Kvartetten Som Sprangde - Kattvals
I believe that there is no bass player in this band and that "Fred Hellman" on Hammond is playing bass in some places. which is quite amazing
Even so this is a great Santana Sounding Fusion! i want more and live recordings!!! bring em out! i feel sad when i see great bands with only one album
Very rare album from the obscure label Gump. Instrumental rock with lots of guitar and groovy hammond organ, sounds like early Santana with some swedish folk. Great album with a nice cover!
Muy buen LP. Gracias tron!!!!
Fernando
En algún rincón del mapa, muy lejos del bullicio ácido
de Londres y de los sueños húmedos de San Francisco, algo empezaba a susurrar
bajo las nieves eternas del Norte.
Más Allá del Culto: Kattvals y un Vals de Medianoche para Almas Inquietas
Suecia, 1973. Una época en que el rock progresivo ya había extendido sus raíces por buena parte de Europa, enmarañándose con las músicas autóctonas, bebiendo del jazz, del folk, del espíritu rebelde de la tierra. Mientras el resto del mundo bailaba entre las explosiones del hard rock o se perdía en los laberintos sin fin del sinfonismo británico, en Estocolmo, un grupo de músicos visionarios decidía lanzarse al vacío con su propio lenguaje: Kvartetten Som Sprängde. Su nombre, que traduce algo así como "El Cuarteto que Estalló", ya era toda una declaración de intenciones: romper esquemas, estallar formas, liberar la música de las estructuras convencionales.
Kattvals —el vals del gato— nació de esa necesidad febril de experimentar, de mezclar lo refinado con lo salvaje. Un álbum que no se conforma con caminar las sendas del progresivo clásico: aquí se huele la humedad de los bosques nórdicos, el retorcido folklore popular, el jazz libre y la electricidad sin domesticar. Es un vals, sí, pero bailado por un gato salvaje en el tejado de un mundo en combustión lenta. Aislados pero atentos, Kvartetten Som Sprängde representa ese otro costado del progresivo: el que no busca deslumbrar por grandilocuencia, sino encantar desde la sutileza, desde la extrañeza, desde el rincón menos iluminado de la fiesta. Aquí no hay oropeles, ni grandes coros, ni epopeyas mitológicas: lo que hay es alma, riesgo, y un amor absoluto por el sonido.
En 1973, mientras Pink Floyd viajaba por la cara oculta de la luna y King Crimson moldeaba reinos de pesadilla, Kvartetten Som Sprängde dibujaba en silencio su propio mapa secreto. Kattvals es uno de esos discos que se susurran entre conocedores, como quien pasa de mano en mano una llave hacia un jardín oculto.
Kattvals: Jazz Nórdico para Espíritus Inquietos
En un año en el que las radios arden con el aullido de guitarras y los teclados se elevan como catedrales sonoras, hay quienes prefieren caminar por sendas menos transitadas. Desde las tierras frías de Suecia nos llega Kvartetten Som Sprängde, un nombre que ya de por sí suena como un conjuro vikingo dispuesto a dinamitar cualquier noción preestablecida. Su único trabajo, Kattvals (El Vals del Gato), es una joya finísima del underground europeo, una gema pulida bajo las brumas escandinavas que hoy ponemos bajo la lupa… y bajo la aguja.
Esta obra es, en pocas palabras, una caricia eléctrica: elegante, fina, melódica y con muchísimo swing. Pero ojo, amigo lector, no todo es terciopelo: hay en su interior una vibra ecléctica que serpentea entre los estilos como un gato curioso, dejando tras de sí huellas de psicodelia ácida, progresivo contenido y un marcado aroma a jazz nórdico —sí, suena molón y lo es aún más al oído. Algunos sabedores, de esos que llevan gafas gruesas y opinan de todo en los bares, la han catalogado como "Crossover Prog". ¿Será? “Del dicho al hecho hay un gran trecho” y, honestamente, lo que uno encuentra aquí va más allá de etiquetas: Kattvals se siente como un abrazo entre el jazz-rock, el rock instrumental ácido, un hard prog de pulsaciones suaves y el folklore del norte europeo, que se cuela como un susurro de runas antiguas entre las melodías.
Canciones como "Andesamba" o la misma "Kattvals" son verdaderas experiencias de viaje, pasajes donde la fusión no se siente forzada, sino como un río que fluye natural, llevándote en su corriente sin pedir permiso ni dar explicaciones. La performance del cuarteto es de matrícula de honor: serios, entregados, y con una vibra brutalmente refrescante. Se sienten frescos, libres, y al mismo tiempo profundamente conscientes de la alquimia que están cocinando. Kvartetten Som Sprängde no sólo toca: construye atmósferas, sugiere paisajes, invita al trance. Kattvals es un disco sin puntos bajos, un viaje donde cada tema es una etapa distinta, una estampa sonora distinta en este curioso periplo nórdico. Aquí no hay trampa ni cartón: sólo música sincera, música que respira. Para quien guste de buscar refugios sonoros lejos del mundanal ruido, esta gema no solo representa una elevada muestra del germen progresivo escandinavo: es un himno para las almas que aún creen en el poder purificador del sonido.
Mis impresiones, con el pasar de los años, no han
hecho más que reafirmarse: Kattvals no sólo refresca el alma, la aligera, la
expande, la levanta de entre los escombros de la rutina diaria. Un álbum que
sobrepasa el culto y se encumbra en las más altas montañas de la inmortalidad
progresiva. Puede sonar exagerado, lo sé... pero así es la magia cuando es
real.
Hasta más vernos.
- El trío respaldado a Bernt Staf en su álbum en solitario ''Valhall"
- El baterista Rune Carlsson ya había entrado en la escena sueca Prog como colaborador de Bo Hansson y Björn J.
01. Andesamba
02. På en sten
03. Gånglåt från Valhallavägen
04. Kattvals
05. The Sudden Grace
06. Vågspel
CODIGO: D-4
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