Pappo's Blues - Same
I was only just saying the other day that "Argentina has got some phenomenal bands" and then THIS fell into my face. Blimey. Psychy, gutsy, bluesy, gritty n' greasy, sweaty as a pit. Pappo knew how to blues. I'll be keeping this one for sure. TO ARGENTINA!
Pappo’s Blues: Una Nave Eléctrica Aterriza en el Barrio
El debut de Pappo’s Blues no llegó caminando: aterrizó como un meteorito eléctrico sobre el suelo aún humeante del rock argentino. Era 1971, y si bien ya existía una primera camada de músicos fundacionales —con Manal trazando rutas bluseras desde el arrabal, y Almendra abriendo ventanas hacia lo poético—, la aparición de Pappo como solista cambió radicalmente la manera en que se entendía la fuerza dentro del rock nacional. Porque lo suyo no fue solo estilo: fue actitud, volumen y contundencia.
Volumen 1 no es apenas un disco: es una ruptura estética, una señal de que algo se venía endureciendo, electrificando, volviendo más carnal. Fue un álbum adelantado a su tiempo, que trajo consigo una ráfaga de ideas nuevas. Su influencia fue inmediata: bandas, solistas, productores... todos tomaron nota. Pappo marcaba una nueva frontera sonora, un nuevo margen para lo posible. Y es que la figura de Pappo irrumpía como un personaje salido de otra dimensión. Él mismo lo dijo: “Fue como llegar en una nave espacial.” Había vuelto de Europa, sí, pero no trajo souvenirs ni peinados: trajo distorsión, crudeza y escuela. Sus dedos estaban marcados por Hendrix, Clapton, Peter Green... pero lo que salía de su guitarra no era copia, era convicción propia. Se instaló como el primer gran guitarrista "pesado" del país, pero también como un compositor auténtico, visceral y directo.
La performance y el concepto que transmitió en este debut no sólo eran potentes: eran infecciosos. Volumen 1 cargaba en el hombro una declaración de intenciones: el blues eléctrico no era solo un préstamo, era ya una forma de expresión nativa. A partir de ahí, el rock argentino no volvió a sonar igual. Si Manal había abierto la puerta, Pappo la arrancó de cuajo y entró con un equipo enchufado al corazón. Volumen 1 no será una “masterpiece” en el sentido ortodoxo, pero es sin duda un punto de inflexión, un álbum lleno de himnos subterráneos. “Algo hacambiado” suena como si la ciudad misma escupiera su asombro; “El hombresuburbano” es una fotografía sonora del margen; “¿Adónde está la libertad?” es una queja eléctrica, desgarrada, casi premonitora. Todo en este disco respira culto. Lo que Pappo trajo fue una mezcla de blues, rock psicodélico y mugre de calle: una alquimia pesada, cargada de riffs afilados, bases crudas y atmósferas densas. No era música para complacer: era música para hacer temblar el suelo.
Impresiones Personales: El Fuego que Me Sostuvo
Mis impresiones sobre este álbum no pueden desligarse de un momento personal. Pappo’s Blues Volumen 1 llegó a mis manos en una época dura, donde los días eran largos, grises, y el único hilo de luz lo tejía la música. Estaba inmerso hasta el cuello en el rock argentino de los 70: Pescado Rabioso, Aquelarre, Manal, Color Humano, Arco Iris, Orion’s Beethoven, Rockal... eran voces que me hablaban cuando nadie más podía. Así que no fue extraño que Pappo apareciera en el radar —más bien, era inevitable. Tarde o temprano uno tropieza con él. Y cuando pasa, algo se enciende.
La primera vez que lo escuché, el disco me pareció correcto, con chispa, pero todavía crudo. Sentí que había algo en potencia, algo fuerte que no terminaba de definirse. Había pólvora, había energía, pero también cierta inmadurez sonora que me dejaba con ganas de más. Era como ver a una bestia aprendiendo a caminar con sus propias patas. No me dejaba frío —todo lo contrario—, pero sí me hacía pensar que la banda aún estaba buscando su voz, su eje, su fuego interno. Con los años, y especialmente en esta nueva escucha, esa percepción cambió profundamente. Ya no oigo un ensayo: oigo un manifiesto. Lo que antes parecía apenas una base, ahora suena como un terreno fértil cargado de electricidad y psicodelia en estado embrionario. Descubrí matices nuevos —esas pequeñas explosiones que se esconden entre los riffs— y entendí que la crudeza no era un defecto, sino parte del ADN. El álbum, en realidad, no era débil: era honesto.
Pappo había traído
consigo un eco poderoso de la movida británica. Se nota que había mamado el
blues eléctrico de Londres, el fuego de Cream, el nervio de Peter Green, el
salvajismo de Hendrix... pero no se quedó ahí. Lo bajó a tierra, lo volvió "rrioba", lo pasó por la mugre y el acento de Buenos Aires. Lo volvió suyo. No hay
nada artificial en este disco: todo suena con verdad, incluso cuando todavía no
estaba todo dicho. Hoy me doy cuenta de que Volumen 1 tiene alma de germen. Una
obra en desarrollo, sí, pero con el corazón latiendo con fuerza. La banda aún
suena primitiva, la producción es sencilla, pero hay una fiereza —una
convicción— que convierte a este álbum en una declaración de principios. No hay
fuegos artificiales, pero sí un fuego que no se apaga. Y ese fuego, en su momento,
me sostuvo. Por eso lo recomiendo, no sólo por su valor histórico, sino porque
es uno de esos discos que permiten ver el instante exacto en que nace algo
verdadero. Y eso, en una época donde todo parece post-producido y maquillado,
vale oro. Hasta más vernos.
- Primer álbum de Pappo's Blues fue lanzado en 1971 reúne los estándares de la carrera de “Pappo”
- Este álbum junto al primer álbum de Manal tuvo una importancia fundamental en la instalación del Blues&Rock en Argentina, fueron los pioneros en llevar la fusión de ambos géneros hacia nuevos terrenos dando así catedra e influenciando a nuevas generaciones. Se podría decir que son los padres del Blues&Rock argentino.
01. El hombre suburbano
02. Especies
03. A donde esta la libertad
04. Algo ha cambiado
05. El Viejo
06. Hansen
07. Gris y Amarillo
08. Adios Willy
CODIGO: S-5
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