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Clásicos de Oro: Uriah Heep - Demons and Wizards


Uriah Heep's Demons And Wizard's is simply the greatest Heavy Progressive Rock album ever made. At the time of it's release this was a seamless stunning amalgam of Heavy Metal and Progressive Rock. Demons And Wizards can be considered the Grandfather of Progressive Metal and Power Metal. David Byron is at his peak as a Vocalist here and his smooth and powerful voice is a treat on every song. Ken Hensley's amazing organ playing overpowers everything in it's path and Mick Box's Guitar leads are just outstanding. And the songwriting is amazing. This album was a forerunner to, and inspiration for so many things. It was one of the first albums themed around Magic, Sorcery, and ancient British legends (Something many many other bands would do almost to death over the nest two decades) And if all that wasn't enough it is chock full of just great songs. Their isn't anything approaching a weak track here.

Ever wonder where metal's ridiculous fascination with dragons, magic, lightning, demons and wizards came from? Well look no further that _Demons & Wizards_. Why not metal per say, they undoubtedly had a strong influence on metal bands in the same way that contemporaries Deep Purple did. Uriah Heep often gets labeled as an alternative Deep Purple. At some times Uriah Heep does resemble, mostly due to hard rock riffs seasoned with heavy Hammond organ, but when looking at the larger picture they're very much a different band. Besides the previously mentioned similarity, the biggest resemblance between the two bands, especially on this album, comes in the super-tight rhythm section with a astonishingly profound and innovative bass sound. There the similarities end.

Demons and Wizards es otro álbum icónico dentro del universo del Rock Progresivo por lo tanto podría hablar un poco más del álbum y ser más "elocuente", pero no quiero desgatar la magia de este álbum con mis palabras. Ya se he dicho tanto de su performance y de su historia  que ya no tienen tanto sentido profundizar en ello, así que seré breve y me limitare con las simples impresiones de lo que para mí representa este álbum.

Demons and Wizards: Luces, sombras y sortilegios progresivos

Desde su debut en 1970 con ...Very 'Eavy ...Very 'Umble, Uriah Heep fue cincelando una identidad sonora potente, con guitarras afiladas, órganos envolventes y armonías vocales que parecían invocar fuerzas arcanas. Sin embargo, fue con Demons and Wizards (1972) que lograron su transfiguración definitiva, una obra donde el hard rock adquirió un fulgor místico y se abrazó con lo progresivo, elevando a la banda a un plano distinto dentro de la escena rockera de la época. Su antecesor, Look at Yourself (1971), ya mostraba señales de esta evolución, pero en Demons and Wizards la fusión fue total: una epopeya sonora que parecía extraída de algún códice olvidado, coronada por la icónica portada de Roger Dean, el artista que también dio vida visual a Yes.

1972 fue un año en el que la electricidad creativa se desbordaba en todas direcciones. Mientras Deep Purple forjaba himnos inmortales con Machine Head, Led Zeppelin se sumergía en el folk místico del Zeppelin IV y, y Jethro Tull elaboraba su sinfonía conceptual con Thick as a Brick, Uriah Heep encontraba su propio sendero: un reino donde la potencia del hard rock se fundía con narrativas fantásticas. En paralelo, Black Sabbath consolidaba el metal con Vol. 4, y Yes y Genesis expandían las fronteras del progresivo con Close to the Edge y Foxtrot, respectivamente. En medio de este torbellino de innovación, Demons and Wizards se erigió como un puente entre mundos, equilibrando la crudeza del rock con la grandiosidad de la fantasía.

Musicalmente, el álbum se despliega como un grimorio encantado, alternando entre la fiereza inmediata de "Easy Livin"—su primer gran éxito en EE.UU.—y los pasajes evocadores de "The Wizard" y "Traveller in Time", que parecían abrir portales hacia dimensiones ocultas. Las letras, cargadas de magia, batallas y visiones místicas, consolidaron la reputación de Uriah Heep como arquitectos de un sonido que trascendía lo terrenal. El impacto de Demons and Wizards fue inmediato y duradero, no solo catapultando a la banda a nuevas alturas comerciales y críticas, sino también sembrando semillas que más tarde germinarían en géneros como el power metal y el hard rock épico. Su legado sigue intacto, reverberando en cada acorde de bandas que buscan capturar ese equilibrio entre fuerza y ensueño. Hoy, este álbum sigue siendo un umbral perfecto para adentrarse en la obra de Uriah Heep, una banda que supo mirar más allá de la distorsión y ver un horizonte lleno de mitos y leyendas, donde la música era tanto un viaje como un destino.

