Thrice Mice! - Same
I have to admit that i avoid albums that have hideous cover art along with bad band names for the most part. After all, if a band can’t lure you in with some eye-catching visuals and a clever moniker then why would i want to check out the music? Well, as the old adage goes, never judge a book by its cover and that is exactly the case for this classic Krautrock band THRICE MICE which formed all the way back in 1966 as a beat pop band but evolved with its native Germany into a much more sophisticated group of clever musicians. BTW the ridiculous album cover makes more sense if you take in the entire fold out where it displays the polka-dotted damsel perched on a chair while six white mice lurk below. OK, German bands of the early 70s often reveled in nauseating lame album covers but if you are brave enough to dig deeper, often there is innovative and even mesmerizing music to be heard.
Given the band name and that one of their tracks was called "Vivaldi," I always thought Thrice Mice would be a W. German knockoff of ELP. But they're actually a sextet, and they play dirty horn-driven kraut fusion like Out of Focus! A really nice discovery, made even better by the first few bonus tracks (up through "Vivaldi's Revival").
Bronce y Ácidos: La Danza de los Ratones de Hamburgo
Hamburgo, finales de los 60. En los sótanos húmedos y en los clubes de mala muerte, el jazz y el rock se miraban con desconfianza, como dos forasteros en una ciudad sin ley. Pero de esa tensión nació algo distinto: un sonido que se atrevió a caminar en la cuerda floja entre la improvisación febril y la estructura del rock progresivo. En ese caldo de cultivo apareció Thrice Mice, un sexteto con ínfulas de big band y alma de jam session, que en 1971 dejó una única huella en vinilo: un álbum homónimo que es un coctel de krautrock, jazz rock y psicodelia en plena combustión.
Aquí, los metales no son un adorno: son los heraldos de la locura, los que marcan el pulso entre el caos y la elegancia. Las guitarras y teclados se funden en pasajes etéreos y estallidos volcánicos. Es un álbum donde las fronteras se desdibujan, donde lo inesperado es la única constante. Así que, querido lector, ajusta tus sentidos y prepárate para una sesión en la que la música no se deja domesticar tan fácilmente.
Thrice Mice: Una Máquina de Sonidos Indomables
- A simple vista, Thrice Mice no parece un álbum que sorprenda por su ejecución, pero basta con sumergirse en sus aguas para descubrir, poco a poco, una obra fascinante. Su sonido es un jazz rock cerebral, con ecos de krautrock y un progresismo que le sienta de maravilla; un álbum que transita los senderos retorcidos del jazz rock/fusión alemán y nos eleva hacia un éter denso y púrpura con su implacable "maquinación". Cuando la música retumba con fuerza, uno se siente "elevado"; es un trabajo que merece ser apreciado en toda su magnitud. Su ejecución es magistral, ecléctica, una explosión de creatividad que alcanza un grado de gracia elevada. El ácido se siente en cada surco del acetato, sin duda alguna este álbum es una manifestación aguerrida de la experimentación, medida pero vibrante.
Arte interno del acetato donde apreciamos a la banda |
Impresiones personales: El Encanto Disonante de Thrice Mice
- Mis impresiones son buenas. Volver a este álbum ha sido una experiencia intensa. No lo recordaba tan fulgurante y radiante. Su música es densa, por momentos sofocante, pero al final, la experiencia es magnífica. Sonidos de bronce, artificios y posturas que beben de las tendencias de la época forman su esencia. “El germen” está por todas partes, y como era de esperarse, Thrice Mice bebe de esa fuente para entregarnos una interpretación vibrante, repleta de color, ácidos y efervescencia. Es un festín encantador para quienes disfrutan las bondades del brass rock y la aparente anarquía del jazz rock/fusión. Sin embargo, llamar "sin-sentido" a esta obra no sería del todo acertado. Reconozco un valor extra-potencial en su ejecución; la visión de la banda al plasmar su música sobrepasa la simple vanidad y el caos. En esa delgada línea entre lo estructurado y lo caótico es donde se gesta el verdadero "sin-sentido", pero la obra en su totalidad es una maravilla impregnada de ese inconfundible sabor alemán. Y es que el jazz rock teutón es potente, tanto como (o casi como) el británico, con sus “correteos” que llevan la locura vanguardista a otro nivel. OJO: que su portada y el nombre de la banda no los engañen, este álbum esconde muchas sorpresas en sus surcos. Hasta más vernos.
- El solista principal en Thrice Mice fue Wolfgang Buhr. Su álbum homónimo se grabó durante Noviembre y Diciembre de 1970 en Hamburgo y se lanzó en Phillips en 1971.
- Buhre a menudo intentaba copiar el estilo de Ian Underwood (Mothers Of Invention), esto fue más evidente en la canción de apertura Jo Joe . En Vivaldi los tres solistas tocaban a dúo por turnos. El sonido del órgano de Wolfram Minnemann era alto, delgado y de "mal humor" al estilo de finales de los sesenta. El distintivo sonido subterráneo alemán (con raíces en el jazz) marcó la pista Torekov.
03. Torakov
04. Fancy Desire
CODIGO: C-1-37
Nota: El sello Long Hair nos
brinda 7 registros en vivo que van del 67 al 70. Estos bonus complementan la experiencia
y hacen más completa la sesión. Bien jugado por Long Hair pues esos bonus son oro puro, ya que
podemos apreciar mejor la enorme calidad de la banda al momento de desprenderse
de sus insanas manifestaciones creativas.
Anexo: Para apreciar el arte completo del álbum click en el enlace.
https://tinyurl.com/46cb7nuj
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