Clásicos de Oro: Vox Dei - La Biblia - [Version Original]

A huge step forward from the debut. Vox Dei live up to the religious implications of their name by offering a concept album about the Bible, told primarily through mystical jams. At less than one hour, though, it's still mighty short for a double. A concluding side-long piece would have been a more appropriate way to usher in the "Apocalipsis."

Mostly hard prog rock, mixed with some lighter, semi-commercial mat'l, with all Spanish vocals. Quite inconsistent! No booklet with this issue.

"Para mi, escuchar esta cintas fue revivir toda aquella experiencia, con temas buenisimos que uno no tenia mas en cuenta. Me resulto grato escuchar lo que por poco quedo afuera y la version con la voz distinta del Genesis.Con respecto a la orquesta, hay unas versiones del Nacimiento de Cristo que no tienen la flauta ni la banda de rock, sino solo cuerdas. Y hay fragmentos de la Resurreccion que no fueron de esa manera, ya que la version final es bastante distinta.En Profecias yo marco la entrada, 1...2...3..., porque el que toca la guitarra en esa toma no soy yo sino Godoy, que tenia una particular manera de armar algunos acordes usando tambien el dedo pulgar. Para mi, que venia de una formacion clasica, eso era una herejia, pero el lo hacia muy bien."
@Ricardo Soule

"Llegamos a los estudios Phonal para ver la grabacion de la orquesta de cuerdas de Roberto Lar. Cuando escuche ese magnifico trabajo, que aqui podemos apreciar completo, le dije a Roberto que me recordaba el modo de Maurice Ravel. No sabia que hacia años que escuchaba musica clasica y que me gustaba mucho Ravel.

Tambien la grabacion del coro fue inolvidable. Recuerdo a una cantante que estaba enbarazada y tejiendo batitas y asi nomas cantaba con una voz increible."

@Willy Quiroga

La Biblia según Vox Dei: Crónica desde el Corazón de la Tempestad

Hay discos que nacen del ruido. Otros de la furia. La Biblia de Vox Dei nació del vértigo. Ese vértigo de atreverse, en una Argentina convulsa de principios de los 70, a mirar hacia arriba—sí, hacia el cielo—y bajarse con una idea que podía haber sido suicida: musicalizar las Sagradas Escrituras. No en tono de misa, no con devoción de púlpito, sino con una guitarra que chispea como relámpago, una batería con pulso de trueno, y una voz que se atreve a cantar sobre el Génesis como si estuviera narrando el big bang del rock nacional.

Es fácil caer en la trampa de repetir lo ya dicho. Que fue conceptual. Que fue transgresor. Que es histórico. Pero al carajo, hoy vamos a repetirlo, porque hay veces en que los lugares comunes son templos: La Biblia es una obra revolucionaria. Una bomba de profundidad lanzada en plena tormenta cultural y política, cuando atreverse a pensar distinto ya era una forma de rebeldía. Imaginen la escena: un grupo de muchachos barbudos, melenudos y de ojos rojos por el humo, se encierran a crear una suite que atraviesa toda la historia espiritual de la humanidad... ¡y lo hacen con el visto bueno de la Iglesia! El Monseñor Emilio Graselli da luz verde al proyecto, y el mismísimo Arzobispado recomienda a la juventud escuchar el disco. Si eso no es surrealismo argentino, no sé qué lo es. ¿Quién dijo que el rock y la fe no podían compartir una copa de vino? Pero no nos confundamos: La Biblia no es un sermón disfrazado de jam. Es una obra intensa, jugada, y con una visión que aplasta cualquier tibieza. No es perfecta, claro. El sonido no es sobresaliente si lo comparamos con los estándares internacionales de la época—ese polvo lo arrastra como una capa de ceniza—pero qué importa eso cuando el fuego viene desde dentro. Lo que Vox Dei propone aquí no es sonar mejor que nadie, sino decir más que todos. Y eso, hermano, no lo ecualiza ningún productor.

En lo musical, el disco es un tapiz de fusiones: psicodelia de tinte porteño, blues barrial, folk a lo criollo y una pincelada de proto-progresivo que hace pensar en Family o Spirit. Un trabajo camaleónico que no pierde el foco conceptual ni por un segundo. Hay momentos en que todo se detiene y solo queda la palabra; en otros, la banda estalla en jams que evocan algo primitivo, algo bíblico en sí mismo: creación, caos, redención.

No hay pretensión. Hay intención. Y eso hace toda la diferencia. Cuando escucho La Biblia, no pienso solo en un disco. Pienso en una declaración. En un acto de coraje artístico que supera con creces sus limitaciones técnicas. Porque acá el mérito no está en la forma, sino en el fondo. Y eso, viejo, es lo que separa a los grandes de los legendarios. Hoy, más de cincuenta años después, La Biblia no ha envejecido. Se ha mitificado. Ha tomado ese aire de reliquia sonora que pocas obras tienen en el rock latinoamericano. No es solo un álbum. Es una gesta. Una jugada maestra. Una epifanía hecha vinilo. Y cuando termina... uno no puede evitar quitarse el sombrero. Con humildad. Con asombro. Y con una sonrisa de satisfacción que solo dejan los trabajos que marcaron un antes y un después. Hasta más vernos. 

Mini-datos:

• En el festival B.A.Rock presentaron un adelanto del material, la primera parte del "Génesis", aún sin letra. Tras registrar este trabajo, Yody Godoy se alejó del grupo, por "motivos personales".

• La presentación de La Biblia se hizo en el Teatro Alvear, con Ignacio Smilari en lugar de Godoy. A estos cuatro shows les siguió una gira por las capitales más importantes del interior. De regreso, Vox Dei quedó definitivamente constituido en un trío.

01. Génesis
02. Moisés
03. Las guerras
04. Profecías
05. Libros sapienciales
06. Cristo (nacimiento)
07. Cristo (muerte y resurrección)
08. Apocalipsis 

CODIGO: I-23

Anexo:

Montes - Cuando brille el tiempo

Desde otra cima de la misma montaña, Montes encendió su propio fuego sagrado con Cuando brille el tiempo. No fue una Biblia, pero sí una plegaria cósmica, una búsqueda luminosa entre acordes de alma y espíritu nacional. Un disco hermano en la épica, distinto en forma, pero pariente en fondo: ambos invocan el tiempo como revelación y la canción como rito. Anexo inevitable en este viaje de revelaciones progresivas desde el sur.