un vértigo sonoro que aplasta los sentidos. La banda sabe manejar lo siniestro, y su parafernalia progresiva se fusiona con un universo oscuro, logrando una alquimia de increíble belleza sinfónica con una pesadez ominosa. Es como si el sueño y la pesadilla se entrelazaran en un sortilegio espectral. Debo decir que mis impresiones fueron intensas. La experiencia con esta banda sonora me llevó a una sensación extraña: por un lado, quedé atrapado por la maestría de la banda para construir ambientes de puro terror, y por otro, experimenté un escalofrío genuino, producto de la creatividad perturbadora que emana del álbum. Cada pieza es una puerta a un estado emocional distinto (por ejemplo, la letanía hipnótica de "Sighs" o el frenesí de "Markos") lo que hace que el éxtasis de la escucha sea aún más profundo. Goblin demuestra ser una banda inmensa, con una música que casi se siente orgánica. "Suspiria" es la prueba de ello. Aquí estamos en el umbral de sensaciones, guiados por sintetizadores espectrales, arreglos intrincados, cambios de tiempo impredecibles y una puesta en escena sonora que desafía la lógica. Un álbum que cala hondo y secuestra la imaginación.

Contexto histórico: La Sinfonía Roja de Goblin

Para entender la magnética fusión entre Goblin y Suspiria, hay que remontarse a 1975, cuando Dario Argento ya había trabajado con la banda en Profondo Rosso. La conexión fue instantánea: el director italiano encontró en los músicos un reflejo sonoro de sus obsesiones visuales. La energía progresiva, el uso del sintetizador como un portal a lo onírico, la capacidad de construir tensión sin necesidad de recurrir a los métodos tradicionales… Todo esto hacía de Goblin el cómplice perfecto para la pesadilla technicolor que Argento tenía en mente. El proceso de creación de Suspiria no siguió las reglas convencionales. La música fue compuesta antes de que la película estuviera terminada. Argento quería que las atmósferas dictaran el ritmo de la filmación, que los actores sintieran el peso de la música incluso antes de que la cámara comenzara a rodar. Con instrumentos como el bouzouki eléctrico, campanas de iglesia y sintetizadores Moog, Goblin construyó un universo sonoro que iba más allá del terror: era una experiencia sensorial total, un espiral hipnótico que convertía cada escena en un cuadro viviente de pesadilla y belleza.

Un Cierre en tono evocador: Los Susurros en la Academia Tanz

…Y El último eco de Suspiria se disuelve en el aire, algo queda suspendido en el umbral de lo real. Como si la música de Goblin hubiera alterado las leyes del espacio-tiempo, dejando la sensación de que la academia Tanz no es solo un lugar en la pantalla, sino un rincón de la mente al que hemos sido arrastrados sin darnos cuenta. Quizá no salgamos del todo. Quizá, cuando la noche avance y las luces se apaguen, un leve susurro aún flote en el ambiente. Porque Suspiria no es solo una banda sonora. Es una maldición dulce, un conjuro de sintetizadores y espectros que sigue resonando mucho después de que el sonido se haya extinguido. Y puede que nunca se disuelva del todo. Quizá, en el silencio más profundo, aún escuchemos un susurro. Hasta más vernos.”

Mini-datos:

Composición previa al rodaje: La música de "Suspiria" fue compuesta antes de que la película comenzara a filmarse. Dario Argento quería que las atmósferas musicales influyeran en el ritmo de la filmación, permitiendo que los actores sintieran el peso de la música incluso antes de que las cámaras empezaran a rodar.

Instrumentación poco convencional: Además de los sintetizadores Moog, Goblin incorporó instrumentos inusuales como el bouzouki eléctrico y campanas de iglesia para crear sonidos únicos y profundizar en la atmósfera inquietante de la banda sonora.

Innovación en el género: La colaboración entre Goblin y Dario Argento en "Suspiria" es considerada una de las más icónicas en el cine de terror, estableciendo un nuevo estándar en cómo la música puede influir en la narrativa y la atmósfera de una película.

Influencia en la cultura pop: La banda sonora de "Suspiria" ha dejado una marca indeleble en la cultura popular, siendo reconocida como una de las mejores canciones lanzadas entre 1977 y 1979 en el libro "The Pitchfork 500: Our Guide to the Greatest Songs from Punk to the Present".

es considerada una de las más icónicas en el cine de terror, estableciendo un nuevo estándar en cómo la música puede influir en la narrativa y la atmósfera de una película.