Fripp & Eno - No Pussyfooting
Think 70's sci fi. It's too heavy and platform-shoes-and-eye-makeup to be _ambient_, but seeing as how the first piece, "The Heavenly Music Corporation", was recorded the same year as the first Roxy Music album, it probably seemed quite ambient at the time. But it comes across more like a soundtrack - the sounds your mind conjures up as you watch a space probe hovering above Moon Base Alpha. Improvisation of tape loops and big, haunting guitar, it's highly original and infinitely listenable. The second track, the unfortunately titled "Swastika Girls" (were the titles based on Philip K. Dick's _The Man in the High Castle_?) is slightly less effective, but still mesmerizing. A very early example of Fripp and Eno looking way ahead into a spacious, acrylic future.
No Pussyfooting no
es un álbum. Es un campo de gravedad sonora.
Es denso, espeso
como neblina ancestral.
No es para oídos
apurados. No es para el que busca melodías.
Es para quien busca
revelaciones.
No Pussyfooting: Cuando los ángeles tocaron sintetizadores
La psicodelia había pasado su punto de ebullición. El rock progresivo se expandía en suites interminables. El glam brillaba con lentejuelas y deseos eléctricos. Pero en alguna parte, lejos del escenario y de los focos, dos hombres se encerraban en una habitación con un par de grabadoras de cinta y una idea desorbitada.
Uno venía del mundo del virtuosismo cerebral: Robert Fripp, arquitecto sónico de King Crimson, guitarrista de líneas imposibles y silencios inquietantes. El otro, un excéntrico genio sonoro en plena mutación: Brian Eno, recién liberado de Roxy Music, fascinado por las posibilidades de los sintetizadores, las texturas y los accidentes felices. Juntos, decidieron escapar de la lógica del tiempo, del ritmo, de la melodía tradicional. Lo que buscaban no era una canción: era un estado mental. Y así, entre el 8 de septiembre de 1972 y los días 4 y 5 de agosto de 1973, grabaron una obra que parecía llegada de otro plano: No Pussyfooting, un disco que no era ni rock, ni ambient, ni electrónica... pero que sería, décadas después, el germen sagrado de todos ellos.
En una época en que la música aún se medía en acordes y compases, Fripp y Eno propusieron algo desconcertante: una cinta que se muerde la cola, que flota, que respira. Un sonido sin destino, sin prisa, sin estructura reconocible. Una música que, en lugar de hablarte, te observa. Y aunque fue ignorado por la crítica en su momento —y hasta vilipendiado por algunos oyentes de la radio de John Peel—, con el tiempo se convirtió en un disco de culto, en un artefacto mitológico, en la primera piedra de la música ambient moderna. Hoy, medio siglo después, No Pussyfooting sigue siendo un misterio flotante. Una especie de relicario electrónico para quienes creen que el sonido también puede ser un rito.
Historia: Cuando el Futuro Sucede en 1973
La historia de No Pussyfooting no comienza con una gran sesión de estudio ni con un contrato millonario. Comienza con una visita casual. En 1972, Robert Fripp —en pleno descanso de King Crimson— se apareció por la casa de Brian Eno en Maida Vale, Londres. Eno, ya desprendido de Roxy Music y sumido en experimentaciones domésticas con cintas, lo invitó a probar un sistema rudimentario que había estado ensamblando: dos magnetófonos Revox A77 conectados entre sí, generando un delay infinito en tiempo real. La guitarra de Fripp, procesada por ese circuito, comenzó a expandirse como un río sin final. Lo que estaba ocurriendo no era una improvisación cualquiera: era una invocación.
