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Booker T & The MGs' - McLemore Avenue


The world view of the Fab Four, Art (Paul) Politics (John) Fun (Ringo) Spirituality (George) is turned into the down home Soulsville USA view of Blood (Cropper) Sweat (Dunn & Jackson) Tears (Booker) and it works really well.

Una vuelta por la Avenida McLemore en Memphis, Estados Unidos.
Allí se encontraban los estudios STAX, donde Booker T. & the MG's grabaron en 1970 un disco que recreaba el "Abbey Road" de los Beatles, pasado por el tamiz de la música afroamericana de los M.G's a lo largo de 4 cortes instrumentales totalmente deslumbrantes.

Booker T. & The M.G.’s: La Otra Banda que Cruzó la Calle

Los Beatles se acababan de disolver oficialmente, dejando tras de sí una estela de canciones, revoluciones y rupturas estilísticas. Abbey Road, su último trabajo grabado en conjunto, todavía vibraba en los tocadiscos del mundo como una suerte de epílogo majestuoso. Al otro lado del Atlántico, en Memphis, Tennessee, un grupo legendario del soul instrumental —Booker T. & The M.G.’s— escuchaba ese disco no solo como fans, sino como músicos. Y decidieron hacer algo poco común: rendir homenaje en su propio idioma. El resultado fue McLemore Avenue, un álbum tributo que toma su nombre de la calle donde estaba Stax Records, sello que albergó la voz del sur negro de los Estados Unidos. Si Abbey Road representaba el arte pop británico en su punto más pulido, McLemore Avenue devolvía el golpe con groove, calidez y sabor a soul. No era un cover al uso. Era una relectura desde otra esquina del mapa cultural.

En una época de tensiones raciales, desencanto social y grandes transiciones musicales, Booker T. & The M.G.’s demostraron que el lenguaje del alma podía cruzar fronteras, absorber influencias, y devolverlas con respeto, ingenio y una elegancia desarmante. McLemore Avenue es más que un tributo: es una conversación musical entre continentes. Una prueba de que, cuando la melodía es buena, el alma encuentra nuevas formas de decirla… Pero más allá del contexto, lo que me mueve a hablar de este disco hoy es otra cosa…Aquí mis impresiones:

Arte interno del acetato donde se aprecia a la banda.

Un tributo con alma, groove y algo más que nostalgia

Y aquí estamos otra vez, mis querid@s compañer@s de escucha, listos para abrir otro pasaje del archivo sonoro, de esos que no siempre hacen ruido, pero que resuenan largo rato en el corazón. Hoy me vine con un disco especial. No es raro, ni oscuro, ni especialmente difícil de conseguir. Pero sí tiene algo que pocos álbumes tributo logran: alma propia. Me refiero a McLemore Avenue, el tributo que Booker T. & The M.G.’s le rindieron a Abbey Road de los Beatles. Un homenaje instrumental que, más que imitar, reinventa y reimagina. Y lo hace con una naturalidad que desarma. Debo confesar que he escuchado varios tributos Beatle en mi vida —unos más barrocos, otros más tímidos—, pero este... este tiene "gancho". Tiene swing, tiene escuela, tiene esa cosa que no se estudia ni se planea: el groove que te toma por sorpresa y te hace sonreír sin darte cuenta.

Volver a este disco fue como estirarse en la cama un sábado por la tarde, con la ventana entreabierta y sin ninguna prisa por levantarse. La música fluye como una corriente cálida, y cada versión Beatle se siente como una brisa conocida, pero con perfume distinto. Hay momentos en que el órgano de Booker T. se vuelve sencillamente hipnótico, y otros donde el enfoque jazzístico de los arreglos termina empalmando de forma gloriosa con la estructura de las canciones. Es un disco 99% instrumental, sí, pero no lo necesita más. La voz aquí la pone el alma del grupo, ese pulso elegante y relajado que sabe cuándo detenerse, cuándo acentuar, cuándo dejar espacio para que la melodía respire.

¿Mi recomendación personal? Escuchen su versión de "Day Tripper". Es como ver un atardecer familiar desde otro rincón de la ciudad. Sé que esta reseña salió más desde la entraña que desde la razón. No es una crítica académica ni técnica, y tampoco pretende serlo. Como ya saben, mi intención con este blog no es pontificar sobre lo correcto o incorrecto, sino compartir lo que siento cuando un álbum me toca la piel. Y este disco, sin duda, me la tocó. Así que ahí lo tienen. Un tributo con personalidad, sin grandilocuencia, pero con muchísimo sabor. Una pequeña joya para dejarse llevar… y para volver a creer que lo clásico también puede renovarse sin perder su esencia.

Nos leemos pronto.
Hasta más vernos.

Mini-datos:
  • La calle como homenaje: McLemore Avenue toma su nombre de la calle donde se encontraba Stax Records, el legendario sello de Memphis donde Booker T. & The M.G.’s grababan. Es su respuesta directa al Abbey Road de los Beatles, que inmortalizaba la calle londinense del estudio EMI. Incluso la portada del disco parodia aquella imagen, con los músicos cruzando la calle frente a Stax, guiño visual tan claro como lleno de intención.

  • Un tributo espontáneo: Booker T. Jones quedó profundamente impactado al escuchar Abbey Road por primera vez. Dijo que no pudo dormir esa noche. La idea de McLemore Avenue surgió como un acto casi inmediato de admiración: “Quería rendirles homenaje a mi manera. Sentí que Abbey Road era la cima de la música pop, y nosotros queríamos hablar con ellos desde nuestro lenguaje”.

  • Improvisación, alma y respeto: El álbum fue grabado en su mayoría en una sola toma por tema, con arreglos que, si bien respetaban las melodías originales, fueron reimaginados a través de la improvisación y la estructura del soul-jazz sureño. Es casi una “conversación instrumental” con los Beatles, donde cada silencio y cada órgano Hammond tiene su respuesta.

01.Medley: Golden Slumbers/Carry That Weight/The End/Here Comes The Sun/Come Together
02.Something
03.Medley: Because/You Never Give Me Your Money
04.Medley: Sun King/Mean Mr. Mustard/Polythene Pam/She Came In Through The Bathroom Window/I Want You She's So Heavy

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