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Kalevala - People no Names


Kalevala's first album is one of the best efforts to come from Finland. Solid prog/psych with strong and impressive lead vocals, guitars, piano and flute. The first song "people no names" is absolutely fantastic: an epic prog-ish hard rock song with shocking lead vocals that seems to come from hell! The rest of the songs is less heavy but still at high levels. Recommended!

Remarkably consistent debut that occupies an unknown middle point between progressive and grunge. I don't what it is about those Finns, but they perform that "rural, angry slacker" role so convincingly. And yes…

People No Names:  El arte de vibrar sin pedir permiso

Helsinki, 1972. Mientras el mundo tambaleaba entre guerras, rock sinfónico y nuevas promesas de utopía, un puñado de músicos fineses decidió abrir una grieta en el hielo para dejar escapar una criatura sonora impensada: People No Names, el debut de Kalevala, un álbum que se coló por la puerta trasera del progresivo para instalarse donde más duele: en lo indefinido, en lo que no se deja clasificar fácilmente.

Aquel año, el germen del rock progresivo ya había infectado medio planeta. Inglaterra deliraba con Yes y King Crimson, Italia se volvía barroca con Premiata Forneria Marconi, y hasta los rincones menos sospechados de Europa comenzaban a susurrar nombres raros, largos y llenos de teclados. En Finlandia, ese eco llegó como un zumbido ancestral que rozaba la mitología del norte y el temblor del jazz eléctrico. Kalevala —bautizados así en honor al poema épico nacional— no dudó en meter la cuchara en ese caldo. Pero cuidado, People No Names no es un disco progresivo en el sentido ortodoxo. Es más bien un conjuro de art-rock con licencia para divagar, un ente de naturaleza "prog related", si se quiere, que no se arrodilla ante las convenciones. El sinfonismo se filtra como bruma entre los surcos, los arreglos se pasean con elegancia, pero sin caer nunca en el exceso de pomposidad. Y es allí, en esa contención medida, donde está parte de su magia.

Desde el primer tema se nota que aquí hay músculo y emoción. La fuerza y sensibilidad caminan de la mano en una especie de danza tribal urbana, mientras la voz de Harri Saksala cabalga entre el canto ritual y la declamación febril. Es él quien lleva la batuta de esta ceremonia, mientras los músicos de Kalevala construyen un paisaje sonoro lleno de giros inesperados: un pasaje jazzístico por aquí, una pincelada de blues por allá, algo de folk como viento de fondo… Y todo esto sin romper nunca el hilo de la narrativa. No hay un solo camino en este álbum, sino muchos. Algunas pistas se desbordan en grandilocuencia rimbombante, otros se hunden en una introspección progresiva casi sublime. Puede que no sea un álbum perfecto —¿y acaso la perfección no es aburrida?—, pero People No Names tiene ese “no sé qué” que agarra del pecho y no suelta. Un hechizo. Una nostalgia de algo que nunca vivimos pero sentimos propio.

Cada canción tiene identidad propia, un gesto, una textura. Hay tecnicismo, sí, pero nunca gratuito. Y hay sobriedad nórdica, de esa que esconde el fuego bajo la nieve. En su conjunto, el disco funciona como una postal sonora del momento: un testimonio de lo que Finlandia oía, absorbía y transformaba en ese preciso instante en que el futuro parecía abierto como una partitura en blanco. Para quien escribe, People No Names es una obra de culto. Una rareza con alma, un álbum que no teme mostrar su eclecticismo ni jugar a ser muchas cosas a la vez. No será una piedra angular del progresivo, pero sí una joya semienterrada que merece la luz. O al menos la luz tenue de una lámpara encendida en una sesión de escucha nocturna, con la nieve golpeando los cristales y el alma lista para viajar.

Impresiones personales O de cómo me perdí con gusto entre los pliegues de un debut camaleónico

Hacía mucho —pero mucho— que no me pasaba esto. Esa sensación de estar escuchando algo nuevo y a la vez ancestral, como si alguien hubiera desempolvado un manuscrito enterrado bajo la tundra para susurrármelo al oído. Esa chispa tan rara que aparece cuando el oído se siente mimado, retado y acariciado todo al mismo tiempo. People No Names me devolvió esa clase de maravilla.

Kalevala. El nombre ya invita al mito. Pero este debut no se queda en la anécdota folclórica ni en el embrujo regional. Lo que estos músicos lograron fue construir un universo propio, un mosaico de sonidos que, sin alejarse del rock, se permite jugar a ser muchas cosas a la vez. Es como ver a una criatura sonora mutando frente a tus oídos, adoptando formas, texturas y colores según el clima emocional de cada pieza. La banda es camaleónica, sí, pero no por capricho o exceso. Cada giro, cada pausa, cada ruptura parece fruto de una decisión honesta, casi espiritual. Hay posturas elegantes, arreglos cuidados hasta el delirio, y un respeto brutal por el alma de la música. Aquí nadie toca por lucirse, sino por construir algo mayor. Algo que se sienta. Que cale. Y vaya que lo logra.

Lo que más me asombra es cómo el álbum sobrelleva los pasajes más densos sin perder ligereza. Como si caminaran sobre cuerdas flojas hechas de jazz, folk y art-rock con una gracia casi felina. Todo fluye. Todo respira. El sinfonismo no ahoga: envuelve. La vanguardia no chirría: seduce. Y entre capas y capas de textura sónica, uno se pierde... felizmente. Porque perderse en este disco es encontrarse con algo que ya no abunda: el misterio sonoro. People No Names coquetea con el Crossover Prog, se adentra en el eclecticismo, y sale ileso. Incluso glorioso. Y Saksala —ese chamán vocal— logra un puente directo entre el oyente y la médula de la banda. Es como si nos guiara de la mano por cada pasaje, cada cueva sonora, cada súbito acantilado instrumental. No sé si es un disco perfecto. No quiero que lo sea. Pero sí sé que es un disco con alma. Y en estos tiempos, eso vale más que la perfección. Recomendarlo es poco. Este álbum es un bocatto di cardinali para el oído melómano y una eucaristía eléctrica para el alma. Si aún no has tocado la puerta de Kalevala, este disco es la llave. Abrila. Y que la música te lleve. Hasta más vernos. 

Mini-datos:

  • Kalevala es una banda Finlandesa que nace en el 69 bajo el nombre de Vienan y fue formada por: Juha Salonen, Remu Aaltone y Albert Järvinen , con dicha formación la banda logro registrar su única actuación en 1970 en el Ruisrock festival.

  • Para este trabajo participaron Olli Ahvenlahti en piano, Raimo Wallen en flauta y Ile Kallio en guitarra acústica, este último participaba en la banda "HURRIGANES"

  • En el 72 la banda cambia de "line-up" y la nueva formación seria: Markku Luukkanen (batería), Matti Kurkinen (Guitarra) y Harri Saksala (vocal) con esta nueva formación la banda saca a la luz su primer trabajo titulado People no Names.

01. People No Names
02. Where I'm From
03. Waves
04. In The Net
05. My Friend
06. Lady With The Veil
07. Escape From The Storm
08. Tamed Indians

CODIGO: D-34



Nota: Edición doble del sello Walhalla que incluye el álbum Boogie Jungle.

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