Nick Drake - Pink Moon

When I have kids, this will be their lullaby music. I don't interpret this album as being melancholic or sad in any way. It's a bit ominous at times, but for the most part, it's fantastical, childlike, and sweet sounding to me. Nick put his heart and soul into his last work. The title track captures all these feelings in 2 short minutes; it forces me to smile every time I hear it.

Calling this album "sad" really doesn't do it justice. It's melancholic, I suppose, but what it really captures is the solitary feeling of longing. Nick Drake here strips bare his musical palette and uses sparse arrangements to match his breath-y vocals. The title track, immortalized in a Volkswagen commercial, is the obvious choice here, but the brief instrumental "Horn," which, ironically, has no horn, might be the most haunting cut here.

Nick Drake y la Luna de los Últimos Susurros

Para entender Pink Moon, hay que situarse en la vida de Nick Drake en 1971. Para entonces, su carrera no estaba yendo como él esperaba. Había lanzado dos álbumes brillantes, Five Leaves Left (1969) y Bryter Layter (1970), pero ambos pasaron desapercibidos en ventas y apenas recibieron reconocimiento. Su música, delicada y melancólica, era difícil de encajar en un mercado dominado por el folk vibrante de los 60 y el naciente rock progresivo de los 70.

Nick Drake, siempre reservado y retraído, comenzó a aislarse más. Cayó en una depresión profunda y se apartó casi por completo de la vida social y la música en vivo. Con 23 años, volvió a la casa de sus padres en Tanworth-in-Arden, Inglaterra, y pasó la mayor parte del tiempo en su habitación, tocando la guitarra en soledad. A finales de 1971, tomó una decisión impulsiva: sin previo aviso, se presentó en los estudios Sound Techniques en Londres con un puñado de canciones nuevas. Llamó a John Wood, su ingeniero de confianza, y en apenas dos noches, en sesiones maratónicas de grabación, registró Pink Moon. Fue un proceso rápido, sin ensayos ni banda de apoyo. Solo Nick, su voz y su guitarra. Lo único que se añadió después fue el piano en la canción Pink Moon, que él mismo tocó en un arranque de inspiración.

Esta desnudez no fue casual. A diferencia de sus álbumes anteriores, que tenían arreglos más elaborados con cuerdas y vientos, aquí Drake quería algo puro, directo, sin adornos. Es un álbum de una sinceridad brutal, donde cada acorde ycada susurro parecen salir de lo más profundo de su ser. Cuando terminó la grabación, dejó la cinta en la oficina de Island Records y se marchó sin decir una palabra, como un espectro deslizándose entre las sombras. No hubo promoción, ni entrevistas, ni la menor intención de llamar la atención. Solo quedaron 28 minutos de música flotando en el aire, un susurro íntimo que parecía destinado a desvanecerse en el olvido. Pero el tiempo es caprichoso, y lo que en su día pasó desapercibido, hoy resplandece como un testamento de belleza frágil, el último rastro de un alma que se desvanecía en su propia melancolía. Aquí mis impresiones:

Encantador y melancólico, Pink Moon es un susurro nocturno, un álbum que alcanza su punto más alto en la desnudez de sus melodías acústicas y en la calidez de sus atmósferas etéreas. Para algunos, es su obra cumbre; para otros, el más inaccesible de sus álbumes, y para mí, la verdad es que se escurre entre ambos juicios. Pink Moon no busca ser comprendido de inmediato, sino sentido. Es folk acústico en su estado más puro, desangrándose en canciones que se tornan casi un ritual de art-rock, un hechizo melancólico suspendido en el tiempo. En su momento, fue ignorado; hoy, es una luna que sigue brillando en la penumbra, un destello solitario en el firmamento de la música, esperando a que alguien lo descubra en mitad de la noche.

Mini-datos:

Grabación relámpago: John Wood, el ingeniero de sonido, relató que Nick Drake llegó al estudio sin previo aviso y grabó el álbum prácticamente de una sola toma, en apenas dos noches.

Afinaciones etéreas: Para lograr su característico sonido melancólico, Drake utilizó diversas afinaciones alternativas en su guitarra, una técnica que le daba a sus composiciones una resonancia única y envolvente.

Un toque inesperado: Pink Moon es el único tema del álbum que presenta una sobregrabación: un delicado fragmento de piano añadido por el propio Drake en un arranque de espontaneidad.

Entre la belleza y la sombra: El título y la temática del álbum han sido objeto de especulación, pues muchos creen que reflejan el frágil estado mental de Drake en ese momento, cuando la depresión ya pesaba sobre él.

Una portada de otro mundo: La icónica carátula, con su luna rosada flotando sobre un paisaje onírico, fue creada por Michael Trevithick, artista y amigo cercano de la familia Drake.

01. Pink Moon
02. Place To Be
03. Road
04. Which Will
05. Horn
06. Things Behind The Sun
07. Know
08. Parasite
09. Ride
10. Harvest Breed
11. From The Morning

CODIGO: W-8