Captain Beyond - Sufficiently Breathless
Sure a bit of a let down, but only compared to their stunning debut. On this one, they abandone the psych influences and progressive leanings, switching over to a more mainstream approach to hard rock. Their weakest moments come on the more commercially oriented cuts, but the harder ones deliver as promised.
Oddly I really love this album and rate it far higher than their first (excellent) opus. The title track alone is worth the journey!
Toe tappers abound on this terrific long play.
Early 70's acidy hard rock. Bliss!
La Elegancia Cósmica de Sufficiently Breathless
Hay discos que son como esos amigos que al principio te caían mal, pero que con el tiempo se convierten en cómplices de borracheras y confesiones a medianoche. Sufficiently Breathless es exactamente eso: un disco que me hizo fruncir el ceño la primera vez que lo escuché y que hoy, años después, se siente como un viejo aliado que sabe en qué tono late mi corazón.
Pongámonos en situación: es 1973, el mundo está en plena resaca post-psicodélica, el hard rock afila sus colmillos y el progresivo se convierte en el nuevo Olimpo. En medio de ese torbellino, Captain Beyond decide girar el timón, bajar las revoluciones y crear un álbum menos apocalíptico pero más atmosférico. Aquí no hay riffs para incendiar estadios ni jams eternas para perderte en ácido; aquí hay groove, hay respiración, hay espacio para que la música flote.
Recuerdo cuando cayó en mis manos. Yo estaba en otra película: Sabbath, Purple, Zeppelin y todo lo que tuviera el sello de “duro y sucio”. Así que cuando sonó la primera pista pensé: ¿qué demonios es esto? Funk, toques latinos, voces suaves… no era lo que mi yo adolescente esperaba. Lo mandé al fondo del cajón, donde se quedan los discos que no entiendes. Pero los discos tienen paciencia, esperan a que madures, a que la vida te golpee un poco y te ablande la oreja. Cuando volví a él, ya no era el mismo oyente: Sufficiently Breathless me sonó como una postal de otro mundo. Descubrí que debajo de esa suavidad había una precisión quirúrgica, un balance casi zen entre el hard rock que los vio nacer y una búsqueda más amplia, más abierta, que coquetea con el progresivo sin empacharse de él.
Escuchar este álbum hoy es como encender un cigarro a medianoche y abrir
la ventana: el aire es distinto, las luces parpadean y hay un silencio
expectante. La música entra y todo se siente más claro, más íntimo, más tuyo.
Es un disco que no grita, que no se desespera por llamar tu atención. Te
seduce. Y una vez que caes en su órbita, te das cuenta de que Captain Beyond no
perdió la fuerza, simplemente aprendió a usarla con elegancia. Así que prepara
el tocadiscos, baja la luz y deja que la aguja trace su espiral. Este es un
viaje menos ruidoso pero igual de profundo.
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Arte interior del acetato en donde podemos apreciar a la banda con toda la magia de los 70's |
Y aquí estamos con un disco que me debía una atención aparte. A primera vista no me convencía: en aquellos días andaba embebido en terrenos más pesados y ácidos, y escuchar Sufficiently Breathless me pareció algo fuera de mi mapa, hasta un tanto “chocante”. Con más años de oreja y alguna cana asomando, el álbum cambió por completo mi rumbo sonoro. La banda entrega un sonido más melódico y con guiños funky, sin abandonar del todo su dureza hard rock. Sufficiently Breathless introduce diferencias respecto al debut: mantiene ciertas constantes, pero abre la paleta —se cuelan matices latinos sobre un escenario de space-rock— y el conjunto se aleja del golpe psicodélico pesado que antes era su estandarte. No es una traición: es una mutación con intención.
En esta segunda entrega se perciben tres rasgos que mandan la parada: madurez, técnica y versatilidad sonora. Esa “maquinaria” no busca aplastar: busca equilibrar. Si bien hay quienes lo consideran una obra subestimada o de rango medio, yo lo siento como una muestra de entrega y oficio. Que le falte la brutalidad del primer asalto no significa que carezca de garra; lo compensa con temperamento y oficio en cada arreglo.
Confieso que lo juzgué mal —más de una vez—. Con el tiempo aprendí a volver, a darle vueltas con calma, y el disco fue revelando detalles: clímax bien trabajados, pausas que respiran y pasajes que no piden levantar la bandera del virtuosismo, sino compartir un pulso común. Las voces caen algún tramo y las letras no pretenden alta filosofía; de eso se trata: no todo rock de los setenta quería ser arte conceptual. Aquí manda la actitud y la capacidad de construir climas. Si te acercas sin prejuicios descubrirás un álbum aventurero que aplica una fórmula distinta y la sostiene con oficio. ¿Digno? Esa palabra suena pomposa. Prefiero decir que Sufficiently Breathless merece escucha atenta: no es de impacto inmediato, pero sí de recompensa lenta. No envejeció mal; somos nosotros quienes cambiamos la forma de oír.
Lección gráfica para el lector del fanzine: no te condenes en la primera pasada. Dale al disco tiempo —dos, tres vueltas con la luz baja y la aguja acariciando el surco— y verás cómo te devuelve otra mirada. No te ciegues por fanatismos ni por romanticismos: entrena el oído y gana sorpresas.
La aguja sigue girando. Hay discos que te golpean el rostro; otros te
rozan el alma. Sufficiently Breathless pertenece al segundo grupo, y por eso
vuelve una y otra vez.
Mini-datos:
- Tras la grabación, y la confusión que rodeaba el desarrollo del grupo y los proyectos paralelos de sus miembros, Rod Evans optó por abandonar a la banda.
- Con una nueva formación que incluía a Reese Wynans en los teclados y a Guille García en la percusión Captain Beyond se reinventa y lanza en 1973 su segundo álbum.
01. Bright Blue Tango
02. Sufficiently Breathless
03. Bright, Blue Tango
04. Drifting In Space
05. Evil Men
06. Starglow Energy
07. Distant Sun
08. Voyages Of Past Travel...
09. Everything's A Circle
CODIGO: G-1
Nota: Para apreciar mejor el arte de la portada click en el enlace
https://tinyurl.com/25adfv8v
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