Esa primera sesión, registrada el 8 de septiembre de 1972, dio vida a la primera cara del disco: “The Heavenly Music Corporation”. El título ya anunciaba el tono irónico-cósmico de la dupla, pero el sonido hablaba por sí mismo: largos drones de guitarra en bucle, líneas que entraban y salían como nubes eléctricas, todo grabado en vivo, sin overdubs. Lo que hoy llamaríamos ambient, en ese momento no tenía nombre. Era simplemente… otra cosa. Un año después, en agosto de 1973, Fripp y Eno volvieron al experimento. Esta vez más preparados, más confiados, más conscientes del monstruo que estaban creando. Las sesiones del 4 y 5 de agosto produjeron la segunda cara del álbum: “Swastika Girls”, una pieza aún más refinada, más expansiva, donde el sintetizador de Eno ya no era simple acompañamiento, sino protagonista flotante. Su título provocador hacía referencia a una imagen de revista que Eno tenía colgada en su estudio —algo que causó desconcierto, controversia y lecturas demasiado literales. Pero más allá del nombre, el track era una danza suspendida en el tiempo, con un loop de Fripp que giraba como una espiral sin eje mientras los osciladores de Eno pintaban paisajes móviles en el aire.
La edición final del disco no fue ajena al azar. Un accidente técnico —la reproducción de la cinta al revés durante una visita de David Bowie al estudio— llevó a Eno a decidir que la versión invertida de “The Heavenly Music Corporation” era aún más fascinante que la original. Ese fue el lado que terminó en el máster. Así, el primer track del disco que el mundo escucharía estaba... literalmente al revés.
John Peel fue uno de los pocos que entendió la magnitud de lo que había sucedido. Invitó a Fripp y Eno a grabar una sesión en la BBC en diciembre del 73. Las reacciones del público fueron feroces. Algunos oyentes la consideraron “ruido insoportable”, “pérdida de tiempo”, “nauseabunda”. Otros, iluminados por esa atmósfera suspendida, hablaban de epifanías. Peel cerró esa emisión con una frase que ya es parte del mito: “Las opiniones varían sobre el valor musical de esto, pero yo creo firmemente que merece ser escuchado. Cómprense el disco y siéntense con él. A mí, personalmente, me gusta". Nunca fue música para gustar. Fue música para sumergirse. Para perder el equilibrio. Para escuchar sin mapa. Con el tiempo, Fripp desarrollaría el sistema de frippertronics basado en estas sesiones. Eno daría el siguiente salto hacia Music for Airports. Pero No Pussyfooting fue la chispa. El primer conjuro.
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Fripp y Eno en el remoto 1973 |
Impresión personal: Delay, Misticismo y Futuros Imaginarios
¿Qué pasa cuando dos genios de la música deciden unir fuerzas? Pues el resultado es una placa capaz de tronar cerebros. Así fue con No Pussyfooting, un disco gestado por dos mentes brillantes: Fripp y Eno. Una obra que desafía el calendario. Cuesta creer que este álbum haya sido concebido en 1973, cuando su sonido anticipa —como si espiara el futuro— lo que vendría dos décadas después. Parece más de los 90 que de los 70.
Fue grabado en tres sesiones, entre 1972 y 1973. La primera dio vida a “The Heavenly Music Corporation”: una improvisación de Fripp procesada por un sistema de bucles que hipnotiza. Las otras dos, con Eno ya plenamente incorporado, crearon “Swastika Girls”, una espiral aún más refinada y etérea. No Pussyfooting es un disco bestial, atípico, extraño y fantasmal. Basta con oír seis minutos del primer track para darte cuenta de que el viaje va a ser largo… y no hay brújula que valga. Es un sonido que no te guía: te arrastra. Y si te dejas llevar, ya no vuelves igual. Sin duda alguna este es un álbum cerebral, difícil de digerir en la primera escucha. Pero si rompes el muro de su sonido y te dejas llevar por lo que ofrece, entonces tendrás una experiencia mística y fascinante.
Eno y Fripp son magos sónicos que conciben un sonido elevado, celestial, y por momentos hasta electro-industrial. El disco es una aventura para psico-nautas, para aquellos que se pierden en los ecos cósmicos, en el delay celestial y en el misticismo primitivo de la electrónica. Es una propuesta que, a futuro, se llamará ambient. ¡Ellos son el futuro antes del futuro!
