TRANSLATE

AL VUELO: Deep Purple - Gemini Suite Live


You got to give him credit, Jon Lord keeps trying and the boys support him, somewhat. I don't have much to say about this one.
Sometimes I love it and sometimes I don't but for what ever reason I still spin it.
PURPLE FOREVER
RIP Jon Lord
RIP Sir Malcolm Arnold

Deep Purple y la sinfonía indomable: Gemini Suite Live

La noche en que la tormenta y la sinfonía chocaron, el Royal Festival Hall fue testigo de un evento que quedaría marcado en los anales del rock. Un experimento que no solo pretendía unir la fuerza indómita de Deep Purple con la majestuosidad de una orquesta, sino que también desnudaba las tensiones internas de una banda atrapada en una encrucijada musical.

Jon Lord, el arquitecto de la fusión, se paró firme ante el teclado, sabiendo que aquella noche de septiembre de 1970 definiría el futuro de su visión sinfónica. Su Gemini Suite era un intento audaz de mezclar el barroquismo del rock con la disciplina clásica, un paso más allá del Concerto for Group and Orchestra. Pero no todos compartían su entusiasmo. Ritchie Blackmore miraba la orquesta con recelo, como si aquel mar de violines fuese un enemigo a conquistar con su Stratocaster. El telón se levantó, y con él, la tensión en el ambiente. Ian Paice golpeó los tambores con la precisión de un reloj suizo, marcando el inicio de una epopeya sonora que pocos comprenderían del todo. Ian Gillan, que aquella noche apenas era un espectro en la sombra, sentía que su voz no tenía el mismo protagonismo de siempre. Roger Glover, con su bajo, intentaba hallar un punto medio entre dos mundos que colisionaban en cada compás. El "Guitar Movement" fue el campo de batalla definitivo. La orquesta comenzó su parte, pero cuando Blackmore entró con su guitarra, no lo hizo para dialogar: irrumpió como un relámpago en una catedral gótica. Su solo era un grito de rebeldía, un recordatorio de que el rock no debía someterse a ninguna partitura. Los violines respondieron con solemnidad, pero él, inflexible, insistía en su desgarro bluesero, como si la melodía clásica fuera una cadena que debía romperse. En contraste, el "Keyboard Movement" fue el momento de Jon Lord. Aquí, el Hammond rugió con una elegancia que pocos podían lograr. Su interpretación no era un acto de guerra, sino un puente entre ambos mundos. Con cada nota, parecía decirle a la orquesta: "Yo entiendo su lenguaje, pero déjenme mostrarles el mío". La suite avanzaba, pero en vez de armonía, la lucha de estilos se hacía cada vez más evidente. Cuando llegó el "Drum Movement", Ian Paice tomó el centro del escenario. Su batería era un rugido que retumbaba en el pecho del público. Su furia rítmica parecía la única que lograba integrarse con la orquesta sin fricciones, demostrando que el pulso del rock podía latir dentro de un formato sinfónico sin perder su esencia.

La obra concluyó en una cacofonía de sonidos, con un aplauso que se sintió tanto como un reconocimiento como un suspiro de alivio. Para algunos, aquella noche había sido una osadía sublime; para otros, un recordatorio de que algunos caminos son demasiado turbulentos para recorrerlos juntos. Blackmore dejó su guitarra con indiferencia, sabiendo que su corazón estaba en el lado salvaje del rock, no en las delicadas líneas del sinfonismo. Gillan se marchó en silencio. Glover y Paice intercambiaron miradas cómplices. Y Jon Lord, con el orgullo de un visionario incomprendido, sabía que su viaje sinfónico aún no terminaba. Esa noche, en el Royal Festival Hall, Deep Purple no solo interpretó Gemini Suite Live, sino que también dejó al descubierto su destino: unos se quedarían con la tempestad del rock, otros seguirían buscando la sinfonía perfecta.

01.First Movement (Guitar Voice)   
02.Second Movement (Organ Bass) 
03.Third Movement (Drums Finale)

CODIGO: @



Comentarios