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Clásicos de Oro: Pescado Rabioso - Desatormentandonos


Heavy blues, stretched out for time-dilation, but otherwise not as psychedelic as the cover suggests. A good release, though overshadowed by what Spinetta was doing before & afterwards.

Podemos decir que en Pescado lo que prevalece es esa ira, esa descarga de rabia.
Luis Alberto Spinetta.

El pueblo es la estrella mágica. Todos la vemos parecerse al río. Los gusanos de los emperadores trepidan en apocalíptico festín. Ellos no tienen tiempo de recurrir a las armas. La estrella las fusionó todas en un plano infinito. La cabellera de los torturadores sangra en mi carro. Nosotros: Desatormentándonos para siempre.
PD: Yo te amo Beatles. 

Pescado Rabioso y el álbum que llegó para desatar tormentas

Buenos Aires, 1972 – Hay discos que son como relámpagos en la noche, irrumpen, iluminan y dejan una estela incandescente en la memoria. El que nos ocupa hoy es uno de ellos. Desatormentándonos, el debut de Pescado Rabioso, no es solo un álbum, es una declaración de principios, un grito feroz que emerge desde las entrañas del rock nacional para sacudir almas y despojar corazones de todo tormento.

Desde su primer compás, la obra despliega una amalgama de matices, texturas y contrastes tan ricos que escucharla es, en sí misma, una experiencia extática. Hay algo místico en estos surcos, una suerte de embrujo sonoro que se adhiere a la piel y al espíritu. No es casualidad: Luis Alberto Spinetta, el artífice detrás de esta visión, había dejado atrás la delicadeza onírica de Almendra para embarcarse en un viaje más visceral, más crudo, más eléctrico. “Hacer a Pescado era como desgarrar a Almendra”, diría años más tarde. Y en ese desgarramiento nació un sonido nuevo, turbulento, lleno de furia y poesía a partes iguales.

El álbum es un crisol de influencias, un caleidoscopio en el que resuenan ecos de Led Zeppelin, Deep Purple e incluso el peso monolítico de Black Sabbath. Pero Pescado Rabioso no es un calco de nada ni de nadie. Lo suyo es una mezcla tan personal que, a pesar de sus raíces en el rock pesado y la psicodelia, ya deja entrever destellos de un proto-progresivo y hasta un proto-punk adelantado a su tiempo. Pero la gran pregunta es inevitable: ¿es este un álbum de culto? No hay dudas. Desatormentándonos es un rito sonoro que atraviesa el surrealismo, la magia setentera, la urgencia punk y la rabia juvenil. Se siente como un organismo vivo, palpitante, que respira a través de temas como "El Jardinero"—una descarga salvaje—y "Dulce 3 Nocturno", una de esas piezas que acarician el alma con su extraña dulzura. Y si hay que hablar de himnos, ahí está "La Serpiente", un track emblemático que justifica por sí solo la trascendencia de este álbum. Lo cierto es que Pescado Rabioso estaba apenas desplegando sus alas. La semilla de la evolución ya estaba plantada y germinaría en Pescado 2, donde la banda alcanzaría su momento más elevado, más introspectivo y poético. Pero en Desatormentándonos está el germen, la esencia primaria, el primer estallido de un sonido que marcaría a fuego el rock argentino. Escuchar este álbum fue, para quien escribe, este álbum llegó en el momento justo, como un relámpago iluminando la oscuridad. Y cada escucha sigue siendo una revelación. Aquí mis impresiones:

  • Escuchar este álbum es realmente desatormentar el alma, y no hay duda de ello. No hay pérdida con todo lo que representa: es una obra rebosante de matices, detalles y texturas que dejan a uno extasiado ante tanta genialidad. El álbum desprende magia, y no lo digo solo porque admire el trabajo del Flaco (Luis Alberto Spinetta), sino porque cada vez que lo escucho me llena el alma de color de una manera profunda e indescriptible. Es, en sí, una obra especial, poética, con matices de psicodelia pesada que logran crear un ambiente surrealista, cargado de momentos proto-punks, de psicodelia dura, de letras que parecen salidas de otra dimensión, de pura "magia 70’s" y, por supuesto, de esa vitalidad inigualable que el Flaco y compañía supieron imprimir en cada nota. Desatormentándonos nos regala momentos inolvidables y, a la vez, dulces: por un lado, te sacude y luego te acaricia. No hay puntos gélidos en esta obra, todo en ella llena de color el espacio. Para mí, sin duda, uno de los mejores trabajos que nos dejó la Argentina de los 70’s. Y pensar que mi primer contacto con Spinetta ocurrió de la manera más inesperada: en un viejo periódico. A veces, las casualidades tienen la mejor banda sonora. Hasta más vernos.

 Mini-datos:
  • Carlos Cutaia participo como invitado en el tema "Serpiente (viaja por la sal)", incorporándose luego al grupo como miembro fijo.

  • Los especialistas suelen considerar al álbum como una obra maestra postergada por el hecho de encontrarse entre otras dos grandes obras maestras: Pescado 2 y Artaud.

  • La portada del álbum fue dibujada por Gustavo Spinetta, hermano de Luis y Jorge Gonzalo Vizñovezky

  • El título está ligado a dos palabras, "tormenta" y "tormento", pero usando el prefijo negativo "des" para crear una inusual expresión, "des-atormentar", con en el fin poner el acento en la eliminación de la tormenta y el tormento, ambas situaciones muy ligadas al momento en que el álbum fue realizado de finalización de la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1966 y 1973.

01. Blues De Cris
02. El Jardinero (Temprano Amaneció)
03. Dulce 3 Nocturno
04. Algo Flota En La Laguna
05. Serpiente (Viaja Por La Sal)

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