Salamander - The Ten Commandments
Nice UK psych pop with proto progressive moves. Starts off more grandiose recalling The Moody Blues, but moves into more poppy realms afterwards. Neat mix of orchestral brass and organ. After the great opener, they downplay the instrumental aspects in favor of short songs. Unfortunately most of these tunes are unmemorable. Overall, recalls the American group Brimstone, but not quite as good. Very dated 60′s style release for 1971. Worth mentioning that each sin gets a song of its own, so bring a scorecard.
Las Tablas Sonoras de Salamander: Revelaciones en Fa menor
En algún rincón del Reino Unido, allá por 1971, cuando el rock progresivo comenzaba a tallar su propio libro sagrado en los vinilos del tiempo, una banda de fugaz existencia llamada Salamander se atrevió a hacer lo impensable: reinterpretar los Diez Mandamientos con órgano hammond, guitarras viajadas y misticismo sonoro. No fue un sermón ni una parodia, sino una especie de liturgia psicodélica que invocaba más al alma errante que al dogma. Este no es un álbum para devotos ortodoxos, sino para peregrinos sónicos, esos que buscan epifanías entre acordes mayores y armonías corales. Cada pista es un mandamiento musical, una parábola contada desde el altar del Mellotron, entre coros sacros y riffs ceremoniales. Aquí, lo divino y lo humano danzan en una misma procesión de reverb y tambor. The Ten Commandments no fue famoso. No llenó estadios. Pero quedó como un evangelio perdido entre los pliegues del progresivo inglés más teatral, ese que predicaba desde los márgenes. Escucharlo hoy es como abrir un manuscrito secreto: uno donde los mandamientos no se leen, se escuchan, se sienten y se veneran con audífonos y mirada al cielo.
Impresiones Personales: Una misa olvidada, redimida por el culto
Hallado entre las piedras olvidadas del proto-prog, este álbum es un sermón psicodélico que no alcanzó los altares de la crítica, pero encontró su lugar en la capilla secreta del culto. Una banda que no llegó a lo majestuoso, pero que se atrevió a ensayar un rezo eléctrico con voz propia.
Una obra que merecía más reconocimiento de los medios de aquellos días, pues, aunque el álbum carecía de ciertas propuestas más “fastuosas”, tenía una vibra muy fuerte, y en ella se podía apreciar la voluntad de la banda para crear canciones con una energía bastante prendida. Canciones como “Steal” o “Kill” son claros ejemplos de que la banda quería romper el esquema tradicional del rock de su época, y aunque su fórmula no iba más allá del objetivo promedio de una banda X, ellos, en cierta forma, asumían una postura semi-progresiva. Salamander no llegaba a eclosionar como una real banda progresiva como Yes, Genesis o Gentle Giant, pero como ya dije: en su performance y en el concepto con el cual trabajaban se podía sentir la evocadora manifestación progresiva. Sin embargo, lo que apreciamos aquí es una expresión más psicodélica, con algunos matices Pop, los cuales de alguna forma atribuían un concepto proto-progresivo. Por lo tanto, una obra a considerar, aunque no fue uno de esos eslabones clave que aportaron a la transición entre la psicodelia y el progresivo —como sí lo hicieron trabajos como Days of Future Passed de The Moody Blues o el debut de Procol Harum. Salamander merece un poco de valoración por su loable trabajo. Sin embargo, el tiempo pagó la ofrenda y el CULTO lo abrazó en sus cálidos brazos a The Then Commandments.
Mis impresiones son buenas, aunque debo reconocer que el álbum en su momento no me convenció mucho. Su propuesta era interesante, pero era el tipo de sonido que solía frecuentar en ese tiempo, por lo tanto lo dejé retenido en el cajón de las cosas “para después”. Ahora que llegó su momento para una reflexión espiritual final, me di con la sorpresa de que tenía más que ofrecer. Su performance esmerada, sus arreglos de vanidad primitiva, y sus ecos psicodélicos, más la conceptualización de crear música a partir del trasfondo de los Diez Mandamientos, era algo digno de aplaudir. Todo en ello logra cuajar bien, aunque a veces me da la impresión de que fue un álbum que llegó un poco atrasado. Para ese tiempo, las bandas ya iban con enfoque, y el early prog estaba surgiendo con fuerza: King Crimson o Pink Floyd eran el futuro. Salamander venía con un sonido más de los 60s, como Salem Mass, inclusive Nirvana. Pero eso no los llevó a dejar todo, y nos entregaron un álbum que hoy todos reclamamos, y que es una puesta bastante interesante, entretenida, y una adquisición ideal para una sesión que cierre Semana Santa. Hasta más vernos.
Mini-datos:
- La banda que grabó y desapareció como en un milagro bíblico: Salamander fue una banda fugaz. Ten Commandments es su único álbum conocido. Después de grabarlo, los músicos se esfumaron del mapa musical sin dejar apenas rastro. Su aparición y desaparición es tan misteriosa que los fans del progresivo la consideran una de esas joyas perdidas enviadas por los dioses del vinilo.
- Una grabación con sabor a experimento de laboratorio sagrado: El álbum fue grabado con un enfoque casi teatral: cada canción dedicada a uno de los mandamientos, como si fueran actos de una ópera rock litúrgica. Se dice que durante las sesiones de grabación, el productor alentó a los músicos a “sentirse como profetas modernos”, dándoles total libertad para mezclar solemnidad, psicodelia y progresión sin censura alguna.
- El órgano que vino del cielo (o de una iglesia abandonada) El Hammond que se escucha en el disco no era cualquiera. Fue alquilado de una iglesia local que había cerrado sus puertas, lo que da ese aire tan espiritual y fantasmal a muchas de las piezas. ¡Literalmente, un instrumento sagrado usado para contar mandamientos en clave de rock!
- El “Onceavo Mandamiento”: No te olvides del fade-out: Aunque el álbum tiene diez canciones, hay un misterioso fragmento instrumental escondido en algunas ediciones de vinilo europeo, al final del lado B, como si fuera un "mandamiento no escrito". Una especie de coda que sugiere que las leyes divinas del rock no terminan con una tabla… sino con una reverberación.
01. Prélude Incorporing He's My God's
02. Images
03. People
04. God's Day
05. Honour thy Father and thy Mother
06. Kill
07. Thou Shalt not Commit Adultery
08. Steal
09. False Witnwess
10. Possession
CODIGIO:@
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