The Old Man & The Sea - Same
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I mean cmon, this is pretty damn cool. Just listen to the intro to Monksong part 1, it’s sick. Unfortunately the ten minute track isn’t very engaging but it definitely has its moments. I have no idea if this really has anything to do with The Old Man and the Sea but it’s for some cool stuff nonetheless.
De whisky, tormentas y sesiones nocturnas: la creación de un culto
Hay discos que llegan como cartas sin remitente, flotando a la deriva desde una época en que la música era brújula y océano. Este no toca la puerta: aparece. El debut homónimo de The Old Man & The Sea es eso, una botella lanzada al mar desde las costas del rock progresivo escandinavo, sellada en 1972 y olvidada por décadas bajo la espuma del culto. Y sin embargo, al abrirla, lo que se escucha no es un murmullo nostálgico, sino una pequeña sinfonía de viento y madera, una promesa rota que aún brilla con la intensidad de lo incompleto. Como un faro encendido por última vez antes del naufragio. Este álbum suena a travesía truncada, a tripulación virtuosa que partió una noche con el cielo despejado… y nunca volvió. Pero lo que dejaron atrás —estas siete piezas cargadas de melodías fantasma, órganos ciclópeos y dramatismo contenido— sigue sonando como si cada ola quisiera contar la historia que nadie escribió.
Impresiones Personales: Navegando en la espuma del culto
The Old Man & The Sea propone una experiencia tan sobria como sofisticada: una obra que permite al oyente internarse en los contornos más definidos del rock progresivo sin ser arrastrado hacia sus excesos más densos o barrocos. Lo que aquí se despliega no es un asalto sónico, sino una arquitectura musical medida, firme y elegante.
La banda manifiesta una comprensión clara de los lenguajes que constituyen el progresismo clásico: despliegue técnico sin estridencias, cambios de compás bien justificados, y una sensibilidad melódica que privilegia la estructura por sobre el delirio. En ese equilibrio reside gran parte de su encanto. La propuesta evita intencionadamente los climas caóticos y las sobrecargas pastorales. A cambio, ofrece una narrativa sonora construida con gracia, swing y una dirección estética que, sin negar la complejidad, se mantiene accesible y vital. Hay momentos de “melosidad” —sí—, pero nunca se impone la dulzura: lo que predomina es una contención majestuosa, un refinamiento que no excluye el vértigo. Piezas como “Prelude” alcanzan un sinfonismo valiente, casi ceremonial, mientras que “Lady Nasty” y las dos partes de “The Monk Song” se alzan como manifiestos hard-prog de alta factura, sin acercarse al clímax proto-metálico, pero sí al filo de su espíritu.
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Sonidos de mar, whisky y leyenda: la odisea de The Old Man & The Sea |
El álbum se escucha como quien camina por una galería de resonancias: percibimos la influencia de Yes, ciertos ecos de Pink Floyd, alguna sombra de King Crimson, y destellos de Emerson, Lake & Palmer, todos integrados con una sutileza notable. El resultado es un sinfonismo contenido, pesado en intención pero gentil en forma, de textura casi febril. El sonido Hammond —omnipresente pero no invasivo— no busca protagonismo, sino que sostiene y envuelve. Su momento más notable se da en “The Monk Song Part 2”, donde se permite florecer en todo su esplendor.
¿Es una obra recomendable? Absolutamente. Sobre todo para quienes buscan progresivos de línea ecléctica, donde el virtuosismo no devora a la música, sino que la eleva. Aquí no hay ruido gratuito ni exhibicionismo técnico: lo que hay es una apuesta sonora seria, consistente y estéticamente muy lograda. Una joya discreta, tallada con visión y sentido del equilibrio. Hasta más vernos.
Mini datos:
- Una edición tan rara como el cometa Halley: El álbum fue editado originalmente en 1972 por el sello danés Sonet Records SLPS 1539 , con una tirada tan limitada (Solo se prensaron 500 copias —la mayoría defectuosas—, que saltaban al reproducirse en tornamesas comunes) que se convirtió rápidamente en pieza de culto.
- El álbum fue grabado en dos tomas... y con whisky: Cuenta “la leyenda” que buena parte del álbum fue grabada en tan solo dos sesiones nocturnas, acompañadas de litros de café, algunos tragos de whisky y el sonido de una tormenta real sobre el techo del estudio. La atmósfera se coló en las cintas y le dio ese halo introspectivo, denso y elegante al disco.
- Separados al poco tiempo, reunidos décadas después: Poco después del lanzamiento, The Old Man & The Sea se disolvió sin mayor escándalo ni explicación. Sin embargo, a mediados de los 2000, algunos miembros se reencontraron y dieron un par de conciertos esporádicos en Dinamarca, presentando material nuevo que jamás fue grabado oficialmente... salvo por bootlegs que circulan entre los círculos más oscuros del prog escandinavo.
- El diseño de tapa fue obra de Ole Christensen.
01. Living Dead
02. Princess
03. Jingoism
04. Prelude
05. The Monk Song 1
06. The Monk Song 2
07. Going Blind
CODIGO: H-36
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