Impresiones personales: Bajo el hechizo de los magos sónicos

Había algo en Demons and Wizards que lo hacía distinto, como si el vinilo en mis manos fuera un grimorio oculto, un pasaje a otra dimensión. Desde la primera vez que lo escuché, supe que no era un álbum más. Uriah Heep había evolucionado, dando un salto sorprendente hacia una propuesta cargada de color, de efusiones progresivas y un mundo de fantasía que se desplegaba sin miedo. Era, sin duda, una de las representaciones más puras del Hard Rock Progresivo. Este disco tenía una energía especial, un aroma a los albores del Heavy Metal, pero con un refinamiento que lo elevaba por encima de la media. La banda había alcanzado un balance perfecto entre la fuerza del Hard Rock y la mística del Progresivo. Canciones como The Wizard, Easy Livin’, Rainbow Demon o Traveller in Time no solo eran clásicos, eran pilares de una obra que respiraba épica en cada nota. Todo en él —la instrumentación, las atmósferas que generaban los teclados, las armonías vocales que parecían salidas de un coro arcano— irradiaba una majestuosidad imposible de ignorar.

Corría 1972 y la fiebre del progresismo estaba en su punto más alto. Bandas como Yes, Genesis y Jethro Tull llevaban el rock a terrenos más elaborados, y Uriah Heep no quiso quedarse atrás. Se entregaron de lleno a la causa, puliendo sus arreglos, refinando sus composiciones y llevándolo todo al siguiente nivel. Demons and Wizards fue su declaración de principios, su paso definitivo hacia un sonido que trascendía lo terrenal. Aquí no había concesiones, solo una visión clara y una pasión desbordante.

Recuerdo la primera vez que lo escuché como si fuera ayer. Antes de este álbum, tenía en mi colección un compilado, The Best of Uriah Heep, que ya me había dado pistas del poder de la banda con temas como Easy Livin’ o July Morning. Pero cuando Demons and Wizards llegó a mi vida, fue como abrir un portal a otra dimensión. La música que salía de esos surcos multiplicó por diez cualquier expectativa que pudiera tener. No era solo rock, era un viaje. Me vi envuelto en una constelación de sueños fantásticos, una travesía sonora que me transportaba a mundos inexplorados. Regresar a este álbum es como volver a los días en los que devoraba la naturaleza progresiva de bandas como Beggars Opera, Warhorse o incluso el Sabotage de Black Sabbath. Demons and Wizards no es solo una obra maestra, es un testamento de su tiempo, un disco que ha trascendido la barrera del culto para convertirse en inmortal. No queda más que decir, salvo: “Un álbum para perderse en su magia una y otravez”. Hasta más vernos.

Mini-datos:
  • Las canciones "Easy Livin'" y "The Wizard" fueron lanzadas como singles en el Reino Unido y Estados Unidos, así como en otros muchos países, "The Wizard" fue el primer tema de Uriah Heep que tuvo un vídeo musical, mientras que "Easy Livin'" fue el máximo hit single del grupo en EE. UU., llegando al puesto #39 del Billboard Hot 100.

  • La portada fue diseñada por el artista gráfico Roger Dean, conocido por su trabajo con Yes y Osibisa, este álbum vendió unos 3 millones de copias mundialmente, y está considerado por la crítica y el público como uno de sus mejores discos. Este es el primer trabajo de Uriah Heep presentando al bajista neozelandés Gary Thain, y al batería Lee Kerslake, conformando así su alineación clásica de los años 70, junto a Mick Box, David Byron y Ken Hensley.

  • Para este disco, la banda ya contaba con David Byron en la voz, Ken Hensley en los teclados y composición, Mick Box en la guitarra, Gary Thain en el bajo (quien debutaba en este álbum) y Lee Kerslake en la batería. Esta alineación es considerada la clásica de Uriah Heep, y juntos llevaron el sonido de la banda a su máxima expresión.

01. The Wizard
02. Traveller in Time
03. Easy Livin'
04. Poet's Justice
05. Circle of Hands
06. Rainbow Demon
07. All my Life
08. Paradise
09. The Spell

CODIGO: @



Nota: Edición (re-master) japonesa que contiene 5 bonus.

Anexo:

Uriah Heep –The Lansdowne Tapes

The Lansdowne Tapes es un fósil dorado, un vestigio cargado de vida primitiva. No es un disco para buscar perfección, sino para atesorar la verdad desnuda del proceso creativo: la lucha, la pasión, el error convertido en gloria futura. Escucharlo es asomarse al taller secreto donde los titanes del hard rock fueron esculpidos, aún con las manos temblando de emoción.

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