Coven - Blood of the Snow
Something strange happened in the mid 70's in the realm of rock music. Most bands that started in the late 60's/early 70's wanted to become mainstream, so they started releasing radio-friendly albums, and Coven is no exception. In fact, Coven started flirting with pop music even earlier, with their second album and the One Tin Solder-single. If you remove the well-known "Witchcraft"-album from their discography then you end up having a pop rock group, more or less. I wasn't really fond of their second album, but this album has one of their coolest songs in ny opinion, "Easy Evil". The rest of the songs are a mixture of boogie rock and piano ballad stuff. Partially good but not that interesting really. "Don't Call Me" sounds like something Deep Purple could have recorded the same year.
Blood of the Snow: Los Últimos Ecos de un Culto
En los pasillos enmohecidos del rock ocultista, hay una puerta que siempre lleva el nombre de Coven grabado en sangre y humo. Desde su estallido blasfemo con Witchcraft Destroys Minds & Reaps Souls en 1969, la banda de Jinx Dawson dejó de ser un simple grupo para convertirse en mito. Mientras otros apenas comenzaban a juguetear con las sombras, Coven ya celebraba misas negras con voces corales, invocaciones latinas y una teatralidad que se sentía más ritual que concierto. Pero el cambio es el verdadero dios del rock. Tras aquel debut polémico —tan temido como incomprendido— Coven fue empujado al exilio sonoro. Durante cinco años, las brasas quedaron ocultas, como esperando el momento adecuado para resurgir. Y ese momento llegó en 1974 con Blood of the Snow, un disco que no claudica en su esencia oscura, pero que mira hacia el mainstream con un ojo delineado en negro y el otro cubierto de melancolía blanca.
Aquí no hay conjuros explícitos ni altares encendidos, pero sí una atmósfera helada, cargada de simbolismo y dramatismo suave, casi espectral. Es como si la bruja hubiese guardado su túnica ceremonial y bajado al mundo de los mortales con una voz más etérea, menos invocadora, pero igual de encantadora. Blood of the Snow es un álbum de transiciones: entre el aquelarre y la balada, entre la oscuridad explícita y la tristeza refinada. Es el retrato de una banda que no reniega de su pasado, pero que se atreve a usar nuevas máscaras para seguir danzando entre la nieve de una década convulsa.
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Coven: Último Eclipse en la Nieve |
Impresiones Personales: Coven y la Última Llama
Blood of the Snow es un álbum que, a pesar de mostrar una evolución notoria en la propuesta de Coven y endurecer considerablemente su sonido, termina revelándose como un trabajo algo desgastado. La banda nunca termina de detonar esa explosión interior que uno espera, ni se entrega del todo a la oscuridad que sugiere el concepto general del disco. Aunque ciertos matices ocultistas sobrevuelan la atmósfera, prevalece una identidad que aún conserva ecos del pop más contenido, diluyendo la fuerza que podría haber hecho de este un disco más osado. Lo que se presenta como una apuesta más agresiva, termina perdiendo efusividad lisérgica y no alcanza a construir esa pasión abrasiva que exige un sonido más real, más crudo, más visceral. El álbum avanza con cierta contención, sin grandes explosiones ni proezas hard rock, aunque encuentra redención en sus últimos tramos. Canciones como “Lost Without a Trace” y la que da título al disco, “Blood on the Snow”, elevan la temperatura y muestran a unos Coven encendidos, magnéticos, apasionados. Es ahí donde el grupo logra ese fuego que uno hubiera querido escuchar desde el comienzo.
A pesar de sus límites, el disco tiene elementos rescatables: la función vocal es soberbia y la performance instrumental se mantiene firme. Hay momentos de verdadera entrega, y se nota una evolución técnica que merece crédito. Coven se planta con honestidad, sin máscaras, y aunque no logran consolidar un álbum redondo ni dejar una huella imborrable en esta etapa, se reafirma su condición de banda de culto. Esa es su verdad: Una banda valiosa que prefirió el susurro antes que el rugido. Más sepulcral que estelar. Pero eso sí… eterna en las sombras.”
Mini-datos:
- Una despedida sin ritual: Blood of the Snow fue el último álbum de Coven durante su etapa clásica, antes de desaparecer misteriosamente del mapa musical por más de una década. La banda se disolvió en silencio, sin giras de promoción ni despedidas formales. Un adiós frío... como la nieve.
- ¿Hard rock ocultista? No tan rápido... Aunque se vendió como un giro hacia el hard rock y el ocultismo, gran parte del disco fue producido con criterios comerciales por la discográfica. El objetivo era posicionar a Coven en un terreno más accesible, sacrificando parte de su identidad oscura original.
- La joya que casi no brilla: La canción “Blood on the Snow” fue considerada por la banda como la más poderosa del disco, pero estuvo a punto de quedar fuera por conflictos con los productores, que la encontraban “demasiado teatral”.
- Jinx: siempre un paso más allá: En este álbum, Jinx Dawson grabó varias tomas vocales acostada dentro de un ataúd de utilería en el estudio, como una forma simbólica de “morir y renacer” en cada canción. La teatralidad no era solo estética: era método.
03. Lady O
04. Blue Blue Ships
05. I Need A Hundred Of You
06. Hide your Daughters
07. Lost Without A Trace
08. Easy Evil
09. Blood On The Snow
CODIGO: G.1-5
Nota: Para apreciar el arte completo de la portada click en el enlace.
https://tinyurl.com/59yf6vrv
Anexo:
Coven - Witchcraft Destroys
Minds & Reaps Souls
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