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Arthur Brown & Vincent Crane - Faster Than the Speed of Light


This can be regarded as one of the last attempts by Vincent Crane to escape from bipolar disorder symptoms, following the great help of his old mate Arthur Brown, who forced him to stand still again and develop further his keyboard skills.The album was recorded in Germany only with the help of a drummer and a local orchestra of Frankfurt and contains BARCLAY JAMES HARVEST Orchestral Rock mixed with keyboard Prog with some shades of Pop and even Disco!As you can imagine the material is inconsistent with Brown displaying a good vocal range with theatrical twists and Crane interacting with the orchestra, while performing mostly on acoustic piano, Moog synthesizer and Hammond organ.Some good Art Rock moments, but not much else.Crane's self-destruction tendencies led to his passing in 1989 from a painkiller overdose.

Why should i give anything less then 5 ? Perfect quirky sympho-prog-pop masterpiece, a one of a kind. I don't even gonna start about Arthur superman vocals and inventive Vince arrangements. This is such a fun and easy going stuff, you don't even seem to notice all the complex things, that go behind.

El Último Vuelo del Hammond Alado: Crane & Brown en su viaje final

Hubo un momento en el tiempo en que el Hammond rugía como un dios herido y las voces parecían invocar tormentas eléctricas desde el más allá. Era el año 1979, y mientras muchos daban por muerto al rock progresivo, dos espíritus indomables se cruzaron en el umbral de lo improbable: Vincent Crane, el arquitecto del abismo sonoro, y Arthur Brown, el chamán teatral de la psicodelia. Lo que surgió de aquel encuentro no fue un simple disco...Fue un último hechizo, una despedida cargada de fuego, lirismo y gravedad.

Una historia de lo que pudo haber sido La última aventura de Crane:
Publicado por El Hombre Polilla

Parte I – El reencuentro entre sombras y llamas

Corría el año 1979. El punk había pateado las puertas del rock con botas sucias y desprecio por el virtuosismo. El progresivo, herido y exiliado, se deshacía en mutaciones barrocas o caía al silencio. Muchos creían que los brujos de la psicodelia ya estaban gastados, encerrados en discos polvorientos. Pero el fuego no se apaga así de fácil, no cuando quedan brasas vivas como Vincent Crane y Arthur Brown, dos de las mentes más inquietas, teatrales y delirantes que nos dejó la Inglaterra lisérgica.

Crane, el arquitecto del órgano en Atomic Rooster, y Brown, el chamán incendiario que alguna vez se coronó como el “Dios del Fuego” en The Crazy World of Arthur Brown, se reencontraron después de años sin hablar. No se saludaron con formalidades, sino con una idea fija:

“Vamos a hacer algo. Algo que nadie espere. Algo más rápido que la velocidad de la luz.”

Crane, siempre envuelto en tormentas mentales y melodías a punto de estallar, tenía una carpeta de composiciones inéditas. Música escrita en la noche, entre hospitales, cigarrillos y largas sesiones de introspección. Brown, eterno actor sonoro, se unió sin pensarlo. “Si esto va a sonar como una misa galáctica con órganos endemoniados, cuenten conmigo”, dijo.

Se metieron a un modesto estudio londinense con un plan claro: crear sin restricciones, grabar sin miedo y producir sin filtros. El resultado fue una criatura inusual, exuberante, teatral, densa y emocional. Una obra bautizada con un nombre premonitorio y rotundo: Faster Than the Speed of Light…. Y entonces llegó el momento de encender las máquinas

Parte II – De máscaras, tormentas y radiaciones sónicas

La grabación fue tan intensa como caótica. En menos de dos semanas, las piezas se ensamblaron como si una fuerza invisible empujara el proceso desde las sombras. Brown improvisaba letras y melodías con máscaras tribales puestas, caminando en círculos en el estudio para “llamar a las musas por mareo”, como él mismo decía.

En la canción "Storm Clouds", grabó la voz en una sola toma: sin letra escrita, sin ensayo. Cuando terminó, el productor dijo:

“No se repite. Esa no fue una interpretación, fue una posesión.”

Crane, mientras tanto, usaba pedales de distorsión de guitarra para convertir su Hammond en un animal mitológico. En vez de notas, arrojaba lenguas de fuego, estampidas cósmicas. Algunos pasajes suenan como si el teclado estuviera escapando de un agujero negro, y otros como si flotara sobre un lago de mercurio.

El disco se mueve entre el rock progresivo tardío, el soul ácido, el funk teatral y una espiritualidad desgarrada. No hay un género claro, solo una sensación: esto es lo último que diremos, y lo diremos gritando. Las tensiones entre ambos eran constantes: discutían sobre arreglos, tempos y efectos, pero al final se abrazaban, exhaustos y satisfechos. Brown dijo en una entrevista:

“Crane y yo éramos como dos lunas colisionando. Chocábamos, brillábamos, y dejábamos cráteres sonoros.”

La portada, hecha por un amigo de Crane en una noche de absenta y café, muestra rayos surcando un rostro en éxtasis. Así mismo suena el álbum: eléctrico, profético y errante. Pese a su intensidad, el disco fue ignorado por la crítica de la época. Nadie sabía cómo categorizarlo. Pero el tiempo, siempre sabio, lo convirtió en un objeto de culto, especialmente en Alemania y Japón, donde lo escuchaban como un testamento sagrado de dos locos hermosos que no quisieron envejecer con elegancia.

Fue el último gran viaje de Vincent Crane antes de su trágico adiós en 1989. Para muchos, este disco es su epitafio musical: un torbellino de emociones al borde del abismo, tocado con alma, furia y sin pedir perdón.

Cierra la sesión, abre el alma

Faster Than the Speed of Light no es un disco para oír de fondo. Es para escucharlo con los ojos cerrados y la mente abierta. Para sumergirse en ese espacio intermedio donde el rock se vuelve teatro, el alma grita y el Hammond echa alas.

Crane & Brown: dos nombres, un último vuelo.

El Hammond alzó vuelo. Y aún lo escuchamos cruzar las estrellas.

Hasta más vernos.

01. Storm Clouds
02. Nothing We Can Do
03. No
04. Bright Gateway
05. Timeship
06. Come and Joint the Fun
07. StormWind
08. Storm
09. This Is It
10. Lightrope
11. Balance
12. Faster Than the Speed of Light

CODIGO: @




Anexo:

Atomic Rooster – In HearingOf... 

Conocido en círculos de culto, pero aún subestimado por el gran público, este álbum es el punto de equilibrio entre lo heavy, lo melódico y lo tenebroso. Perfecto para sesiones nocturnas con tormenta de fondo. Vincent Crane luchaba contra trastornos mentales durante esta etapa, y parte de esa tensión interna se siente en cada tema. “In Hearing Of…” es una plegaria entre ruinas, donde el órgano es sepulcro y redención, y cada canción parece contarte un secreto prohibido. Es un disco que no grita, susurra desde el abismo...


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