Zingale - Peace
Huge nine-piece band made up of two vocalists, guitar / bass / drums, a violinist, a keyboard player, and two synthesists! With a line-up like that, you'd expect Zingale to explore some of the wildest sides of spacerock. Unfortunately, that's not the case. The best tracks like "Carnival" present the group as an unwieldy yet tolerable jam band, but these are offset by tripe such as "Help this Lovely World" and "Lovely Violin Crying for Peace." That freaky cover aside, Zingale are probably not the kind of cats you'd like to smoke a joint with. Nonetheless, affirmative action bonus points are to be awarded due to the album's place of origin. As you heroically struggle to amass a multi-ethnic prog collection reflective of all the vibrant cultures of the globe, you will no doubt be relying on Zingale to help fill out your Israeli / Middle East section.
One of the greatest Israeli prog rock albums and certainly the one most inspired from Italian-Prog.
Peace es un álbum que destila un refinado Jazz Rock/Fusión con un sonido cercano a "la postura" de la escena Canterbury y está influenciado por Yes, por lo tanto nos encontramos con un álbum interesante que demuestra tener una exquisita calidad sonora sin tener que llegar a lo "pomposo" o a lo saturadamente experimental; la obra sobresale por lo alto y brilla incandescentemente. Es un álbum delicado y muy cálido que presenta una performance esmerada en donde se puede apreciar una mezcla de Jazz, Rock Progresivo, Sinfonismo e incursiones "canterburianas", por consiguiente este se desenvuelve elegantemente y el sonido adquiere una dimensión de sofisticación que la proyecta hacia lo fantástico y que en parte nos recuerda a Yes, sin embargo la banda logra calar un poco más ya que su ejecución instrumental presenta un buen nivel y logra producir un efecto "resplandeciente". El álbum se caracteriza por presentar sonidos electro-espaciales-melódicos; se podría decir que es una especie de Jazz envuelto en sinfonismo y empapado en atmósferas cercanas al Canterbury y adornada con voces que nos recuerdan a Jon Anderson. Obra impecable que merece una digna oportunidad.
Mis impresiones son buenas, cada vez que logro visitar esta descomunal maquinación sonora me sorprendo mucho. Su sonido, como su apoteósica performance es digna de apreciar. La experiencia es mágica; entre arreglos de fantasía, composiciones opulentas y cambios de tiempo, uno se quiebra dentro de ese fulgor que representa Peace. Nunca me ha dejado de sorprender tanta carisma musical, la banda sabe cómo moverse muy bien y toda la naturalidad se desprende capa por capa. Es una obra que logra su cometido desde el principio, por lo tanto la garantía de tener un buen viaje es factible, aquí no hay puntos medios, todas las canciones brillan por su propio peso y por consiguiente uno se queda atónito dentro de esa filigrana de ponencias progresivas. Israel con esta propuesta nos demuestra que tiene todo y más para colarse dentro de los éteres de los titanes. Dejando de lado algunas cosas, como experiencia puedo decir que es una obra que se aprecia aún más cuando se escucha en completo silencio y con la más profunda atención, es ahí que uno se eleva y se pierda entre toda esa conceptualización que nos brinda Zingale. Obra ABOSULUTA y de CULTO enorme. Hasta más vernos.
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