Savoy Brown - Blue Matter
Consistancy. That's what Savoy Brown delivers. Consistent, well played, heart felt Blues and Boogie. Nothin' wrong with that. On _Blue Matter_ you get a mix of studio and live tracks, and indeed, the live tracks stand out. All three cuts are Savoy Brown at their best, because the sound is totally honest. Contrast that with some of the studio cuts, where production takes a slight edgd off of the authenticity. I say that while keeping in mind that Kim Simmonds guitar talent, (damn the man is underrated) keep that from becoming too much of a distraction. I don't know that there's a Savoy Brown album that I would rate under three and a half starts. I'm also not sure I would rate any over four. Like I said, consistant. That's Savoy Brown. And that's good stuff!
The transformation begins right here with a turn from straight blues to rockin boogie blues. Fantastic! Strong guitar by Kim Simmonds and solid vocals by Chris Youlden make this one terrific boogie blues rock long play with many many more to come.
Blue Matter: Anatomía de un Disco Clave
Londres, 1969. Un día de invierno, de esos en los que la niebla huele a amplificador caliente y whisky barato. Un día ideal para escuchar a Savoy Brown. Pero no cualquier disco, no señor. Hoy no venimos a hablar del clásico de siempre, ni del “puente ideal” para iniciarse en los caminos del blues inglés. No. Esta cronista de acera gastada y oído curtido viene a contarles sobre un álbum que enseña más de lo que promete, aunque no lo diga en la tapa. Hablo de Blue Matter, la tercera entrega discográfica del combo liderado por el inefable Kim Simmonds, y tal vez, su obra más honesta. Porque si el blues fuera una carretera —larga, polvorienta, serpenteante— Blue Matter sería ese tramo donde, de pronto, el camino se bifurca y uno puede ver dos rutas al mismo tiempo: el estudio y la escena. El lado A y el lado B. La idea y la acción. La estrategia y la pasión.
Hay algo didáctico en este disco, y no lo digo con aire académico, sino
con espíritu callejero: es un álbum que explica sin explicar. Te toma del brazo
con suavidad, como un viejo amigo que sabe más que tú pero no te lo restriega.
Y cuando terminas el lado B, lo entiendes todo sin que nadie haya dicho una
palabra.
Dos hemisferios, un solo corazón
- El lado A es puro cálculo emocional. Canciones grabadas en estudio, cuidadas al detalle, donde cada instrumento parece colocado con una cinta métrica de terciopelo. “Tolling Bells” y “Vicksburg Blues” son el tipo de piezas que no solo suenan bien: iluminan. Hay jazz en las formas, blues en el alma, y un swing contenido que se filtra entre los dedos como humo de taberna. Savoy Brown no reinventa nada aquí, pero sí redibuja el mapa con un pulso fresco y decidido. Como quien dice: “Sí, ya sé que esto lo hizo Muddy Waters... pero mira cómo lo hacemos nosotros”. Y entonces llega el lado B, y con él, el fuego. Porque si el estudio fue el mapa, el escenario es la jungla. Aquí no hay correcciones ni segundas tomas. Aquí la banda arde en tiempo real. Las canciones en vivo no son versiones, son revelaciones. “It Hurts Me Too”, especialmente, se convierte en una suerte de exorcismo sonoro donde la guitarra de Simmonds se vuelve bisturí emocional. Hay crudeza, hay roce, hay sudor... y hay un silencio sagrado cuando termina, como si todos supiéramos que algo importante acaba de pasar.
No es un álbum básico. Es un álbum clave
- ¿Es Blue Matter el disco perfecto para empezar con Savoy Brown? Quizá no. Pero si uno quiere entender a Savoy Brown —y no solo escucharlos—, este álbum es indispensable. Porque aquí no hay máscara ni disfraz. Aquí hay proceso, hay viaje, hay pista completa. La banda se deja ver, se deja oír, y lo más importante: se deja sentir. Y eso, queridos lectores, es oro puro en un mundo de producciones plásticas. Hay discos que te invitan. Este te introduce. Hay obras que entretienen. Esta enseña. Y todo sin perder la gracia de ser un gran momento musical, de esos que te hacen levantar el vaso al final y decir: “Esto. Esto era lo que buscaba sin saberlo”. Blue Matter no grita su importancia. La susurra. Y quien se detiene a escuchar, se lleva un secreto invaluable: la clave para entender no solo a una banda, sino una época entera donde el blues cruzó el Atlántico y regresó vestido de gala… y barro. Hasta más vernos.
- El tercer lanzamiento de Kim Simmonds y compañía, pero el primero en presentar la formación más memorable del grupo: Simmonds , "Lonesome" Dave Peverett, Tony "Tone" Stevens, Roger Earl y el carismático cantante Chris Youlden
01. Train To Nowhere
02. Tolling Bells
03. She's Got A Ring In His
Nose And A Ring On Her Hand
04. Vicksburg Blues
05. Don't Turn Me From Your
Door
06. Grits Ain't Groceries
07. May Be Wrong
08. Louisiana Blue
09. It Hurts Me Too
CODIGO: @
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