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Gomorrha - Turned To See Whose Voice It Was


I feel a connection with the creativity put into this album and I feel that it should not have been forgotten in time.

It's probably their most famous work although it's still a pretty underground release.

"I Turned To See Whose Voice It Was" is not as spacey as their last release but this puppy is a rocker. It is full of jamming hard krautrock that's all over the place. A little buzz and headphones could make this a masterpiece. Great dual lead hard rock guitars and keyboard play dominate this platter. This is, in my opinion, one of the best jamming hard rock albums to come out of Germany in the seventies.

"Si tuviera objetivos políticos, nunca pensaría en hacer música. Me quedaría con el texto como el medio de elección".
@Peter Otten (Vocalista de la banda)

Gomorrha y El Disco que Respira con Dientes

¿Quién dijo que en Alemania solo se fabricaban motores de precisión y cerveza de trigo? Gomorrha responde con un segundo álbum que es más bien una emboscada sonora, una navaja oxidada lanzada desde la trinchera de la confusión lisérgica hacia el corazón del hard prog. Porque "Turned to See Whose Voice It Was" no es una continuación, es una mutación, un portazo en la cara al caos psicodélico de Trauma. Aquí no hay tiempo para el desmadre narcótico: la banda ha dejado el ácido reposar en un vaso de plomo y lo ha mezclado con riffs bien cocidos, estructuras endurecidas y atmósferas que huelen más a sótano sudoroso que a "jardín astral". Lo que alguna vez fue desvarío se ha vuelto diseño. Lo que fue búsqueda se convirtió en afirmación. Y aunque aún quedan rastros de incienso y reverberación kraut, Gomorrha se ha puesto los pantalones pesados y ahora juega en otra liga, una donde el progresivo no es sinónimo de pirueta gratuita, sino de intención venenosa.

Gomorrha renace entre escombros psicodélicos: más afilados, más oscuros, más ellos

Gomorrha da un paso más hacia el terreno progresivo y nos entrega una obra potente y bien entregada. La banda ha evolucionado: ahora suena más seria, más firme, dejando atrás parte del atasco psicodélico de su primer trabajo. Aun así, es imposible ignorar los ecos del Krautrock que persisten como sombras sónicas. Se han reinventado, proyectándose hacia un terreno más próximo al Hard Prog, y adoptando una postura decididamente HEAVY. Si en Trauma se vislumbraban ciertos ligues con el rock pesado, aquí directamente cruzan la línea. No hablamos de densidad o de metal primitivo: hablamos de una arquitectura sonora que parte de una base heavy para extenderse de forma ecléctica. Los elementos progresivos, los matices psicodélicos y ese espíritu kraut siguen presentes, pero están fusionados con una nueva dirección, más firme, más feroz, más refinada.

El álbum fascina por su equilibrio entre fuerza y fluidez. Cambios de tiempo, riffs electrizantes, atmósferas ácidas, arreglos que rozan la arrogancia, y una paleta ecléctica de influencias que mantienen viva la llama del llamado rock progresivo alemán. Turned to See Whose Voice It Was se siente más centrado, más maduro, con un enfoque claro hacia el Hard Prog. Se pierde algo de esa efervescencia caótica de la primera entrega, sí, pero se gana precisión y una entrega instrumental superior. Es, sin duda, una obra más que recomendada.

Las diferencias con Trauma son notables: mejor producción, mejor ejecución, y una dirección conceptual más clara. Hay un cambio evidente en la composición y en la manera en que estructuran los temas, como si el grupo hubiera descubierto su propio manual de alquimia sonora. Lo que emerge es un sonido grueso, filoso, compacto y vibrante. Es una fusión intensa de Rock, Progresivo, Blues y Krautrock, todo batido dentro de una coctelera furiosa y bien alemana. ¿Cómo definirlo? Krautrock Heavy, quizás. Un sonido que se balancea entre lo filudo y lo cósmico, entre lo cerebral y lo corpóreo. Cada canción vibra con intensidad, con una ejecución que destaca por el vigor de sus riffs —verdaderas espinas dorsales del disco— y por esos arreglos que emergen entre nieblas ácidas y ráfagas progresivas. La banda se luce, se esmera, y con ello logran elevar el nombre de Gomorrha al panteón de culto. No será un esencial del género, pero Turned to See Whose Voice It Was se consagra como una de las puestas más sólidas del movimiento alemán setentero. Una obra que no baja la voz: la levanta con furia, psicodelia y precisión.

