Gong - Radio Gnome Invisible: Part 1: Flying Teapot
Wonderful first chapter of the prog rock world's least pretentious epic, the Planet Gong trilogy. In tone, this album is similar to the third episode, YOU, becuase is shares the spareness and balance of ambience that album does. ANGEL'S EGG is the busy, freaky, cluttered episode and possibly the most narrative as much of the actual story of Zero The Hero is outlined there. But FLYING TEAPOT is not only the most musically confident thing Gong had done to date, it begins the tale in fine form. All three albums are enjoyable as either stand alone items or heard in sequence. so I highly encourge all prog heads to check 'em all out. And by the way the recent gatefold vinyl reissue from Get Back is beautiful and VERY high quality!
Una tetera surca el éter: El día en que el rock tomó té con el
universo
La historia real de una banda que convirtió la psicodelia en cuento cósmico y la música en nave espacial.
Primer capítulo de la trilogía Radio Gnome Invisible.
Hay discos que no se escuchan: se abren. Como un libro mágico, como una grieta en la realidad. Y si hay un portal que lo confirma con carcajadas de duendes y saxos delirantes, es este. A comienzos de 1973, Gong —bajo el liderazgo de nuestro querido y siempre “pasuche” Daevid Allen— grabó Flying Teapot, la primera entrega de lo que más tarde sería conocido como la trilogía Radio Gnome Invisible. Un disco que es más que música: una colección vanguardista de efectos sonoros, improvisaciones jazzy, criaturas delirantes y un sentido del humor que desarma cualquier solemnidad. En resumen: una placa para volar, retozar… y perderse felizmente en la sopa cósmica.
Flying Teapot no fue un simple álbum. Fue la piedra angular de un universo paralelo. El primer tomo del Evangelio según Gong. El comienzo de la odisea de Zero the Hero, protagonista (o víctima) de una saga lisérgica donde teteras vuelan, doctores octavianos manipulan frecuencias y los Pot Head Pixies planean el gran escape psicodélico. Este no es solo el primer capítulo de la trilogía Radio Gnome Invisible, es una especie de piedra Rosetta para entender que el rock progresivo también podía ser juguetón, absurdo, jazzero, teórico, y profundamente espiritual... todo al mismo tiempo.
Daevid Allen, místico exiliado de Soft Machine, ofició de alquimista mayor. Mezcló el desparpajo del teatro callejero, el jazz de vanguardia, los libros esotéricos, los dibujos animados y la política psicodélica de una comuna intergaláctica. El resultado: una ópera cósmica grabada por músicos que parecían estar poseídos por criaturas de otro plano... o simplemente muy comprometidos con el trip.
El vuelo comienza:
"Flying Teapot", el tema que da nombre al disco, es una mini suite caótica y brillante. Te recibe con un groove lento, pantanoso, que se va expandiendo hasta convertirse en una especie de mantra jazz cósmico. Voces entran y salen como mensajes desde una estación orbital. Zero empieza su viaje. El universo se deforma como un dibujo de Terry Gilliam. Todo es chiste, pero también revelación. Humor y trascendencia: esa es la fórmula Gong. Y cuando parece que el trip va a estabilizarse, irrumpe "The Pot Head Pixies". Es como si Syd Barrett reencarnara en forma de dibujos animados franceses: bajo saltarín, voz aniñada, sintetizadores que hacen burbujas, y un mensaje claro: ¡Los pixies están acá, y les gusta el té! Pero no cualquier té... sino uno que te eleva, te desestructura y te enseña que la realidad es solo una convención más, lista para ser disuelta en agua hirviendo.
Flying Teapot es el comienzo de algo más grande, una invitación disfrazada de broma, una fábula de ciencia ficción y una burla a la seriedad de algunos próceres del rock progresivo. En lugar de torres de marfil y solos de 20 minutos, Gong propone teteras, comunas sonoras, personajes, voces susurradas y una vibra que mezcla lo infantil con lo metafísico.
El disco no se explica. Se escucha y se acepta. Como el té que te ofrece un desconocido en un sueño. ¿Lo tomás o no?
Fin de
transmisión... por ahora…
Zero ha abierto el portal. Los Pixies planean algo.
Y un huevo cósmico está por revelarse…
La ópera invisible apenas ha comenzado.
Continuará la historia…
Mini-datos
- La tetera como nave interdimensional: Daevid Allen afirmó que la idea del Flying Teapot le llegó durante una visión inducida por meditación y ácido: vio una tetera gigante flotando por el espacio, guiada por los Pot Head Pixies. Según él, esa tetera era una “nave-conciencia”, un símbolo de escape del pensamiento lineal y del control social. En Gong, todo objeto es una alegoría… ¡hasta el utensilio del desayuno!
- Gilli Smyth: la voz espectral Gilli Smyth, pareja de Allen y sacerdotisa sónica de Gong, creó un personaje propio dentro del universo: la Good Witch Yoni. En este disco, su voz no canta ni habla... susurra, gime, flota. Esa técnica, bautizada space whisper, se convirtió en una marca registrada de Gong y precursor de técnicas vocales más atmosféricas.
- La Radio Gnome... ¡era real! En algunos conciertos de la época, Gong montaba una emisora pirata antes del show donde transmitían mensajes absurdos, entrevistas a personajes inventados y música “de otros planetas”. La audiencia recibía panfletos con los “horarios de emisión”. El concepto Radio Gnome Invisible no era solo lírica: era happening, performance y expansión de la obra.
- Grabado con caos ceremonial La grabación en los estudios Virgin’s Manor fue un caos controlado: Gong improvisaba gran parte de los pasajes, escribía letras en el momento y alteraba el orden de los tracks en función de las “vibraciones”. Algunos músicos ni sabían que estaban grabando el primer disco de una trilogía. Fue el productor Simon Heyworth quien logró, milagrosamente, ensamblar ese rompecabezas sónico en algo coherente (y brillante)
02. Flying Teapot
03. The Pot Head Pixies
04. The Octave Doctors And The Crystal Machine
05. Zero The Hero And The Witch's Spell
06. Witch's Song/I Am Your Pussy
CODIGO: @
Anexo:
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