GÄA - Auf Der Bahn Zum Uranu
Like Necronomicon "Tips Zum Selbstmord", this is rough around the edges but tantalizingly creative hard psych. But while Necronomicon tend to be a bit on the apocalyptic side, GAA's heads are firmly in the stars (as if the album title (which translates to "On The Way To Uranus" *chuckle chuckle*). A damn trippy good time.
A sort of rural-based krautrock - the kind Germany's "hicks" would have played outside of the cultural centers - similar (but inferior) to Rufus Zuphall's debut. Only the first track is truly great, but the band's consistent enthusiasm and the somewhat amateur production imbue the whole album with considerable charm. Since I don't know German, I can't tell if "On the Path to Uranus" lends itself to the same multiple readings that we would expect in English.
Hay discos que no nacen para ser oídos, sino descubiertos. Como un anillo antiguo enterrado bajo hojas secas. Como un canto que sólo suena cuando nadie lo espera. Este es uno de ellos. Si vas a escucharlo, hazlo con auriculares y a solas, cuando la noche esté bien entrada. Si puedes, en medio del bosque. Si no, apaga las luces y deja que tu habitación se convierta en caverna. Porque lo que viene no es un disco, es un eco de algo que nunca pasó… pero que insiste en volver.
Parte I: Un susurro cósmico desde el bosque alemán
Entre las ruinas humeantes del sueño hippie, mientras la maquinaria post-industrial alemana comenzaba a sonar a sintetizador roto y bosque encantado, un grupo de jóvenes de Saarland decidió mirar hacia el cosmos con los pies enterrados en el musgo del folk progresivo. Así nació GÄA, criatura sonora de apariencia frágil pero corazón ardiente, que en 1974 dejó caer una piedra preciosa, ignorada en su momento: Auf Der Bahn Zum Uranus. Un título que sugiere un viaje espacial, pero no el que haría una nave de acero y turbinas. Este es un viaje de corte pastoral, donde el cohete es de madera, las estrellas son faroles de feria y la ruta está plagada de atmósferas suspendidas entre lo terrenal y lo etéreo. Gäa no grita, susurra. Su krautrock no es rabioso como Can ni abstracto como Faust: es contenido, melancólico, hipnótico. Algo así como si Amon Düül II se encontrara con un ensamble de trovadores fantasmas. La instrumentación se desenvuelve con una gracia enigmática: guitarras acústicas que se deslizan como niebla entre árboles, teclados que hacen las veces de luciérnagas psicotrópicas, y una voz en alemán que no recita, sino conjura. El resultado es una mezcla única de folk progresivo y space rock con sabor a cuento de hadas psicodélico. Sin estridencias, sin complejidades forzadas, pero cargado de intención y una belleza humilde. Es música que no necesita llamar la atención: te encuentra en la penumbra, te toma de la mano y te lleva a lugares olvidados.
Sin embargo, la historia no fue generosa con este encantamiento. Apenas 300 copias fueron prensadas. El resto, según cuenta la leyenda, fue destruido. Un acto trágico digno de una cinta de horror rural.
Parte II: Entrevista exclusiva con Werner Frey (tecladista y voz principal)
Entrevistador: Werner, el disco ha ganado culto con los años. ¿Cómo vivieron ustedes ese lanzamiento en 1974? Werner Frey: (sonríe con melancolía) En su momento, fue como lanzar un mensaje en una botella a un océano sin agua. Lo hicimos con mucho amor, pero no teníamos idea de promoción. Cuando nos dijeron que se habían vendido menos de 300 copias, sentimos que habíamos fracasado. Pero nunca dejamos de creer en la música.
Entrevistador: ¿Cómo fue el proceso de grabación? Hay una atmósfera muy especial...
Werner: Fue grabado en un estudio improvisado en el campo. Muchos de los sonidos surgieron de forma accidental: efectos creados con cintas viejas, reverberaciones naturales del espacio. Queríamos que sonara como un ritual, no como un producto. Y lo logramos, aunque eso nos dejó fuera del radar comercial.
Entrevistador: ¿Qué piensas hoy de Auf Der Bahn Zum Uranus?
Werner: Es como un diario íntimo que dejamos abierto en medio del bosque. Muchos años después, otros lo encontraron y comenzaron a leerlo. Y nos sorprende que aún resuene. La reedición del '92 en CD y luego el vinilo de Garden of Delights en 2007... fue como ver al viejo espíritu de Gäa volver a caminar entre la niebla.
Entrevistador: ¿Te parece justo que hoy se hable de este disco como "de culto"?
Werner: No me gustan las etiquetas, pero si significa que alguien lo escuchó en soledad y sintió algo verdadero, entonces sí... supongo que lo es.
Epílogo
Auf Der Bahn Zum Uranus es una gema que nunca quiso brillar a plena luz, pero que encontró su lugar entre quienes saben buscar en la sombra. Su canto es el de los árboles cuando nadie los mira. Y si tienes la fortuna de escucharlo de noche, en silencio, puede que entiendas por qué algunas naves solo despegan con los ojos cerrados.
- GÄA (Gaia) fue fundada en 1973 por Helmut Heisel (guitarra), Peter Bell (bajo) y Stefan Dörr (batería). Eran amigos de la escuela y habían aprendido a tocar en una banda llamada THE PHANTOMS. Más tarde GÄA tuvo más integrantes, ya que Günther Lackes se unió para tocar teclados, Werner Frey en guitarra y canto y Werner Jungmann tocando congas. Helmut Heisel dejó la banda en este momento.
- GÄA grabó en 1973 su primer álbum en el estudio de Alfred Kersten teniendo muy malas condiciones de grabación, y el material fue lanzado en una pequeña edición en vinilo llamada "Auf Der Bahn Zum Uranus"
01. Uranus
02. Bossa Rustical
03. Tanz Mit Dem Mond
04. Mutter Erde
05. Welt Im Dunkel
06. GAA
CODIGO: G-40
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