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Affinity - Same

 

Very good album by Affinity from England. Their music is characterized by a classy psych/prog rock, with soul/jazz influences. In the foreground the beautiful and versatile female lead vocals of Linda Hoyle. Piano, harpsichord, hammond organ and horns. Many covers like my favourite Bob Dylan's song "All Along the Watchtower".

Unexceptional and inoffensive. This is on the shallowest end of "prog rock"- light, jazzy rock with some extended organ solos; simple arrangements, no particularly involved compositions. Surprisingly heavy on covers, at a time when covers were rapidly going out of fashion in rock- five of the seven tracks on here are covers. Ultimately, unfortunately, forgettable.

La Voz que Despeina el Alma: El Reino Breve de Linda Hoyle

Hay bandas que no caminan: flotan como espectros eléctricos mal dibujados en una fotocopia vieja. Aparecen, dejan un trazo brillante en el mapa sonoro… y ¡puf!, desaparecen antes de que alguien alcance a darse cuenta de lo que tenía entre las manos. Affinity fue exactamente eso: una llamarada corta entre el ’68 y el ’72, un chispazo Prog-rock que apenas dejó un LP, pero cuyo eco sigue vibrando por ahí como una vibración perdida de ácido y humo.

Los críticos los abrazaron como si hubieran encontrado un santo grial de bolsillo; el público, en cambio, caminó de largo sin mirar atrás. Cosas del destino de las "bandas adelantadas": cuando por fin estaban agarrando ritmo, zas, se disuelven como lagrimas bajo la lluvia.

Al frente estaba Linda Hoyle, una voz mitad seda encantada, mitad tormenta que te despeina el alma. Detrás, la tropa: Un bajo espeso como alquitrán mal filtrado, guitarras envueltas en neblina casera, un Hammond que no tocaba… más bien invocaba, y una batería que parecía golpear la puerta del más allá para que alguien le abra.

Su mezcla era alquimia de la mejor: blues-rock con jazz, pop, folk y un chorrito psicodélico que parecía salpicado desde un frasco sin etiqueta. En 1970 soltaron su único LP, demasiado progresivo para oídos que todavía creían que lo raro era un error de imprenta. Un disco lleno de solos, virtuosismo, y una producción que hoy todavía suena como un talismán encontrado en un bolsillo olvidado de un abrigo de invierno. Luego vinieron las reediciones, los demos, esos instrumentales grabados mientras Hoyle estaba en silencio forzado y la banda tuvo que sostener el peso sola. Material que para los cazadores de rarezas es como abrir un cofre lleno de polvo estelar, cintas torcidas y anotaciones hechas a mano con bolígrafo que ya casi no pinta.

Affinity fue una chispa corta, sí…
Pero ¡qué manera de incendiar la penumbra mientras duró

Impresiones personales: El Hammond que Invocaba Sombras

Obra poderosa, envuelta en un aura de delicadeza satinada en tonos de jazz y ecos ácidos que se derriten en progresiones y pasajes sonoros teñidos por el poderío vocal de Lynda Hoyle —esa alquimista que suena como un puente entre Carole King y Julie Driscoll—. Por lo tanto, lo que tenemos entre manos no es solo un álbum prometedor, sino una pieza que reclama su espacio en el altar del culto. Nacido en ese Londres universitario de finales de los 60, donde el jazz empezaba a electrificarse y el rock dejaba caer sus primeras sombras progresivas, Affinity encuentra ahí su propio pulso.

Su mezcla es un cóctel ecléctico —Rock & Blues, Jazz, Pop, toques folkies y destellos psicodélicos que parpadean como luciérnagas— que fluye con naturalidad y deja un rastro brillante. Y el Hammond… ah, el Hammond no solo toma presencia: respira, vibra y serpentea entre los arreglos y hace que todo el conjunto se vuelva progresista y deliciosamente ecléctico. Canciones como "Night Flight" o "Three Sisters" son claros ejemplos de mis palabras, y es que el sello Affinity engatusa y te sacude el alma con su energía. Sin duda alguna, un álbum de belleza majestuosa, fiero por momentos pero delicado en otros; por momentos pareciéramos apreciar a Curved Air y en otros a Atomic Rooster, entonces sabemos por dónde vamos a caer: pura magia setentera que brilla intensa.

Debo decir que la experiencia fue aún más intensa que la última vez que lo escuché; me sorprende caer “profundamente” con esta joya. La sesión fue intensa, cargada de recuerdos que chispearon fibras dormidas. Affinity no es un simple documento de época, sino una cápsula de energía refinada. Perfecto para corazones que buscan el vértigo elegante del heavy prog y las finuras del jazz que sabe cuándo morder. Obra más que recomendada, y si aún dudas de sus virtudes y atributos, déjense llevar por la irreverencia de All Along the Watchtower. Aquí suena de maravilla este mítico tema. Hasta más vernos.

Mini-datos:

  • Un padrino de lujo: El legendario manager y empresario de jazz Ronnie Scott se interesó por ellos luego de una sesión radiofónica. Gracias a él consiguieron actuaciones regulares en clubes, conciertos y hasta un contrato discográfico que derivó en su álbum de 1970.

  • De estudiantes de ciencias a jazz-rockers: Los orígenes de Affinity se remontan a un trío universitario de ciencia en la University of Sussex (Brighton): los tecladistas/reumenistas Lynton Naiff, el baterista Grant Serpell y un contrabajista formaban un grupo de jazz, que tras un par de cambios derivó en Affinity en 1968.

  • Un solo disco “oficial”… pero mucha historia oculta: Aunque su carrera original registró apenas un LP —el homónimo de 1970— con el paso del tiempo aparecieron grabaciones de ensayos, sesiones en vivo, demos e incluso un compilado con material de su periodo tardío (1971–1972). Es decir: Affinity se volvió un diamante en bruto rescatado por coleccionistas.

  • Cambio de formación que casi reinventa la banda: A comienzos de 1971 la vocalista Linda Hoyle y Lynton Naiff abandonaron el grupo. El resto buscó reemplazos —la voz de Vivienne McAuliffe y el teclado de Dave Watts— e intentaron continuar, con nuevo repertorio y algunos conciertos. Pero la magia original ya no era la misma, y todo se desarmó cuando los miembros originales aceptaron un tour con otro artista.

01. I am and so are you
02. Night flight
03. I wonder if I care as much
04. Mr. Joy
05. Three sisters
06. Cocoanut grove
07. All along the watchtower

CODIGO: H-20





Anexo:

Curved Air – Phantasmagoria 

Un disco que se desliza como un espejismo barroco entre cuerdas, sintetizadores y travesuras sonoras. Phantasmagoria es el hermano excéntrico que Affinity nunca tuvo: un álbum donde lo teatral roza lo surreal, y donde cada canción parece una puerta secreta hacia una dimensión paralela del prog británico. No tan celebrado, no tan encontrado… pero siempre allí, respirando bajo la alfombra mágica del culto. Un tesoro para quienes disfrutan perderse entre fantasmagorías, ecos de cámara y melodías que parecen escritas con tinta de sueño.



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