Esta revolución sonora se abre en dos caminos: Uno que flota como incienso, otro que arde como metal líquido. Si no estás del todo abierto a lo experimental, es posible que te desorientes y caigas en un vórtice de sopor eterno. Pero si lográs atravesar ese muro sónico, el tesoro oculto de este disco se revela ante ti. Este no es un álbum para todos. Es para quienes se atreven a abrir el umbral de la mente y dejen que los sonidos de estos serafines electro-kármicos liberen su alma y la purifiquen. Porque este no es solo un album: es un viaje donde la imaginación vuela y tú creas tu propio camino hacia el nirvana.
Cierre Reflexivo: El Álbum que Cayó del Futuro
No Pussyfooting no
fue un experimento más. Fue un mensaje lanzado desde una dimensión que apenas
estamos empezando a entender.
Un álbum que ignoró las coordenadas de su época y, en cambio, eligió orbitar más allá del tiempo, como una sonda sónica que aún hoy transmite ideas, texturas y posibilidades.
En su momento fue
incomprendido.
Demasiado largo.
Demasiado abstracto. Demasiado… otro.
Pero ese “otro” era
justamente el punto.
No quería ser música para el consumo. Quería ser música para la expansión. Para sentarse en medio del universo, cerrar los ojos, y dejar que la mente se disuelva en delay infinito.
Hoy, 50 años después, No Pussyfooting sigue sonando más moderno que muchos discos modernos.Y eso nos dice algo: no es que se adelantó a su tiempo...Es que se despegó de él.
Porque algunos
discos no se hacen para un año.
Se hacen para los
que están listos.
Para los que
buscan.
Para los que
escuchan con el alma abierta.
Para los que saben
que, a veces, lo más cercano al aura celestial…
no tiene letra ni
compás.
Solo luz. Y eco.
- El disco que se invirtió solo: Durante una visita de David Bowie al estudio, Eno reprodujo sin querer la cinta al revés. El resultado fue tan hipnótico que decidieron dejar esa versión invertida como la definitiva del track “The Heavenly Music Corporation”.
- El nacimiento del frippertronics: El sistema de cintas en loop usado por Eno fue el embrión del método que más adelante Fripp perfeccionaría como frippertronics. Un sistema de retroalimentación analógica que revolucionó la manipulación del tiempo en la música.
- Cinta doméstica, genio industrial: Ambas piezas fueron grabadas sin overdubs, en casa de Eno, usando un par de grabadoras Revox A77 conectadas para generar retraso en tiempo real. No hubo partitura, solo improvisación y osadía técnica.
- Un debut radial escandaloso: Cuando John Peel emitió la sesión de Fripp & Eno en la BBC en diciembre del ‘73, recibió cartas furiosas. Algunos oyentes lo calificaron de “ruido insoportable”. Peel defendió el disco hasta el final, sugiriendo a su audiencia que se sentaran con él y le dieran una oportunidad.
- El disco que se adelantó tanto… que aún no lo alcanzamos: A pesar de su tibia recepción inicial, No Pussyfooting sería reconocido años más tarde como una de las obras fundacionales de la música ambient, drone y experimental contemporánea.
- Y el título? “No Pussyfooting” es una expresión inglesa que significa “sin titubeos”, “sin rodeos”. Un nombre irónico para un álbum donde nada es directo y todo es ambigua expansión sonora.
- El día que la BBC puso a Fripp & Eno al revés (literalmente): Cuando John Peel transmitió la sesión especial de No Pussyfooting en su programa del 18 de diciembre de 1973, algo salió mal… muy mal. Las cintas enviadas desde el estudio de Eno fueron reproducidas al revés por error, porque alguien olvidó enrollarlas correctamente. Brian Eno, escuchando el programa mientras conducía, intentó desesperadamente llamar a la BBC para alertarlos, pero fue tarde: The Heavenly Music Corporation y Swastika Girls sonaron completamente invertidas… y nadie en la cabina lo notó. Así nació una de las emisiones más infames y accidentales del rock experimental. Un error glorioso, como salido de una novela de Philip K. Dick.
02.Swastika Girls
CODIGO: G-13
Anexo:
Giles, Giles & Fripp – The
Cheerful Insanity of Giles, Giles & Fripp
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