Gong - Radio Gnome Invisible: Part 3: You
This album was made on psychedelic drugs, so must be listened to on psychedelic drugs. Sadly iv only heard it sober or on Alcohol. Its good , but cant wait to hear it on shrooms.{only kidding} or am i.
Gong es raro. Es como si se hubieran juntado a decir: “Tomemos ácido, hagamos la música que harían los gnomos, y asustemos a todos con alegría y espacio”.
...Había una vez, en un rincón invisible del espacio-tiempo, un planeta flotando entre el sueño y el sonido. No se encontraba en los mapas, ni en las cartas astrales, ni en los catálogos de ciencia ficción. Para llegar allí no bastaba una nave: hacía falta cerrar los ojos, girar tres veces sobre un solo pie y pensar en té caliente, pixies voladores y doctores de octava flotando en un charco de neón. En aquel planeta vivía Zero the Hero, un ser que ya no buscaba respuestas porque había aprendido a escuchar las preguntas. Atrás había dejado su taza voladora y su huevo celestial. Ahora, descalzo y transparente, miraba el horizonte de un mar sin orillas, donde cada ola era una frecuencia y cada estrella un acorde. El tiempo se diluía, la identidad se deshacía como una melodía demasiado perfecta.
Y así comienza este
último capítulo.
El fin de una
trilogía.
O quizá…el principio del “tú”.
Musicalmente, You es la obra más cohesionada de la trilogía. La banda alcanza su punto más alto de sincronía telepática: el bajo serpenteante de Mike Howlett, la batería hipnótica de Pierre Moerlen, las guitarras mágicas de Steve Hillage y el teclado de Tim Blake orbitan como satélites perfectamente alineados en torno al caos controlado de Daevid Allen. A nivel sonoro, se alejan un poco del humor lunático para abrazar una intensidad mística, donde cada canción parece construida para abrir portales internos. Este no es un álbum para escuchar mientras se hace otra cosa. You exige rendición. Es un mantra grabado, una suite de jazz cósmico-psicodélico que quiere evaporarte en la mezcla. Y es, también, el último disco que Gong grabaría con su formación clásica antes de empezar a mutar, dividirse y transmutar en otras encarnaciones. Si Flying Teapot era el despegue, y Angel’s Egg el vuelo en espiral, You es el momento en que la nave desaparece.
Parte I – El último viaje de Zero the Hero
Cuando Master Builder comienza a resonar, no se trata solo de una canción: es un rito iniciático. Gong deja atrás el relato episódico de sus discos anteriores para sumergirse en un trance colectivo. Zero the Hero, ese arquetipo del viajero absurdo, ha alcanzado el punto en que el camino se deshace bajo sus pies. Ya no busca el Gong, ni el huevo, ni el mapa de las coordenadas invisibles. Ahora camina hacia la estructura misma del sonido.
En este acto final, Zero ha comprendido que su verdadera identidad no está en los nombres, ni en las figuras cósmicas que lo acompañaron, sino en el movimiento mismo. "Master Builder" lo revela: un mantra ascendente que nace del silencio y escala como un relámpago en cámara lenta. El riff inicial, repetitivo y ceremonial, es como un latido de oráculo. La banda entera —sin necesidad de palabras— lo acompaña en esta ceremonia de disolución. No hay retorno ni nostalgia: solo intensidad progresiva. Musicalmente, este track es una obra de arquitectura espiritual. El jazz-rock alcanza aquí una energía que no busca sorprender, sino absorber. Steve Hillage y Tim Blake se entrelazan como serpientes eléctricas, y la batería de Pierre Moerlen parece seguir un pulso interior más que un compás. Todo vibra, todo gira, hasta que la canción alcanza su clímax: un estallido donde la distorsión y la claridad se funden.
Zero desaparece aquí. O mejor dicho: se vuelve invisible. Se transmuta en frecuencia, en pensamiento rítmico. Lo que era personaje ahora es símbolo. Lo que era historia ahora es pulso. La narrativa se convierte en éxtasis instrumental. Y el oyente, sin darse cuenta, comienza a ocupar ese lugar vacío.
Parte II – El despertar del “Yo”
A medida que "Isle of Everywhere" se despliega, Gong revela su secreto mejor guardado: que todo este relato fantástico ha sido, en realidad, un viaje hacia adentro. El planeta Gong no estaba en las estrellas, sino en la mente del oyente. El teapot, los pixies, los doctores de octava, eran proyecciones, disfraces para algo mucho más esencial: la pregunta por la identidad, por el lugar que habitamos en el sonido, por el papel que jugamos al oír.
"Isle of Everywhere" es el mapa de ese descubrimiento. No hay letra, no hay historia lineal, solo una línea de bajo que flota como una isla en un mar de delay. La música no avanza: respira. Es una suerte de ambient-funk psicodélico, repetitivo como un mantra, circular como una meditación. No se trata de llegar a algún sitio, sino de ser el sitio.
El “You” del título, ese tú genérico y cósmico, toma aquí su forma final: no es un personaje, no es un mensaje, es una interpelación directa. ¿Quién escucha cuando escuchás Gong? ¿Quién está al otro lado de esa isla de sonido? Esa es la pregunta que el álbum deja flotando, sin responder.
En este punto, la música ha dejado de ser vehículo de una historia externa para convertirse en un espejo líquido. El oyente ya no es audiencia, sino protagonista. El viaje no termina: muta. Y en esa mutación está la belleza radical de You…Y si llegaste hasta aquí, querido lector, ya no eres el mismo. Porque en el planeta Gong, al final, todos somos Zero.
- El Gong se calló después de “You”: You fue el último álbum grabado por la formación clásica de Gong con Daevid Allen al mando. Después de este disco, Allen decidió abandonar la banda en pleno tour europeo, alegando razones “espirituales” y sintiendo que su papel dentro del grupo ya había cumplido su ciclo. Dijo que era tiempo de “dejar ir el ego y que Gong siguiera su camino sin él”.
- El “You” tenía que escucharse entero y con audífonos: Daevid Allen insistía en que You no era un disco para picar temas sueltos, sino un “ritual auditivo completo”. Según él, debía escucharse con audífonos y sin interrupciones, como si fuese una ceremonia de disolución del “yo”. Incluso recomendaba escucharlo bajo el efecto de la meditación (o de otra sustancia más propia del Planeta Gong...).
- Tim Blake grabó algunos pasajes desde su casa: Tim Blake, maestro de los sintetizadores y teclados espaciales, grabó varias de sus partes en su propio estudio casero (llamado Crystal Machine). Usaba un sistema pionero de delays y loops analógicos que le permitía crear atmósferas envolventes sin necesidad de múltiples tomas. Gong fue de las primeras bandas en abrazar esta forma de grabación “a distancia”.
- “Isle of Everywhere” inspiró música ambient moderna: Artistas como The Orb y Future Sound of London han citado You, especialmente Isle of Everywhere, como una influencia directa en la creación del ambient electrónico de los 90. El groove lento, hipnótico y cargado de efectos se considera un precursor claro del chill-out psicodélico.
CODIGO: @
Gong - Radio Gnome Invisible:
Part 2: Angel's Egg
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