TRANSLATE

Diabolus - High Tones


Really consistent album by this early 70's UK progressive band who were based in Germany (like their labelmates Nektar). This is very nice stuff that will really appeal to fans of bands like Indian Summer, Fantasy, Raw Material, and the "Vertigo sound". I guess you could call it proto-prog. It has some really good drumming, sax, flute, and guitar. The only reason I don't give it 5 stars is that, like a lot of the early 70's UK "proto-prog", it is a bit dated. But, like the reviewer below stated, this album has not been represented well on CD. The Sunrise, and Witch and Warlock issues are pirate releases, and Akarma.....well.....that label has always been questionable at best. It would be nice to see a legit release with a nice booklet and packaging come out of this
.

Diabolus: La Banda que el Mundo Olvidó

Hay discos que no buscan ser monumentos, pero terminan siendo refugios. High Tones de Diabolus es uno de esos. Un álbum perdido en la polvorienta repisa de la historia, hecho por una banda que el mundo olvidó antes de conocerla, y sin embargo, cuando uno se detiene a escucharlo con la atención que merece, algo dentro hace clic.

Diabolus bebía de las aguas revueltas del "progresivo primitivo", ese caldo fértil de inicios de los setenta donde todo estaba por inventarse. Pero lo hacía con modestia. Su identidad aún era un bosque en formación: rica en matices, pero todavía sin un tronco firme que sostuviera su sombra. High Tones no es una obra maestra en el sentido estricto. No hay suites desbordadas, ni demostraciones de virtuosismo descontrolado. Lo que hay es un eclecticismo sobrio, a ratos engreído, que se asoma a distintas ventanas del rock sin instalarse en ninguna. El alma del disco es bronce y madera. Metales que cortan el aire con ímpetu jazzístico, y una base instrumental que roza lo folk, lo sinfónico y lo fusionado. El “sonido Diabolus” resulta así una criatura esquiva: a veces jazz rock con trajes de brass band, a veces progresivo de pasillos estrechos y texturas cuidadas.

Pero lo más sorprendente es su calidez. Una calidez que, sin necesidad de épicas grandilocuentes, logra envolver y convencer. Una dinámica interna que respira y se agita, como un organismo que supo adaptarse a su tiempo sin buscar domarlo. No cambiará tu mapa mental del progresivo, pero sí puede colorearlo con un tono inesperado. Y en este blog, donde se celebran los discos que habitan los márgenes, Diabolus se gana su lugar como esos héroes menores que aún nos susurran algo valioso desde la penumbra del olvido.

Impresiones personales: El discreto valor de sonar distinto

La primera vez que escuché High Tones fue como meter los pies descalzos en una playa escondida en pleno verano: fresca, inesperada, curiosamente bienvenida. Diabolus me salió al paso sin anunciarse, como un amigo bohemio que no ves hace años y aparece con una botella de vino y teorías extrañas sobre el tiempo. En aquel entonces, la ola me pareció simpática. No brillante, pero sí lo suficientemente chispeante como para quedarme a flotar un rato más.

Pasaron los años —más de ocho, como quien dice— y ahora, al volver a sumergirme en sus aguas, la experiencia fue más tibia, más comedida, como reencontrarse con ese amigo y darse cuenta de que sigue teniendo encanto, pero también algunas repeticiones en su repertorio. La banda no es exactamente una esfinge progresiva. No. Es más bien un animal prog-related, de esos que picotean en varios comederos: un poco de jazz rock, un pellizco de folk, y esos brochazos progresivos que se cuelan, sí, pero como quien no quiere la cosa. No hay opulencia crimsoniana ni laberintos de "gigantes gentiles" Aquí hay otra cosa: melodías que coquetean con el desenfado de Jethro Tull, arreglos que hacen ojitos a los primeros Beggar’s Opera, y una atmósfera que, sin buscar la cima, se pasea por la ladera con una sonrisa de medio lado. ¿Esperaba más? Tal vez. Pero en esta segunda escucha descubrí algo que antes se me escapaba: el carisma jazzie que vibra entre los silencios. Un encanto modesto, casi casero, que no pretende impresionar a nadie, pero que se las arregla para no defraudar. Y eso, al final del día, es algo que no se le puede pedir a todos los discos. Algunos nacen para reinar. Otros, para quedarse contigo como fondo musical en una tarde de nostalgia. High Tones es eso: un disco que no exige reverencias, pero sí una escucha honesta, a corazón abierto y orejas limpias. Como debe ser.

Mini-datos:
  • Hay muchos datos, algunos inexactos y otros confirmados al 100%. Se dice  que el cuarteto se originó en Oxford con la sugerencia de los hermanos Hadfield: John (guitarra principal, voz) y Anthony (bajo, voz). La presencia de un baterista alemán (Ellwood von Seibold) dio un matiz inusual a la apariencia externa de Diabolus.

  • Bellaphon Records, con sede en Frankfurt, "produjo" el disco en dos versiones: el lanzamiento de vinilo de 1971 salió sin una referencia directa al "editor" (la insignia estaba escondida debajo del empaque), mientras que el sobre del LP de 1972 estaba adornado con orgullo con el logo de Bellafon. Los miembros de la banda se enteraron de la operación aventurera solo un cuarto de siglo después.

  • Después de algunas consultas, los músicos compraron los derechos de autor de su propia herencia de audio (la matriz)  y en 2004 se presentó al oyente el único álbum de Diabolus en formato CD.

01. Lonely days
02. Night Clouded moon
03. 1002 Nights
04. 3 pieces suite
05. Lady of the moon
06. Laura Sleeping
07. Spontenuity
08. Raven's call

CODIGO: B.1-38



Comentarios