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Possessed - Exploration

 

El West Midlands no es solo un punto en el mapa de Inglaterra: es un estado mental. Es una región industrial del centro del país, un territorio que creció entre fábricas, hollín, humo y rutina obrera. Birmingham —su corazón oxidado— fue un crisol donde el ruido de maquinaria pesada se mezcló con el blues importado y dio origen a una criatura única: el heavy metal. Piensa en calles grises, cielos bajos, bares donde la cerveza cae como martillazos, y jóvenes que inventaban música para escapar de la monotonía industrial. Un lugar duro, áspero, pero fértil para que el sonido se vuelva fuego.

Exploration: La joya mugrienta que el West Midlands enterró vivo 

En las entrañas mugrientas del West Midlands —sí, ese lugar donde el blues sonaba como si lo tocaran con cuchillos oxidados y donde la cerveza sabía a arrepentimiento— apareció una banda que no se arrodillaba ante nadie: Possessed. Una criatura parida en el remoto 1969 por Vernon Pereira, un tipo que había tocado con Robert Plant cuando este todavía olía a humanidad y no a mito de póster. Antes de que Zeppelin se tragara el planeta a bofetadas de volumen. Pero OJO, no esperes cuentos de hadas ni relatos de prodigios divinos: Possessed fue un destello rabioso, un incendio en un basurero, demasiado intenso para sobrevivir a la estupidez del mundo real. En 1971 grabaron Exploration, un disco que debería haber pateado puertas… pero el destino —ese imbécil con mal humor— decidió esconderlo en un cajón. Cosas del negocio, ya sabes: ejecutivos miopes, mala suerte, y ese sabor amargo que te deja ganas de tirar un amplificador por la ventana solo para ver si enciende algo en el universo.

Los rumores dicen que en Houses of the Holy hay un guiño descarado a Vernon: un solo en “Over the Hills and Far Away”, justo al minuto 3:00, que suena a él como si su fantasma hubiera decidido dejar un pedo eléctrico en la grabación. Y sí, Exploration también tiene un tema llamado “Climb the WoodenHills”, como si la banda quisiera dejar migas de pan para quienes aún creen que las leyendas pequeñas también importan. Y luego vino el golpe bajo. No la tragedia poética de los libros, no: la tragedia real, absurda, grotesca. 1976. La furgoneta del grupo se estrella contra un camión cisterna estacionado. Tres muertos. Sin cámara lenta, sin violines, sin nada. Solo metal retorcido y una historia cortada de cuajo justo cuando estaba empezando a sonar a algo grande.

Décadas después, Exploration, resucitado desde las cintas originales, emerge como un grito que se negó a apagarse. Un pedazo del underground británico arrancado del olvido a punta de terquedad. Un disco que no buscaba caerle bien a nadie… y que justamente por eso merece ser escuchado por los que coleccionan reliquias rotas.

 Ahora que ya te dejé la sangre hirviendo y el polvo flotando en el aire…Aquí mi impresión personal del álbum:

Un álbum que me deja un poco insatisfecho. No recordaba mucho de él; es más, la última vez que tuve una sesión con Exploration lo recordaba intenso y sucio. Ahora, regresando a él después de tantos años, me he topado con una obra que está en la línea del promedio, con un sonido pesado, ligado a ciertos elementos psicodélicos y con una cuota de acidez ligera. En sus surcos el fantasma de Zeppelin flota en algunos momentos y, por cosas de esas, me recuerda un poco a las primeras insurgencias de la banda. Quizás esto sea por la conexión entre Vernon y Plant; pero bueno, no soy un sabedor para decir si esto fuera un factor del sonido de Possessed. Quizás tan solo sean pajas mentales mías, pero me da la impresión de que hay algo de eso clavado ahí. En fin.

 Saliendo de mis “delirios habituales”, debo decir que una de las cosas que este álbum trae consigo es su performance, algo de apreciar y que rescato. Tiene una buena ejecución; por momentos logra tener chispazos prog que calan bien. Pero algo que le quita peso a todo lo que arrastra es la producción, que no está a la altura de la calidad de la banda, y la labor vocal, que no le hace justicia. Aunque le da un toque más “punk”, aquí no va ese rollete. Por lo tanto, con esos dos factores, la experiencia baja y no cubre lo que uno suele pedir.

Sin embargo, si eres de los que pasa por alto aquello, tendrás una buena dosis de riffs, sonido heavy y esa irreverencia de la época. Un álbum con altibajos, pero encaminado para aquellos que gustan de sonidos sucios, poderosos y tronadores, como Vincebus Eruptum o el homónimo de los peruanos Tarkus. Un álbum de CULTO puro y duro que merece una oportunidad por lo mítico que es, aunque el sonido te tire para atrás.

 Hasta más vernos.

 Mini-datos:

  • Un vínculo inesperado con Led Zeppelin: Vernon Pereira había tocado con Robert Plant en sus días pre-Zeppelin. Por eso muchos oyentes “escuchan” ecos plantianos en ciertos fraseos y arreglos de Exploration, aunque la conexión nunca se confirmó oficialmente.

  • La canción gemela perdida: El álbum incluye Climb the Wooden Hills, título idéntico al de un tema de Led Zeppelin que nunca llegó a existir oficialmente. Su origen sigue siendo un misterio: ¿homenaje, coincidencia o guiño privado entre viejos colegas?

  • Grabado a destiempo, lanzado aún peor: Aunque se grabó en 1971, Exploration quedó archivado por decisiones internas del sello. El disco no vio la luz hasta décadas después, rescatado desde las cintas maestras originales.

  • Un final brutal que congeló a la banda para siempre: En 1976, la furgoneta de la banda chocó contra un camión cisterna estacionado. Tres miembros murieron. Possessed desapareció de golpe, convirtiendo su único álbum en un fragmento trágico y mítico del underground británico.

01. Darkness, Darkness
02. Love That You Gave
03. Exploration
04. Climb the Wooden Hills
05. Dream
06. All Night Long
07. Disheartened & Disillusioned
08. Thunder & Lightning
09. Love 'Em & Leave 'Em
10. Exploration Pt. II
11. Reminiscing
12. I See the Light

CODIGO: H.1-9




Anexo:

Blue Cheer – Outsideinside 

Hay discos que parecen haber sido grabados con dinamita en vez de micrófonos, y Outsideinside es uno de esos artefactos primigenios donde el volumen no es un recurso: es la religión. Este segundo estallido de Blue Cheer comparte con Exploration esa misma aura de electricidad sucia, descontrol creativo y espíritu outsider que no busca agradar, sino arder. Ambas obras respiran el mismo aire cargado de feedback, ese oxígeno áspero donde el rock es más instinto que estructura. Si Possessed es la criatura olvidada del West Midlands, Blue Cheer es el meteorito californiano que abrió la grieta por donde escaparían todos los sonidos pesados que vendrían después. Escuchar Outsideinside tras Exploration es como asomarse a un túnel donde el caos tiene textura, peso y un misticismo rudo que solo los visionarios del ruido podían invocar.



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