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Irish Coffee - Same


One of the real classics from the European progressive hard-rock.A little bit overrated but always nice to hear.Good use of organ and a fantastic Hendrix inspired lead-guitarist Jean-Pierre Souffriaux.

Just shows you how good hard prog rock was in the early 70's. Irish Coffee were an unheard of band and the music on this recording is damn good. Very typical of the time, one long play and poof.............you're gone. Nice guitar with a bit more organ then I like with a bunch of toe tappers on this very cool "one and done". RIP Paul Lambert

Irish Coffee : El único sorbo que basta

Contraportada del vinilo donde apreciamos a la banda.

Años 70. Europa arde en vinilos, pero no todo venía de Londres o Hamburgo. Entre fábricas grises y bares de cerveza fuerte, en Bélgica un grupo de locos decidió embotellar su veneno en un único disco. Nada de segundas oportunidades, nada de carreras largas: un solo disparo y a desaparecer en la neblina. Eso es Irish Coffee. Una banda con nombre engañoso (suena a café con crema, pero pega como whisky barato en ayunas). Si buscas rock lustrado y pulcro, huye. Si buscas sudor, electricidad y esa vibra que se queda en los huesos, abre esta botella sonora.

El cuerpo del veneno.- Irish Coffee, esos belgas que muchos despachan como “una banda más del montón”. ¡Vaaahhh, paparruchadas!  Si este único LP fuera tan común, no seguiría latiendo medio siglo después con la fuerza de un motor V8 envenenado. Este disco es dinamita bien servida: directo, ácido, pesado y con la suficiente mala leche como para abrirse paso entre toneladas de imitadores.

¿Por qué se siente tan especial? Tres razones, mis estimados viajeros del culto:

1.Performance de alto voltaje. La banda toca como si el suelo estuviera electrificado. Versatilidad, sudor y un clímax que te deja los nervios ardiendo.

2.Un sonido compacto y sucio, pero con firma propia. Guitarras ácidas que escupen fuego, el Hammond que zumba como una maquinaria infernal, y la voz de William Souffreau: rasposa, intensa, tan real que parece que te ladra directo a la cara.

3.La alquimia del reciclaje. Sí, toman lo que Cream, Family o Spirit ya habían cocinado, pero lo pasan por su propio filtro y lo devuelven con sabor a cerveza fuerte y humo de bar nocturno.

Este disco no necesita adornos barrocos ni arreglos apoteósicos para ser memorable. Su gracia está en la dinámica, en la entrega visceral. Es early hard prog en carne viva, con los colmillos del hard rock bien afilados y el pulso progresivo insinuándose en cambios de tiempo, giros inesperados y esa sombra omnipresente del Hammond que le da un aire místico y denso. Claro, no todo es perfecto: el cierre no está a la altura (yo hubiera apostado por “A Day Like Today” para rematar con gloria). Pero más allá de ese detalle, lo que tenemos aquí es una obra redonda, vibrante y contundente. Volver a Irish Coffee es como abrir un viejo cofre olvidado en el sótano: dentro encuentras no polvo ni telarañas, sino un destello de rock puro, curtido, rugoso, con la vibra auténtica de los 70’s. Souffreau no será el cantante más afinado del planeta, pero tiene algo que vale oro: actitud. Y en este terreno, la actitud lo es todo.

En resumen: un sorbo de Irish Coffee basta para entender lo que significa el culto. No será famoso, no será perfecto, pero es de esos discos que te llenan la habitación de electricidad y humo denso. Un clásico soterrado, de esos que no se olvidan porque marcan cicatriz: la huella del culto.

Pie de reseña:

  • Este disco no es para vitrinas ni para coleccionistas de medias tintas. Es un artefacto subterráneo, un fósil radiante que todavía escupe chispas. Si te cruzas con él en algún mercadillo polvoriento, no lo dudes: cómpralo antes de que lo entierren otra vez las ratas del mainstream. Pon la aguja, sube el volumen y deja que el Hammond y esas guitarras te revienten las paredes. Irish Coffee no pide permiso, se sirve hirviendo y se bebe de golpe.

Mini-datos:

  • Antes de llamarse Irish Coffee, la banda se conocía como The Voodoo. Cuatro de sus miembros provenían de un grupo en el que tocaban con Rocco Granata. Al inicio interpretaban covers de Deep Purple, Led Zeppelin, The Who y The Kinks en un club llamado El Gringo, cerca de Aalst (Bélgica). Allí conocieron a Louis De Vries, mánager de The Pebbles, con quien firmaron contrato. Fue entonces que adoptaron el nombre Irish Coffee, con la formación integrada por William Souffreau (voz y guitarra), Jean Van Der Schueren (guitarra), Willy De Bisschop (bajo), Paul Lambert (teclados) y Hugo Verhoye (batería).

  • La banda se separó en 1975, pero se reformó en 2002 con un nuevo tecladista y bajista.

  • En Amberes grabaron su primer sencillo, "Masterpiece", en un estudio de 8 pistas. El tema alcanzó el número 5 en la Single National Chart de la revista Smoke, lo que les abrió puertas en conciertos y programas de televisión en Bélgica y Francia.

  • Una carta bajo la manga era su mánager: al compartirlo con The Pebbles, Irish Coffee abrió muchos de sus conciertos como teloneros. Pero ojo: también respaldaron a artistas y bandas de peso como Colosseum, Chris Farlowe, Uriah Heep, Focus, Chicken Shack, entre otros.

  • En 1971 lanzaron su álbum homónimo en Triangle Records. Todas las canciones fueron escritas principalmente por Souffreau y Van Der Schueren.

  • Ese mismo año, en septiembre, salió un EP con las canciones "Carry On" y "Child", también en Triangle Records. Ambas piezas fueron añadidas después como bonus tracks en la reedición de 1992 del álbum Irish Coffee bajo el sello Voodoo (considerada la edición más completa y obligatoria).

  • En noviembre de 1974, tras regresar de un concierto de De Craene, la banda sufrió un accidente automovilístico: Paul Lambert falleció y Lenssens resultó gravemente herido. Con este trágico evento la banda se retiró de los escenarios, hasta resurgir brevemente en 1975 bajo otro nombre.

  • En 1975, con la incorporación del tecladista Luc Coppens, cambiaron su nombre a Joystick. Sin embargo, esta nueva formación no llegó a lanzar un álbum. Parte del material grabado en esa etapa se incluyó más tarde en el disco de reunión que Irish Coffee publicó en 2004 bajo el sello Fuzzy.

01. Cant Take It
02. The Beginning Or The End
03. When Winter Comes
04. The Show (Part 1)
05. The Show (Part 2)
06. Hear Me
07. A Day Like Today
08. I’m Lost

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