TRANSLATE

Three Man Army - Two


Brilliantly thick melodic blues had rock with lovely busy drumming, big strident riffs and a nice tendency to delve into the cheese. Where has this album been all my life? A really solid little gem that I'll clutch onto and... who KNEW you could rhyme space with place? The mind boggles.
Third (Two) First!!

Their 3rd album, named 'Two' probably because of the first album being just the brothers and a selection of great drummers, this is their second album with Tony Newman (who would play for David Bowie and many others) and also their second for Warner Bros. This, for me, is one of the ultimate early 70's hard-rock albums, the songs are all thoughtfully-crafted and the musicians and vocals are top-notch.

The Gurvitz boys may not have been able to count, but by 1974 they had perfected the fine art of creating a masterpiece.

Lo cierto es que Adrian Gurvitz ha sido siempre un “culo inquieto”, pero allá donde ha ido ha triunfado con un estilo personal y singular. Sin embargo no ha tenido el reconocimiento de otros guitarristas de cara a los medios de comunicación. Descubrí a la banda en youtube, como muchas otras -youtube es una caja sin fondo de bandas de todo tipo, es increíble- si te lo dicen hace 20 años no te lo crees. La verdad es que me asombra la versatilidad de Adrian Gurvitz, hubo una época que parecía estar en todos los "saraos", con una forma de tocar la guitarra que se reconoce a distancia sin necesidad de que te digan que es él, muy personal y con un tono muy singular. Pero así como otros han conocido las mieles del éxito, Adrian nunca ha sido reconocido en grandes medios, es decir al gran público, es injusto, un tipo con una gran personalidad y una forma de tocar digna de estar entre los grandes.
Juan Carlos Rustarazo

Seducción Progresiva en Tres Movimientos

En el vasto mapa del rock setentero, hay discos que no solo suenan: respiran, mutan y seducen. Two, segundo vuelo discográfico de esta banda aún poco nombrada pero poderosa, es uno de esos trabajos que, sin hacer mucho escándalo, se planta firme entre los álbumes de culto por derecho propio. Desde el primer acorde, Two se siente como una criatura camaleónica. Su naturaleza crossover le permite deslizarse con naturalidad entre territorios distintos: hay fragmentos de hard rock progresivo, guiños proto-metálicos, baladas con arreglos sinfónicos y una vibra general que no teme reinventarse pista tras pista. Todo esto sin perder el hilo, sin caer en la dispersión. Cada canción parece formar parte de un organismo mayor, de una identidad sonora tan sólida como aventurera. La banda, claramente más madura y afinada que en su debut, ha puesto aquí una performance esmerada, con una ejecución instrumental que roza lo virtuoso, sin alardes innecesarios. En "Flying" se percibe un hard melódico que sabe ser poderoso y elegante al mismo tiempo, mientras que "Irwing" suena como un disparo proto-metal en plena oscuridad setentera. "Space In The Place", por su parte, es una balada espacial que no le teme al dramatismo, adornada con pasajes orquestales que rozan lo sinfónico.

Pero si algo distingue a Two no es solo su diversidad estilística, sino su carisma. Sí, porque este álbum tiene algo que no se fabrica: ese encanto sutil, casi sensual, que solo surge cuando una banda encuentra su voz y se atreve a afinarla hasta lo inesperado. Suena filudo, suena emotivo, suena honesto. Este no es un disco que quiere sonar como los grandes. Es un disco que quiere sonar como ellos. Y lo logra. No estamos ante una revolución, pero sí ante una evolución clara, una expansión de horizontes que los lleva a explorar un terreno más sofisticado, más refinado… más progresista, si se permite la palabra. En un tiempo donde muchos solo repetían fórmulas, Two decide cruzar fronteras. Y lo hace con elegancia, con músculo y con ese magnetismo de los trabajos que no envejecen con los años, sino que se vuelven más interesantes con cada vuelta. En resumen: Two no es solo un segundo paso. Es una declaración. Y vaya que suena fuerte.

Impresiones Personales: Crónica de una Vibra Eléctrica

Había algo en el aire esa noche. No sé si fue el silencio, el frío, o esa costumbre tan mía de buscar calor en discos que chispean electricidad. Pero lo cierto es que Two volvió a sonar, como ha sonado otras veces, aunque nunca igual. Porque Two nunca suena igual. Tiene ese extraño poder de revelarse distinto cada vez, como un cuarto secreto de la casa donde uno vive hace años, pero cuya puerta solo se abre con la emoción exacta.

Desde el primer acorde me atrapó esa sensación de ligereza tensa, como si alguien hubiese afinado la electricidad misma para que te erizara apenas tocarte. Todo vibra. Todo es sugerencia. La guitarra entra filuda pero no agresiva, y hay un algo en la voz —una mezcla de entrega y contención— que me produce un nudo en el pecho. Como si alguien te hablara al oído justo antes de que todo explote.

Two no busca deslumbrar con fuegos artificiales. Va más por el sendero de lo refinado, lo que se saborea lento. Tiene una performance cargada de matices, arreglos que se mueven como humo en una habitación a media luz. Hay riffs “prendidos”, sí, pero también hay una especie de elegancia provocadora que lo vuelve especial. Como un traje de terciopelo con púas escondidas. Y esa es la clave de su hechizo: su vibra. Una intensidad eléctrica que no necesita subir el volumen para estremecer. Lo que logra es otra cosa… algo íntimo. Uno termina inmerso en su mundo, explorando cada rincón, escuchando capas y detalles que parecen haber sido dejados ahí solo para quien se atreva a buscar.

Two se siente como un paso adelante. La banda ya no solo quiere rockear —quiere decir algo. Quiere ser más sobria, más sofisticada, más peligrosa en su aproximación a lo progresivo. Y vaya que lo logra. A veces creo que este disco está a un suspiro de ser una masterpiece. Una de esas que te atrapan en el momento justo y no te sueltan nunca más. Y no por alarde, sino por resonancia. Por esa forma tan humana que tiene de vibrar contigo. Apagué la luz al final de la última canción. Me quedé ahí sentado, con el eco del último acorde todavía flotando. Cerré los ojos, sonreí y pensé: este no es un álbum más. Two es un cuarto donde uno puede quedarse a vivir un rato. Hasta más vernos.

Mini-datos:

  • En 1970 luego de la disolución de Gun, Adrian y Paul Gurvitz formaron Three Man Army, junto al baterista Mike Kellie (ex-Spooky Tooth).

  • Después de que Gun expiró, Adrian fue a América para tocar con Buddy Miles, mientras que su hermano Paul formó parte de Parrish & Gurvitz.

  • Se dice que hubo ensayos para un cuarto LP, pero nunca se pudo concretar, ya que Newman se fue para unirse a la banda de David Bowie y los hermanos Gurvitz se unieron con Ginger Baker para grabar tres álbumes como Baker Gurvitz Army. "Two" fue su tercer y último álbum de estudio lanzado en 1974.

01. Polecat Woman
02. Today
03. Flying
04. Space is the Place
05. Irving
06. I Can't Make the Blind See
07. Burning Angel

CODIGO: N-17



Comentarios