Casa das Máquinas - Lar de Maravilhas
Unsubtle hyper-masculine prog made even more forceful by the presence of two drummers, though still with a softer, sensitive side, to get the girls in bed. It's trite, but enthusiastic, and it's this enthusiasm that keeps me coming back, despite the cliches. Or perhaps because of them.
Prólogo: Ecos de una Morada Invisible
Hay discos que no se escuchan: se entran. Y, en la frontera difusa donde la realidad se difumina con la intuición, se levanta un refugio oculto entre brumas —un hogar hecho de vibraciones, ecos y símbolos que solo revelan su forma cuando la noche cae sobre el espíritu. A ese lugar, algunos lo llaman Lar de Maravilhas.
Lar de Maravilhas: La Habitación
donde Vibra el Espíritu
En algún punto del mapa
imaginario donde confluyen los sueños rotos del prog sudamericano y las luces
clandestinas de un club que nunca cierra, existe una casa hecha de vibraciones.
Una casa viva. Una casa que respira por sus guitarras y parpadea al ritmo de
teclados que parecen descifrar constelaciones. Ese lugar —mitad leyenda, mitad
fantasma en vinilo— se llama Lar de Maravilhas… Y cada vez que uno entra,
aunque sea por unos minutos, algo cambia: la brújula interna, el pulso, el
color mismo del aire. Porque Casa das Máquinas no solo construyó un álbum;
levantó un refugio sonoro para quienes buscan en el rock no una verdad, sino un
destino. Un hogar improbable donde los riffs se comportan como criaturas
nocturnas y las melodías se escurren como si tuvieran memoria propia.
Contexto Histórico: El Taller
Sonoro donde Nació un Clásico Brasileño
Cuando Casa das Máquinas entró a
los estudios Vice-Versa de São Paulo en 1975 para registrar Lar de Maravilhas,
la banda estaba en pleno proceso de mutación. Venían de un debut firme en el
territorio del hard rock, pero también de una gira nacional que había sacudido
su estructura interna y puesto sus ambiciones en perspectiva. Tras recorrer el
país apoyado en la infraestructura que Netinho había heredado de su etapa en Os
Incríveis, el grupo quedó marcado por cambios decisivos: la salida del miembro
fundador Pique Riverte y la posterior incorporación de dos nuevos músicos,
incluido un tecladista joven y talentoso, descubrimiento fortuito durante un
ensayo de Os Botões, la banda del hermano de Netinho.
Ese relevo coincidió con una
decisión poco común en Brasil: trabajar con dos bateristas. Hasta entonces,
solo la banda RC-7 de Roberto Carlos había experimentado con ese formato
durante la “fase soul” del cantante a inicios de los 70. Casa das Máquinas tomó
esta idea no solo para aumentar el peso rítmico, sino para expandir sus
posibilidades vocales y escénicas. La jugada los alineó, casi de manera
natural, con referentes internacionales como The Allman Brothers Band, Grateful
Dead y los combos explosivos surgidos bajo el manto funk de James Brown y The
JB’s. En Brasil, aquello era casi terreno inexplorado.
A nivel creativo, la incorporación del adolescente Catalau —apenas 16 años— abrió un nuevo frente lírico. Netinho detectó en él un instinto poético que pronto se volvería insignia dentro del grupo. Lo que nació casi como una curiosidad terminó marcando un rumbo conceptual: un imaginario inspirado en la contracultura, el deseo de liberación y la búsqueda de un hogar utópico donde esa libertad pudiera florecer, aunque fuera de forma espiritual. Ese espacio soñado, luminoso y simbólico, sería precisamente el eje de Lar de Maravilhas.
Grabado bajo la producción del propio Netinho y lanzado por Som Livre en septiembre de 1975, el álbum representó un salto estético: la banda abrazó de lleno el rock progresivo, incorporando teclados sinfónicos, pasajes más amplios, melodías pulidas y un sentido arquitectónico del arreglo musical. El hard rock seguía ahí, pero ya no dictaba el rumbo; funcionaba más bien como un cimiento emocional sobre el que levantaron algo más ambicioso.
El sello impulsó el disco con un
sencillo compartido que incluía “Vou Morar no Ar”, y la respuesta comercial fue
inmediata: para noviembre, el álbum había superado las 10.000 copias vendidas,
una cifra respetable para un trabajo progresivo en plena década de 1970, y una
señal de que la banda había encontrado un territorio propio dentro del rock
brasileño. La gira que siguió al lanzamiento reforzó esa percepción de
reinvención, aunque vino con nuevos cambios: la partida de Cargê obligó a Piska
a alternar entre guitarra y bajo, convirtiendo cada presentación en un
ejercicio de adaptación y resiliencia. Aun así, fue durante este periodo que
Lar de Maravilhas comenzó a consolidarse como una pieza fundamental del prog
brasileño.
