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Locomotiv GT - Same


Sleazy hard prog with a melodic touch; ideal for date night at your local dive bar. Although the quality decreases in the second half, by that time your attention will be pinned on what might happen afterwards.

This band from Hungary gets lumped in with progressive rock bands, even though theres only a few such pieces. Still it's all semi enjoyable and interesting rock music that's not quiet dirty enough for me.

Cuando Hungría Ruge: La Epopeya Sonora de Locomotiv GT

En el vasto tapiz del rock progresivo europeo, Locomotiv GT se alza como una obra seminal que, sin ambages, revela la pujanza y la sofisticación de una escena aún por descubrir plenamente. Este álbum, que podría definirse como un delicado equilibrio entre la audacia progresiva y la contundencia del Hard Rock, se presenta no solo como una expresión artística, sino como un manifiesto cultural de una época y un lugar. Sus líneas melódicas y rítmicas transcurren por senderos en los que la experimentación se entrelaza con la firmeza sonora, produciendo una experiencia musical que desborda intensidad y riqueza tímbrica. La banda despliega con maestría una variada paleta sonora, que atraviesa sin esfuerzo la heterogeneidad estilística para fundar un discurso musical coherente, profundo y, sobre todo, intenso.

Esta naturaleza ecléctica, cimentada en un concepto de crossover tan ambicioso como exitoso, dota al álbum de una singularidad casi ritual. Cambios de tempo calculados, arreglos sofisticados, y una amalgama sutil pero audaz de fusiones entre Jazz, Rock y Blues crean un universo sonoro exótico y de primera línea, realzado por el enigma y la belleza de su lengua materna. Locomotiv GT se erige como un catálogo sonoro donde la versatilidad se convierte en virtud: del Blues & Rock más clásico a la fuerza bruta del Hard Rock, sin omitir la complejidad armónica y rítmica del Rock Progresivo y la emotividad de las baladas poderosas. Esta mixtura demuestra un dominio técnico y creativo digno de admiración.

En suma, esta obra no solo representa una propuesta musical, sino el inicio de un capítulo trascendental en la historia de la música húngara. Hoy se reconoce su importancia como uno de los pilares fundamentales que dieron forma al rock en su región, un disco que, más allá de la mera escucha, invita a la reflexión y al reconocimiento de un legado invaluable.

Impresiones Personales: Lengua, Ritmo y Alma

Déjame contarte, desde lo más sincero, que este álbum me atrapó desde el primer segundo. Hay algo en la fórmula que aplican, esa mezcla que no se rinde a etiquetas ni fronteras, que me hizo quedarme pegado a cada nota. Y no puedo dejar de mencionar el idioma: escuchar a la banda cantar en su lengua natal, tan elegante y vibrante, le da un aire mágico, como un secreto compartido solo con quienes se animan a escuchar más allá de lo obvio.

Claro, no es un disco perfecto —y eso, si me lo preguntas, es parte de su encanto—. Tiene esos riscos, esos bordes ásperos donde algunas fusiones no terminan de encajar del todo, pero hey, esa es solo mi opinión personal, y créeme, no debería influir en la experiencia que tú tengas con este álbum. Lo que sí puedo decirte es que es una obra exquisita, un viaje progresivo con detintes eclécticos, donde la precisión instrumental y la experimentación se dan la mano para construir un mundo sonoro único. La banda muestra un estilo muy particular, una personalidad sonora que dice mucho sin necesidad de grandes discursos. Y eso, amigo mío, para mí significa un álbum de culto sin discusión. Porque más allá de su lugar en la historia de la música húngara, y del talento que despliegan, este disco merece ser reivindicado. No es solo un recuerdo de fama pasajera; es un testimonio de una época en la que la música se atrevía a romper moldes, mezclando influencias que venían de Inglaterra y Estados Unidos para crear algo propio y brillante.

Su brillo artístico se mantiene intacto con el paso del tiempo, y aunque la banda evolucionó, nunca perdió ese sello personal que los distingue. Este debut es una oportunidad apoteósica para redescubrir un capítulo fascinante de la historia del rock, para sentirlo cercano y actual. Así que, si te animas a darle una escucha con mente abierta, te prometo que te llevarás una grata sorpresa. Hasta más vernos. 

Mini-datos:
  • Las letras fueron escritas por Anna Adamis (esposa de Laux), quien proporcionó letras a la mayoría de las canciones de la banda Omega entre 1968 y 1970.

  • En 1972, la banda fue invitada a tocar junto al legendario Joe COCKER.

  • El tecladista Gabor Presser tenía una impecable técnica y una creatividad valió. Su talento le valio para ser invitado a participar en la sesiones de grabación de Cream y The Kings.

01. Egy dal azokért, akik nincsenek itt
02. A Napba öltözött lány
03. A kötéltáncos álma
04. A tengelykezű félember
05. Hej, én szólok hozzád
06. Ezüst nyár
07. Ordító arcok
08. Sose mondd a mamának
09. Nem nekem való
10. Royal blues (Gipszeld be a kezed)

CODIGO: M-6



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