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Icecross - Same


Some say that this is heavy metal, but i don't really hear too much elemennts on it, maybe is because the darkness and the lyrics, and also it's definitively NOT prog rock in any sense, it's actually more proto-punkish heavy psych with a very dark, pessimistic and nihilistic vibe, it actually sounds like a heavier version of the american band Mad River.

Early metal masterpiece that's marred only by a pedestrian opener. But once you make it to track two, you're in for a downer trip to hell, as your girl leaves you, you're accosted by Jesus freaks, and your city burns down to the ground from a nuclear holocaust. Yeah, life sucks, and you're in Iceland.

"Look into the future and you'll see the end,
cities burnt down to the ground, no sign of life,
human race has ended..."

Icecross: Ecos Negros Desde el Fin del Mundo

Solía perderme demasiado en las ondas sonoras de Icecross, pero en su momento no reconocía su labor como banda pionera. Me “prendía” de esa postura oscura y maldita que tenían, pero no apreciaba su performance en toda su plenitud. Hoy, con esta nueva aventura sonora, me doy cuenta de que durante años escuchaba como un lobo hambriento, devorando sin realmente valorar lo que consumía. Caray, qué poco me había "emplumado".

El tiempo, sin embargo, es sabio. En ese proceso he aprendido a detenerme, a saborear, a dejar que la música se asiente y se despliegue. Ahora me tomo el tiempo para apreciarla como se merece. Y pienso: en estos tiempos ya casi nadie se da la molestia de sentarse a escuchar largas sesiones, sin distracciones, dejando que la música se apodere de uno. Son otros ritmos, otras velocidades. Pero solo aquel que de verdad ama la música encuentra ese espacio, porque la música es un amante celoso: siempre exige atención y, cuando se la das, te premia tocándote el alma. En 1973, Icecross lanza un álbum legendario que desprendía un aura macabra. Esa atmósfera les otorgó la reputación de “malditos”: quizá por sus letras oscuras, su actitud, o simplemente por la densidad lúgubre que proyectaban. Para muchos, esta banda islandesa fue un eslabón más en la cadena que acabaría forjando lo que hoy llamamos metal. Algunos incluso la consideran una de las primeras manifestaciones embrionarias del black metal.

Ese punto se refuerza con su portada: un esqueleto humano enfrentado a su monstruosa contraparte, con una cruz esmerilada que insinúa una postura anti-religiosa. No puedo afirmar con certeza que haya sido influencia directa para lo que vendría después, pero la semilla quedó impregnada en el tiempo. Y con eso basta para reconocerlo como un álbum crucial, tanto en la historia del metal como en la de Islandia misma: una de las pocas —si no la única— bandas islandesas inspiradas por Black Sabbath en ese momento.

Contraportada del acetato donde se aprecia a la banda junto a un colaborador del álbum

Hoy pienso que este disco sobrepasa lo que llamamos culto. En su día no le presté la debida atención, pero ahora, con otra perspectiva, me parece una joya subterránea y adelantada a su época. Suena a hard rock con tintes psicodélicos, destellos progresivos y ecos que beben de Black Sabbath, King Crimson y Blue Öyster Cult. La banda entrega riffs filosos, cambios de ritmo, atmósferas proto-metal y paisajes oscuros que construyen una experiencia intensa. Sí, tiene limitaciones, pero saben sortearlas con fiereza, generando un sonido potente, áspero y penetrante. Algunas piezas como A Sad Man’s Story,The End o Wandering Around rompen un poco la magia oscura, pero incluso en esos quiebres hay un pulso personal. La mayor parte del disco es un viaje abrumador hacia tierras infernales: guitarras filudas, voces desgarradas, percusiones frenéticas y un bajo decadente que sostiene todo el peso.

Icecross es un álbum mítico, visionario, de culto. Otro santo grial de lo raro y lo oscuro, durante años joya de coleccionistas hasta que fue reeditado y rescatado del abismo. Hoy, escucharlo todavía resulta opresor y desbordante: merece su lugar en el altar de las masterpieces. Hasta más vernos.

Mini-datos:
  • El álbum fue grabado en Rosenberg Studio Copenhagen 197. Fue publicado solo en Islandia y solo se hicieron 1000 copias.
  • La banda era popular en Islandia, pero con una población de solo unos pocos cientos de miles encontró más éxito una vez que se mudaron al extranjero a Copenhague, Dinamarca, donde grabaron su único álbum. Debido a la corta existencia de la banda, el álbum original se había convertido en un artículo de colección muy  deseado durante décadas hasta que fue editado oficialmente en formato CD por el sello italiano Dodo Records en el 2001. OJO en el 96 existió una edición pirata en formato CD.
  • En muchos sentidos, esta banda podría considerarse una predecesora de la escena de los 80, excepto que probablemente nadie haya oído hablar de ellos fuera de Islandia y la capital danesa.

01. Solution
02. A Sad Man’s Story
03. Jesus Freaks
04. Wandering Around
05. 1999
06. Scared
07. Nightmare
08. The End

 CODIGO: M-44



Anexo:

Bolder Damn - Damn Mourning 

En las mismas catacumbas donde resuena Icecross, se escucha también el eco de Bolder Damn, una banda norteamericana que en 1971 dejó caer un único y abrasivo manifiesto: Mourning. Apenas un susurro en su tiempo, pero cargado de furia proto-metal, atmósferas oscuras y una rabia juvenil que rozaba lo apocalíptico. Si Icecross fue la sombra gélida del norte, Bolder Damn fue el incendio crudo del sur. Ambos discos se tocan desde la penumbra: riffs desbordados, climas sombríos, esa sensación de que algo nuevo y peligroso estaba germinando bajo la superficie del rock. Hoy, escuchar Mourning es asomarse a otro de esos tesoros ocultos que dialogan con el álbum islandés como dos espíritus condenados que, sin conocerse, levantaron su altar en paralelo.



 

 

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