Gravy Train - (A Ballad of) A Peaceful Man
The band commits here three rock cardinal sins:
1. Lyrical content is too obviously religious or preachy.
2. There is too much sax. To me sax is only a good rock instrument when it is off-the-wall like in King Crimson, Van der Graaf or Hawkwind. Woodwind player JD Hughes would have been wise to have used his flute more here, not that it is absent or anything
3. STRINGS! Need I say more?!
Overall tunage is simply not as catchy as on the other three Gravy Train albums.
To me the album doesn't get cooking until it's almost over. The last two tracks, "Won't Talk about It" and "Home Again" are sure two juicy slices of boogie.
El segundo álbum de Gravy
Train, publicado en 1971, se sostiene principalmente en el sinfonismo, emanando
una postura "hard-sinfónica" que se distancia del concepto inicial de
su homónimo trabajo debut. (A Ballad of) A Peaceful Man se convierte en una
obra de rock progresivo con cimientos sinfónicos; una propuesta sonora
interesante y prometedora, pero carente del "enganche" característico
de su fórmula anterior. No obstante, aunque presenta un bajón de fuerza en su
performance y una inclinación hacia una nueva visión más acorde con los
tiempos, el álbum nos muestra un rostro ecléctico que, de cierta forma, le
otorga "sustancia" a este "nuevo sonido". Sin embargo,
incluso con todos sus "artilugios", no logra despegar del todo.
Evolución y enfoque:
- En mi opinión, la banda logra evolucionar, alejándose de aquella postura inclinada hacia el lado heavy. Este replanteamiento conceptual y su enfoque hacia las "nuevas visiones" los lleva a un territorio más sinfónico y progresista. El resultado de esta madurez es un álbum entretenido y versátil, lleno de pasajes elegantes,arreglos detallados y atmósferas sinfónicas que se acoplan muy bien al sonidopesado de la banda. Canciones como “Can Anybody Hear Me” y “Jule's Delight” son claros ejemplos de este proceso de evolución. Mientras la primera suena como una continuación natural del debut, la segunda refleja la nueva visión conceptual influenciada por la época. Este alejamiento de la “dureza original” para abrazar una cara más refinada del rock progresivo marca el carácter de (A Ballad of) A Peaceful Man. Aunque el álbum presenta ciertos altibajos y un ligero "ablandamiento" sonoro, sigue siendo una experiencia agradable y una sesión muy placentera que captura el espíritu de los 70's.
Impresiones personales:
- Mis impresiones sobre este álbum son mixtas. Es un buen trabajo, pero no logra impactarme tanto como su debut. Aunque presenta una performance más madura, refinada y pulida, no consigue llevarme a un clímax profundo. Sin embargo, es innegable que la banda logra una maquinación loable, compuesta por una base exquisitamente orquestada, cambios de tiempo, fusiones y una atmósfera sinfónica que se filtra entre los surcos del disco. El álbum muestra una eficiente combinación de elementos que generan una buena experiencia, pero esta elegancia progresiva también diluye la postura hacia lo pesado. Por tanto, el objetivo deseado no alcanza su plenitud. La fuerza rústica y "tosca" del debut parece desvanecerse. Temas como "Old Tin Box" o "Won't Talk About It" intentan retomar esa gracia cruda del pasado, pero no consiguen recrear plenamente aquella sensación primal. Este cambio puede interpretarse como: “la madurez tocando la puerta de la razón”.
Conclusión:
- El segundo álbum, aclamado por muchos críticos y seguidores como el mejor de su carrera, salió ese mismo año (diciembre de 1971). Eso también supuso el fin de las obligaciones contractuales con Vertigo. Sin embargo, Dawn Records los contrató para otros 2 álbumes. "Second Birth" fue lanzado en 1973 y "Staircase to the Day" en 1974. Después de eso nadie escuchó realmente de ellos...
- Una característica única del álbum es que separa las pistas pesadas de las más ligeras: todas las baladas están en la cara 1, mientras que todos los rockeros están en la cara 2.
CODIGO:I-42
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