Décadas más tarde, con sucesivas
reediciones en CD y vinilo a partir de los años 90, el álbum continuaría su
recorrido como obra de culto. Su mezcla de energía juvenil, ambición progresiva
y un lirismo que soñaba con otros mundos lo colocó en el panteón de los discos
que no solo narran una época, sino que la transfiguran.
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| Casa Das Máquina: Som Livre, Dos Bateristas y un Sueño Iluminado |
Impresiones Personales: El
Misticismo Eléctrico de 1975
1975 fue un año clave: el
progresivo estaba más vigente que nunca y el mundo apostaba por nuevas visiones
sonoras. Era el tiempo de las mega-bandas y de las mega-canciones; las obras
eran más ambiciosas, más virtuosas y más expandidas en conceptos conceptuales.
Brasil no podía quedarse atrás: el progresismo había llegado a sus tierras
cálidas y, por ende, las bandas comenzaban a experimentar, fusionar y plasmar
dichos conceptos. Por lo tanto, las bandas dieron un nuevo giro: algunos
comenzaron a dar una revolución, mientras que otros reinventaban, y ese es el
caso de Casa das Máquinas, una banda que bebió del progresismo y lo fusionó con
su identidad nacional, dando a luz Lar de Maravilhas, una obra que hoy en día
es CULTO puro y uno de los mejores álbumes que Brasil nos regaló.
Lar de Maravilhas es un pastiche
sonoro repleto de toda esa magia progresiva y en él podemos apreciar una
performance muy exquisita. La música es de ensueño: mezcla de rock,
progresismo, ambientes sinfónicos y ese dulzor tropical que encandila el alma
cuando suenan cosas como “Cilindro Cônico” o “Vou Morar no Ar”, piezas de alta
calidad que resuenan en pura efusividad vanguardista. La banda sabe cómo
moverse dentro de esas aguas; en este álbum es notoria cierta influencia
europea: por un lado toman de Italia la esencia de lo estético; de Inglaterra,
el sonido ecléctico; y lo aderezan con su visión personal, logrando así
producir una obra muy rica en matices y capas sonoras.
Se puede sentir ahí un poco de brisa mediterránea, salpicada con la fisura jazz que me recuerda algo a Camel, y sus estructuras y arreglos a bandas como Banco o Alphataurus, entre otras. No sé si sea así, pero si uno profundiza en su música, da con ciertos elementos que nos recuerdan mucho… o quizás sean pajas mentales mías. Pero escuchar “O Sol/ Reflexo Ativo” es entrar en ese viaje hacia el camino más mítico del progresivo, con arreglos que brillan, artilugios sonoros, sintetizadores y el aullido de esa alma que brilla con la manifestación ardiente de que en Brasil también se vivían intensos los cambios en un mundo de tropicalia… Hasta más vernos.
Mini-datos:
- Dos baterías desde 1975 — Cuando grabaron Lar de Maravilhas la banda decidió incorporar un segundo baterista. Esa doble percusión no era común en Brasil en ese momento: hasta entonces, solo la banda de acompañamiento de Roberto Carlos, la RC-7, había usado dos baterías durante su fase soul. Esa decisión le dio a Casa das Máquinas una densidad rítmica y una potencia escénica poco vista por esos pagos.
- De “Os Incríveis” al rock progresivo — Los fundadores de Casa das Máquinas provienen de la banda pop/glam Os Incríveis; cansados del camino comercial exigido, quisieron explorar sonidos más libres, densos y creativos. Esa transición de música ligera a una propuesta de rock más serio y ambicioso es una de las razones por las que Lar de Maravilhas —y la banda misma— resuenan como un acto de rebelión estilística.
- Un resurgir tras décadas en silencio — Aunque la banda se disolvió a fines de los 70, su historia no terminó ahí. En 2007, después de casi 30 años, retomaron las presentaciones; y finalmente en 2022 volvieron a lanzar música nueva, con el álbum Brilho nos Olhos. Este renacer demuestra que la llama sigue viva, incluso décadas después del furor original.
- Un clásico reivindicado por generaciones nuevas — A pesar de los años, Lar de Maravilhas —y la banda en general— han mantenido influencia y seguidores. Su música ha sido redescubierta por nuevas generaciones que ven en su mezcla de rock, psicodelia y progresivo algo tan vigente como en los 70. El resurgir y la reedición de sus discos los convierte en un puente entre épocas, reafirmando su estatus de banda de culto.
01. Vou Morar No Ar
02. Lar De Maravilhas
03. Liberdade Espacial
04. Astralização
05. Cilindro Cônico
06. Vale Verde
07. Raios De Lua
08. Epidemia De Rock
09. O Sol/Reflexo Ativo
CODIGO: @


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