Camel - Same
An Underrated Standout
Debut
Camel are among the best progressive rock artists to emerge from the 70s, a movement (like many others) oversaturated with lackluster one-offs and copycats trying to become the next Yes, Genesis, or Pink Floyd. What makes Camel a standout for me and many other prog rock fans is their ability to create strong vocal-melodies and segue them into lengthy and incredible instrumental segments. This approach would define their sound throughout their career and really begin to spread its wings on records such as Mirage and Moonmadness, but it all started here on their self titled debut, albeit in a rough around the edges type of way. Camel staples such as Mystic Queen and the purely instrumental and monolithic album closer Arubaluba signified a band that was not only promising and exciting but most importantly, an original.
Excellent first album by the well known prog rockers Camel. Typical british progressive rock, with complex and ambitious sound and occasional hard-edged passages. The musicianship is top notch: The technical drumming of Andy Ward, the brilliant lead guitars of Andy Latimer and the elegant organ of Peter Bardens. An imprescindible album of classic UK progressive rock.
Aunque mucha gente lo amateur lo ve de menos, yo lo veo como esa puerta que se abre a lo grande que se puede llegar a ser (no sé por qué pienso en porno cuando escribo esto jaja). Ese diamante sin pulir. Gracias Polilla por este disco de CULTO, como dices.
@Diana M
- Un debut entregado pero todavía verde en arreglos y texturas, donde la banda empieza a fijar sus cimientos dentro del margen musical que quería explorar. El concepto se mueve entre el reencauche y la reconfiguración: fusionan jazz, rock, psicodelia e impulsos sinfónicos, aunque sin alcanzar todavía una precisión técnica que los eleve al Olimpo del prog. Pero la calidad ya está ahí, vibrante, y algunas proezas sonoras anuncian lo que vendría después. No eran novatos en espíritu. Llegaron en tiempos difíciles, sí, pero aun así concibieron un álbum a la altura, cargado de una magia muy particular. Este debut desprende un tecnicismo amateur que, lejos de restarle, potencia una fórmula que alcanza clímax inesperadamente altos. Cambios de tiempo, arreglos refinados y esa sensación de estar frente a un "Speed Jazz sofisticado" hacen que este álbum, para muchos, roce el estatus de obra maestra. Tal vez no cruce del todo esa frontera —el Mirage sería quien encienda ese incendio—, pero lo que sí es seguro es que estamos ante un disco de CULTO puro y duro. Solo queda sentarse, encender el equipo, presionar play y dejar que "Mystic Queen" haga lo que mejor sabe: llevarnos hacia adentro, hacia ese norte recién descubierto que Camel empezaba a reclamarse como propio.
Pequeña nota desde el recuerdo:
La primera vez que escuché este álbum me dejó marcado de una forma que
todavía siento en la piel. No podría decir con certeza cómo llegó a mis manos,
pero sí recuerdo con absoluta claridad cómo Camel se metió en mi vida. Fue en
una de esas reuniones casi rituales donde uno compartía música sin preocuparse
por nada más. Entre risas, charlas y cintas gastadas, alguien puso “Nimrodel / The Procession / The White Rider”. Y ahí, sin advertencia, empezó la obsesión.
Pasó un buen tiempo hasta que pude dar con más material suyo. Lo primero
que cayó fue un cassette recopilatorio, Echoes, incompleto, porque
en la pira-tienda solo vendían el V.1. Aun así, me aferré a él: lo esencial de
esa primera etapa estaba ahí, respirando entre el hiss y el desgaste. Cuando el
cassette ya agonizaba y el CD reinaba sin discusión, me lancé a buscarlos en
las pira-tiendas de confianza. Fue así como encontré sus dos primeros discos.
Todavía recuerdo el impacto que me produjo Mirage
en aquella primera escucha. Fue una mezcla extraña de asombro y euforia, como
si alguien hubiera destapado una bóveda que no sabía que existía. Su
performance era ambrosía para mis oídos, aunque había algo surreal en la
experiencia: ese sonido celestial atrapado en una portada roñosa, mal
fotocopiada, dentro de un CD Princo destinado a morir pronto. Todo era muy sui
generis, pero también muy propio de esos días en que la música no
se buscaba: se encontraba.
El debut fue distinto. Ahí todo se elevaba: la atmósfera, la claridad,
incluso la sensación de estar frente a algo que no te iba a soltar. Recuerdo
que por semanas el álbum no dejó de sonar. Marcó la habitación como si cada
escucha fuera un balazo sonoro. Nunca dejé de lado esos dos discos, pero al primero
le tengo un cariño especial. Tal vez fue esa presencia que te atrapaba desde el
inicio y que, minuto a minuto, te hundía un poco más en su mundo. "Never
Let Go" se volvió un himno en días grises; cuando la moral caía, esa
canción era un salvavidas. La repetí tanto que terminó siendo parte de mí. Ahí
entendí que Camel no solo eran buenos: eran MÍTICOS, TITANES, CREADORES DE
PROEZAS SONORAS.
A ellos les debo mucho. Quizá hasta el amor que le guardo a ese sonido
nacido en una época en la que el rock se atrevía a ser ARTE. Camel fue también
una puerta: detrás venían Beggars Opera, Atomic Rooster, Captain Beyond… bandas
que dejaron marcas profundas y silenciosas. Y así comprendí algo que siempre
vuelve: las cosas que te cambian la vida llegan cuando menos lo esperas. Hasta más vernos.
- El álbum fue un fracaso comercial… al inicio: A pesar de su posterior culto, el disco apenas vendió al momento de su lanzamiento. Incluso su sello, MCA, lo dejó medio abandonado porque lo consideraban “demasiado sofisticado para el mercado juvenil”.
- "Slow Yourself Down” casi queda fuera del disco: En las primeras discusiones internas, se pensó que era “demasiado crudo” para el tono general del álbum. Spoiler: terminó siendo uno de los temas más recordados de la etapa temprana de Camel.
- El nombre “Camel” no tuvo un origen místico: La banda lo escogió porque sonaba bien, era fácil de recordar y visualmente fuerte. No tenía nada que ver con camellos reales, regiones desérticas ni simbolismos… eso lo inventó el fandom después.
- A pesar de sonar tan “profesional”, Camel aún no tenía un sonido definido: De hecho, el grupo confesó que este primer disco fue una especie de “laboratorio abierto” donde probaban ideas sin saber del todo hacia dónde iban. Mirage recién consolidaría su identidad definitiva.
- Esta primera aventura de la banda fue publicada en 1973 por el sello MCA. El homónimo primer álbum "Camel", consta de una colección de temas independientes compuestos por LATIMER y BARDENS.
01. Slow Yourself Down
02. Mystic Queen
03. Six Ate
04. Separation
05. Never Let Go
06. Curiosity
07. Arubaluda
Codigo: @
Anexo:


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