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Lightshine - Feeling


An appealing private-press album, conjuring up feelings of Autumn, and possessing a rural, small-town "authenticity" not found on "major" kraut releases.

Recorded in 1975, this is really great, somewhat heavy prog, featuring fuzz guitar,flute, synth, and a mix of hard/fast and soft/slow mat'l with psych influences. This is a very early release by this label, but it's far enough along that they had already started their policy of including a decent booklet with each new release. Recommended.

Este disco es uno de mis favoritos de Alemania, el sonido de la guitarra es bastante ácido, de lo mejor de la escena underground Germana.
Tengo la re-edición sellada por los marihuanos de (GOD) Garden of Delights.
http://www.diregarden.com/god008.html
De hecho mi estimado “Polilla”, casi todo lo del catálogo de GOD es garantía pura, como los registros en vivo en BREMEN. Como este discazo!
Saludos brother!
Sergio

Estoy escuchándolos ahora mismo por primera vez. Parecen muy buenos. El final de "sword in the sky", me ha recordado a un grupo que me gusta mucho, Sweet Smoke.
Blanca

Lightshine y el Delirio Elegante: el Krautrock que soñó con el sinfonismo

Año 1976. Alemania. Mientras los estertores del Krautrock comenzaban a perderse entre los humos de la experimentación setentera, una banda llamada Lightshine entregaba, casi en secreto, una gema de culto titulada Feeling. Un álbum que, más que pertenecer a una categoría específica, se mueve entre los márgenes: es un cuerpo psicodélico con huesos progresivos y espíritu avant-garde, donde cada track parece un experimento dirigido por científicos locos con formación clásica y alma jazzera.

A menudo encasillados dentro de lo psicodélico —quizá por comodidad—, lo cierto es que Lightshine va más allá de la etiqueta. En Feeling, la banda encuentra un punto de fusión vibrante, con momentos que coquetean con el Jazz Prog, el sinfonismo y hasta con un rock ácido que por momentos roza el heavy psicodélico más teatral.

La producción, aunque sin alardes grandilocuentes, es impecable. Se percibe esa vibra cálida y analógica que caracteriza a los trabajos menos industrializados del kraut. La mezcla está viva, con pasajes instrumentales que parecen moverse por su cuenta, como entidades errantes que buscan su lugar en el cosmos sónico.

Los Puntos de Incandescencia

Entre sus cortes, hay tres piezas que elevan la temperatura auditiva:

"Nightmare": Aquí, el uso de sintetizadores se vuelve protagonista, creando un colchón armónico donde las voces flotan como entes fantasmas. Es un viaje bello, inquietante y etéreo, que suena como si Tangerine Dream se hubiera colado a una sesión coral.

"Lory": Un tema que nace desde la música clásica (nada menos que Edvard Grieg) y muta hacia una formidable pieza de hard prog. Las guitarras se tornan filosas y las estructuras rítmicas juegan con la tensión de manera deliciosa.

"Sword in the Sky": Heavy, ácido, casi incendiario. Una descarga psych con guitarras furiosas y un aire de ceremonia chamánica que recuerda a los momentos más eléctricos de Amon Düül II.

Un Freak Show Sinfónico

Feeling se percibe como un chispazo de efervescencia melódica, atravesada por ráfagas de jazz y una psicodelia desbordante, no tanto por su intensidad, sino por su capacidad de sorprender. Hay una "performance" aquí que bordea lo teatral, lo excéntrico: gritos, risas, gestos sonoros que parecen sacados de un ritual de invocación. Su carácter bizarro y técnico a la vez le da un sabor único. Es como si los miembros de Lightshine hubieran querido componer una ópera galáctica y hubiesen terminado dirigiendo una película de culto sonora. Sí, hay momentos donde la improvisación se apodera del timón. Y sí, hay pasajes donde el álbum se interna en terrenos quizá demasiado difusos para el oído casual. Pero allí, precisamente, radica su magia: es un trabajo que premia al oyente activo, al que se entrega con todos los sentidos abiertos.

El Regreso del Rayo

Volver a Feeling tras años de silencio es como abrir un cofre olvidado en el ático: uno lleno de luces, polvo estelar y sonidos que parecían haber quedado en el rincón de las almas. Redescubrirlo ha sido un viaje emocionante, como si esa vieja nave kraut estuviera aguardando en una esquina del tiempo, lista para llevarnos de nuevo a esas aguas turbulentas donde el progresivo se disolvía en el ácido de la psicodelia. Lightshine no dejó una discografía extensa. Pero en este único álbum dejó una huella singular. Feeling es una odisea sensorial que no se deja etiquetar fácilmente. Es, en esencia, un acto de arte sonoro: excéntrico, bello, eléctrico, efusivo. ¿Una experiencia recomendable? Sin duda. ¿Una obra para coleccionistas de sensaciones fuertes? Más que eso. Es una rareza brillante que el tiempo ha convertido en joya. Hasta más vernos.

Mini-datos:
  • La banda se forma en Emmerich por Wolfgang, Ulli, Joe y Egon cuando tenían unos 20 años. En sus inicios tocaban piezas musicales muy alucinantes y hermosas, su sonido destilaba un sabor a AMON DÜÜL. II, ELOY, con un toque de LED ZEPPELIN, GENESIS y PINK FLOYD. La banda logra aportar algo nuevo al movimiento Krautrock.

  • Un disco, una vida: Feeling fue el único álbum lanzado por Lightshine. Tras su edición en 1976 por Bellaphon, la banda desapareció del mapa como un cometa que deja estela pero no retorno. Algunos de sus miembros continuaron en la escena musical local, pero el grupo como tal nunca volvió a grabar. Esto lo convierte en un one hit wonder del universo Kraut, más cerca del arte conceptual que de la industria.

  • La flauta hechicera: El álbum incluye pasajes de flauta traversa tocados por Wolfgang Pannek, algo poco común en muchas bandas de Krautrock. Estos pasajes aportan una atmósfera pastoral y sinfónica que lo emparenta más con el progresivo inglés tipo Camel o Jethro Tull, que con la crudeza de Faust o Neu!. La flauta fue grabada en vivo en el estudio y se mantuvo sin overdubs, para preservar su espíritu improvisado.

  • Del teatro a la cinta: Algunos segmentos vocales de Feeling (gritos, risas, y modulaciones extrañas) fueron tomados de las sesiones teatrales que la banda realizaba como parte de sus conciertos. En los shows en vivo incorporaban dramatización con máscaras y luces psicodélicas, influenciados por el teatro total de grupos como Amon Düül II. Parte de esa teatralidad fue trasladada directamente al disco, sin filtros ni explicaciones.

01. Sword in the Sky
02. Lory
03. Nightmare
04. King and Queen
05. Feeling 

CODIGO: A-38



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