Kraan – Wintrup
The german band Kraan's first two albums are some of the
true precious jewels of the Krautrock.
Basically a continuation of the first album, albeit with
diminishing returns. Thankfully, the
returns have not yet diminished enough as to be worrying.
In my opinion Wintrup is a clear step-back from Kraan's
S/T debut. Their first album is a very good krautrock record but this second LP
of theirs isn't as convincing. The material just isn't strong enough.
"Mind Quake" is probably the highlight of this record. The quality of
the material varies between good and mediocre.I had big expectations about this second Kraan album.
Maybe
I expected too much because it turned out to be a let-down after their
strong debut. The album is quite OK but nothing very special.
Wintrup: el hogar donde el tiempo se volvió circular
Hay discos que no suenan: respiran. Wintrup no entra con estruendo, no viene a romper la puerta del subconsciente: entra descalzo, con los pies llenos de tierra y estrellas, como quien conoce el camino desde antes de que tú nacieras. Es un álbum que parece grabado al atardecer, cuando la luz cae de lado y los pensamientos se estiran como sombras largas en el campo. Segundo disco de Kraan y primero que nace desde su comuna creativa en un viejo caserón llamado Wintrup, este trabajo es más que una colección de canciones: es un estado mental, un rincón rural donde el jazz se disuelve en ácido y el rock se cuece a fuego lento. Suena a libertad sin pretensión, a utopía sin panfleto, a una banda que encontró su hogar y lo tradujo en música.
Volver a Wintrup es caminar por un sendero que no aparece en los mapas, pero que te lleva directo a un lugar real. Un disco raro, suave, profundo. Como si un espíritu amable te susurrara al oído desde una colina alemana bajo la luna.
Impresiones Personales: Jazz, psicodelia y pasto mojado
¡Ah, Wintrup! Basta nombrarte para que se me llenen los oídos de una brisa antigua, como si las notas de aquel bajo galopante vinieran galopando desde un atardecer que ya no existe. Este disco no es solo un álbum: es un portal. Uno de los primeros que abrí gracias a la magia hechicera del internet, en aquellos días gloriosos de búsquedas infinitas y discos raros que llegaban como mensajes en botellas digitales. Y ahí estaba: Wintrup, con su vibra comunal, su portada modesta y ese contenido que me voló la peluca sin previo aviso.
Hace más de quince años lo encontré, lo rasqueteé hasta el hueso. Sonaba en bucle mientras la noche caía y mi colección de CD’s crecía como una criatura hambrienta. No lo escuchaba: lo absorbía. Cada pasaje me hablaba en un idioma nuevo: un dialecto de jazz ácido, funk interplanetario, psicodelia templada y progresiones complejas que se arrastraban con elegancia. Era un disco fuera del tiempo, demasiado jazzy para el rocker, demasiado eléctrico para el purista del jazz. Pero para mí era perfecto. Lo sigue siendo. Kraan, en esa etapa, ya no eran solo músicos: eran arquitectos de una utopía sonora. Grabaron este disco viviendo juntos, en un antiguo caserón rural llamado justamente Wintrup, y se nota. Hay tierra en el sonido, hay humo de fogata, hay cosmos. La banda no necesitaba palabras: su música lo decía todo. Podías cerrar los ojos y ver las colinas, las sesiones nocturnas, las improvisaciones desbocadas que luego aterrizaban con precisión quirúrgica.
Es jazz ácido, pero con los pies en el barro. Es música libre, pero enfocada. Es una rareza que huele a libertad sin adornos, sin pose, sin pretensiones. Un disco que suena como si hubiera nacido en un sueño lúcido. A veces uno se topa con un disco que no solo marca una etapa, sino que se convierte en una estación a la que siempre se puede volver. Para mí, Wintrup es esa estación. Una joya escondida, una casa sonora de puertas abiertas. Álbum más que recomendado. Álbum necesario. Álbum de culto. Si aún no lo has escuchado, tal vez ya te está esperando desde hace años. Hasta más vernos.
Mini-datos:
- Una comuna sonora real: El álbum fue grabado mientras los miembros de Kraan vivían juntos en una antigua casa rural llamada Wintrup, en la Baja Sajonia alemana. Ese aislamiento campestre ayudó a forjar el sonido libre, colectivo y comunal que define el disco.
- Fusión sin fronteras: Kraan no tenía vocalista fijo en ese momento, y casi todo el disco es instrumental. Pero cuando aparecen voces (como en la canción "Silver Wings"), lo hacen como un instrumento más, sin afán de protagonismo. La banda apostaba más por el viaje que por el mensaje explícito.
- Los comienzos del bajista mágico: Helmut Hattler, el legendario bajista del grupo, grabó Wintrup con apenas 21 años. Su estilo de tocar —frenético, funky, melódico y preciso— se volvió icónico y es considerado hoy una influencia clave en el bajo dentro del jazz-rock europeo
- Kraan -una de las bandas alemanas más influyentes de la década de los 70’s- se forma en la ciudad de Ulm a principios de los 70’s , cuando Jan Fride y Peter Wolbrandt conocen a Johannes A. Pappert y Helmut Hattker, estos 4 experimentados músicos de Jazz deciden tocar juntos, improvisando, experimentando y mezclando el jazz con el rock; cuando Hattler deja la guitarra por el bajo, el resultado fue diferente, la banda se torno mas creativa y experimental.
Sin duda unos de mis favoritos, gracias por dar a conocer este álbum, ya llevo 10 años escuchándolo y no me canso, jjjjajajaajaja
ResponderBorrarsaludos.
"ya llevo 10 años escuchándolo y no me canso"... Que puedo decir yo, es un álbum cada cierto cierto tiempo resuena en mi habitación por más de 2 semanas.
ResponderBorrarPasado, muy muy MUY bueno.
ResponderBorrarQue bueno que te gustara camilo, Kraan es una banda con una virtud bárbara, pero lo mejor se encuentra cuando los escuchas en vivo. Pronto subiré un "live-album" de la banda en su mejor etapa.
ResponderBorrarSaludos.