Impresiones Personales: La Voz Después del Ruido

Volver a este álbum ha sido como reencontrarme con un viejo amigo que, sin saberlo, había madurado más de lo que recordaba. Tenía en la memoria a Turned to See Whose Voice It Was como una obra potente, sí, pero menos punzante que Trauma. En aquellos días me había parecido que, en su evolución hacia una forma más "madura", el grupo había dejado atrás algo de esa chispa primitiva, esa locura dulce que solo el caos puede producir. Creí, tal vez ingenuamente, que esa sobriedad le restaba alma. Pero algo cambió esta vez. Tal vez fui yo. Tal vez fueron los años. Lo cierto es que al volver a escucharlo, ya no percibí pérdida, sino ganancia. Hay un halo de sobriedad aquí que no pesa: engrandece. Es un disco donde la libertad creativa respira sin obstáculos. No hay cortapisas ni presiones externas; se siente que la banda está en su elemento, construyendo a placer una obra que se afirma con cada compás. Y vaya que se afirma. Lo que antes vi como calma hoy lo interpreto como confianza. Una seguridad que no necesita del exceso ni del desborde. Porque este álbum es un manjar sonoro de su tiempo: rico en matices, cargado de texturas, con una ejecución vocal que convence sin alardes. No busca llamar la atención, simplemente la retiene.

Quizás no tenga el filo ácido de Trauma, pero no olvidemos que aquel debut nació en un contexto de apuro, limitación y crisis. Aun así, dejó huella. Pero Trauma nunca fue la obra que querían hacer —fue la que pudieron hacer. Turned to See Whose Voice It Was, en cambio, es otra cosa. Es la revelación de una esencia plena, de una identidad que por fin encuentra su voz. Irónico, ¿no? El título lo decía desde el comienzo. Hoy lo escucho con otros oídos, y puedo decirlo sin duda: este es un álbum excelente, bien definido, con carácter propio. Una de esas obras que no necesitan ser "grandes" para hacerse inolvidables. Una voz que volvió para quedarse.

Epílogo: Cuando la voz que escuchas es la tuya disfrazada de eco

Hay discos que llegan como tormentas eléctricas. Otros como mensajes olvidados en una botella sellada hace cincuenta años. Este álbum... es más bien una puerta. Una puerta que se abre hacia dentro. Porque cuando Turned to See Whose Voice It Was comienza a girar, no estás escuchando solamente a Gomorrha: estás escuchándote a ti mismo enfrentado a la idea de cambio, de madurez, de lo que uno deja atrás cuando el ruido cede y solo queda la forma.

Y es que no hay psicodelia sin sombra, ni progresivo sin riesgo, ni krautrock sin una mínima dosis de extravío. Este disco tiene todo eso, pero lo esconde bien, como quien guarda un cuchillo en una biblia. No grita, no se arrastra, no explota: resuena. Y en ese resonar se vuelve ritual. Un testamento de una época que no buscaba complacer, sino descubrir. Una voz que se volvió música, y una música que aún nos sigue diciendo algo. Porque a veces, para saber de quién es esa voz que escuchamos al fondo, hay que girar del todo. Hay que volver a mirar. Hasta más vernos.

Mini-datos:
  • La banda recibió el apoyo del legendario productor Conny Plank,  pero también de la mítica Brain Records. La gente de Brain Record vio el potencial que tenían y no dudaron en aceptarlos para que firmen en su sello. Esto de alguna manera también fue importante porque les dio libertad artística completa y el tiempo necesario para crear el álbum que realmente querían.
  • A diferencia de Trauma que fue producida en 2 semanas, Turned To See Whose Voice It Was fue concebida en tan solo 4 días.
  • La banda sonaba relajada y a pesar de que sus fantasías (a veces siniestras)creaban un estado de ánimo apocalíptico, su guitarra y el sonido dominado por el órganos tenían una sensación liberadora y optimista. Otten utilizó las experiencias que tuvo en su vida diaria para sus letras, creando así imágenes privadas sin mostrar ninguna inclinación hacia la crítica social.

  • Brain Records reconoció el potencial de la banda y les dio plena libertad artística para grabar lo que se convertiría en su único álbum oficial. Gomorrha aprovechó la oportunidad para crear un documento típico e influyente de la música rock alemana que sufrió un período de cambio radical en ese momento. Siguiendo la ambición valiente de dar a la música rock alemana un foro adecuado, Brain hizo lo lógico cuando decidieron apoyar y promover a Gomorrha. Sin embargo, no era el momento adecuado para una conciencia de rock alemana individual. Los fanáticos siguieron sin cuestionar los impulsos provenientes de Gran Bretaña y Estados Unidos y pasaron por alto, al menos inicialmente, el movimiento de bandas de rock alemanas independientes. Gomorra fue víctima del espíritu de ese tiempo. Los músicos no estaban preparados para tomar las inseguridades que vienen con la vida como artistas, por lo que se separaron en 1973 y volvieron a sus trabajos habituales.

01. Dance On A Volcano
02. Opening Of The Sealed Book
03. Dead Life
04. I Turned To See Whose Voice It Was
05. I Try To Change This World
06. Titish Child

CODIGO: E-36



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