Kin Ping Meh - Same
I'm so impressed and appreciative when a band is well produced and mixed, filling out every part of your speakers.
Kin Ping Meh, despite the name, was a nice shot in the arm.
Well crafted tunes, and a little on the boogie side too.
Very rhythmic vocal melodies that can be catchy as well.
The only issue is these well crafted tunes aren't all that spectacular.
You can blast the hell out of this don't get me wrong, but aside from the mediocre singer, these tunes fall into the great potential category.
That can also be frustrating as a listener to anything, when a band almost has it.
Mannheim en Llamas: El Debut de Kin Ping Meh
Era 1971 y la escena alemana hervía en experimentación, con el Krautrock redefiniendo los límites de la música. Pero en medio de esa ola cósmica, algunas bandas decidieron seguir un sendero distinto, más cercano a la crudeza del hard rock británico, pero con un matiz progresivo. Ahí, entre el eco de órganos Hammond y guitarras rugientes, nació Kin Ping Meh; un debut con garra y elegancia, donde el blues y la pesadez del rock setentero se abrazan en un torbellino de energía y melodía. Desde los primeros acordes, el álbum deja claro que su juego no está en la psicodelia abstracta ni en los pasajes electrónicos, sino en la fuerza de sus riffs, en la calidez de sus teclados y en una ejecución que bebe de la tradición de Uriah Heep, Deep Purple y Quatermass. Un sonido robusto, eléctrico, con momentos de tensión y desahogo, que convierte este debut en una pieza clave del heavy prog europeo. Prepárate para un viaje donde el peso del blues y la teatralidad progresiva se encuentran en un punto de combustión. Esto es Kin Ping Meh.
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Kin Ping Meh en la yerba. Arte interno del álbum. |
Alemania, 1971: Ecos de una nueva era:
- La noche era espesa en Mannheim. Entre las luces de neón reflejadas en el pavimento mojado y el bullicio de los bares, algo se cocinaba en la escena musical alemana. Mientras el Krautrock expandía sus fronteras con sintetizadores alienígenas y viajes sónicos alucinógenos, en otra esquina del país emergía un sonido distinto. Un sonido más crudo, con la electricidad del hard rock, pero la sofisticación del prog. Allí, en medio de ese torbellino de experimentación y psicodelia, nació Kin Ping Meh, una banda que decidió seguir su propio sendero, alejándose del pulso mecánico de Kraftwerk o la densidad cósmica de Amon Düül II. Lo suyo era distinto: guitarras que mordían con la agresividad del blues, órganos Hammond que flotaban entre la bruma, una voz rasposa que evocaba la tradición británica de Uriah Heep y Deep Purple. Su debut homónimo llegó en 1971, un año donde el mundo del rock estaba en plena transformación. Mientras Led Zeppelin endurecía su sonido y Yes expandía los horizontes del progresivo, Alemania no se quedó atrás. La escena germana se dividía entre quienes miraban hacia el futuro con sintetizadores y quienes se aferraban al espíritu del rock más pesado. Kin Ping Meh estaba justo en el punto medio, combinando la visceralidad del hard rock con la elegancia progresiva. Grabado en un ambiente de fiebre creativa, el álbum se convirtió en una declaración de principios. No era un trabajo de música abstracta ni una rebelión sónica contra la tradición. Era puro fuego. Un álbum donde cada riff parecía salir de las entrañas de la tierra, donde el Mellotron y el Hammond tejían atmósferas densas, y donde la banda dejaba claro que Alemania tenía algo más que ofrecer al mundo: un heavy prog sin concesiones, pero con clase. La historia de Kin Ping Meh apenas comenzaba, pero este debut ya era suficiente para marcar su nombre en la enciclopedia del rock de culto. Su primer álbum es una auténtica joya del heavy prog, con una base blusera cargada de peso y acidez. Desde el arranque, el álbum deja claro su enfoque con clásicos como “Fairy Tales” y “Don't You Know”, donde los riffs contundentes se combinan con pasajes progresivos que evocan a gigantes de su época. En esencia, este primer trabajo es una fusión entre hard rock y blues, donde el protagonismo del Hammond y el Mellotron refuerza esa atmósfera densa y envolvente.
Impresiones personales:
- Cada vez que resuena en la habitación este álbum, los recuerdos de una época llegan en fila india. Es un disco con un valor sentimental y una vibra que cala profundamente en el alma. Por lo tanto, las impresiones que tengo son altas: el peso emocional, sumado a la intensidad de su performance, le otorga un valor agregado y convierte la sesión en una experiencia ultra intensa. Es una pequeña joya llena de sorpresas. Su ejecución tiene un nivel altísimo, y los chispazos progresivos fluyen con una naturalidad brutal. Canciones como "Fairy Tales" son exquisiteces de aires progresivos que hacen retozar al corazón a más no poder. El álbum tiene gracia, versatilidad y fuerza. Se conjuga como un hard rock melódico con tintes progresivos, aunque sin llegar a reconocerse como una manifestación netamente heavy prog. Por ello, podemos decir que es una propuesta interesante y con mucha personalidad. También es bastante ecléctico: encontramos piezas de esencia hard rock, manifestaciones folk rock/blues como "Too Many People", o baladas de corte power como "My Dove". Es un ramillete de propuestas encantadoras que resaltan el trabajo de la banda. Un álbum de culto, con un gran valor y una propuesta de alto impacto. Quizás no suenen tan densos o proto-metálicos, pero tienen composiciones de un nivel altísimo, como "Don't You Know". Volver a este álbum es caer en los recuerdos de aquellas épocas de exploración, de pláticas intermitentes en algún quiosco de cassettes/CDs piratas, y de esas sesiones donde uno se desconectaba de la realidad que achacaba el cuerpo y la mente. La música era el escape. Álbumes así marcan el camino a seguir. Hasta más vernos.
Mini-datos:
- Orígenes: Kin Ping Meh fue una banda de rock alemana formada en Mannheim en 1969. Su nombre proviene de la traducción alemana de la novela china Jin Ping Mei. La banda original estaba compuesta por Werner Stephan (voz), Joachim Schäfer (guitarra y piano), Frieder Schmitt (órgano y piano), Torsten Herzog (bajo) y Kalle Weber (batería). Antes de consolidarse como Kin Ping Meh, algunos miembros formaron parte de bandas locales como "Thunderbirds" y "Take Five". En 1970, participaron en una competencia organizada por el periódico Bild am Sonntag en la Reeperbahn de Hamburgo, lo que les validó un contrato con Polydor Records. Ese mismo año, lanzaron su primer sencillo Everything's My Way / Woman, seguido de Alexandra / Everyday.
- Colaboraciones destacadas: El guitarrista Gagey Mrozeck, quien se unió en etapas posteriores, trabajó posteriormente con Herbert Grönemeyer y Udo Lindenberg como productor musical.
- Ingeniería de sonido: El reconocido ingeniero de sonido Conny Plank participó en la grabación de su álbum debut, aportando su experiencia para lograr un sonido distintivo.
- Reunión: Después de su separación en 1977, Kin Ping Meh se reunió en 2005, reviviendo su legado musical y presentándose en diversos escenarios.
03. Don't You Know
04. Too Many People
05. Drugson's Trip
06. My Dove
07. Everything
08. My Future
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