Spaghetti Prog: Panna Fredda - Uno
An appealing little album perched upon the crest of the great Italian wave. Still more proto-prog than RPI, and with an uncharacteristically dark underbelly, but also with the romantic and assertive future clearly visible. The closer you listen, the more unique this amalgamation becomes. My two favorite tracks are "La paura" and "Il vento, la luna," though it's all very good.
Early italian progressive rock by Panna Fredda. The sound is solid and hammond organ driven, with nice guitar parts and synthesizer. The great opener song "La Paura" has that mystical, mysterious, spacey and dark-ish vein. A mix of Cressida, Affinity, Uriah Heep, Bram Stoker, Osanna and Cervello. Very rare and expensive LP.
Hay discos que no nacen: se invocan.Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche.Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso.
Panna Fredda: Belleza en el Filo del Abismo
Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los años, Uno fue descubierto por coleccionistas y devotos del prog como quien encuentra un libro prohibido en la biblioteca equivocada. Hoy se le reverencia como lo que es: una pieza de culto, un disco que respira en la penumbra y se niega a ser domesticado.
Dag Erik Asbjørnsen lo definió con precisión quirúrgica en Scented Gardens of the Mind: “Los secretos del gran éxito de este álbum residen en su magnífica composición y maestría musical, ingeniosas ideas instrumentales (a menudo con referencias a la música clásica) y la atmósfera consistente que lo caracteriza.” Pero esa descripción no advierte lo suficiente: esa atmósfera es densa, sofocante, casi ritual. Jerry Lucky en The Progressive Rock Files habló de un sonido que recuerda a Banco y Semiramis, “pero más picante”. Sí, Uno es picante, pero no como un condimento exótico: es el fuego que quema la garganta, el ácido que deja cicatriz. Augusto Croce, desde Italian Prog, no dejó dudas: “No tiene puntos débiles.” No hay descanso, no hay compasión: el disco es un túnel que te traga desde el primer acorde. Si buscas confort, aléjate. Si buscas belleza pura y sin filtros, ven y siéntate alrededor del fuego. Porque eso es Uno: un álbum oscuro, maldito, que parece susurrarte desde el otro lado. Un grimorio en vinilo que exige ser escuchado de principio a fin. Y si decides atravesarlo, apaga las luces, cierra la puerta y prepárate. Este disco no se escucha: se sobrevive.
Impresiones personales: El Fantasma que Susurra en Estéreo
Vuelvo a dirigirme a ustedes, camaradas del culto, para ofrecerles una obra que no se escucha: se invoca. Uno es de esas joyas enterradas en el underground italiano que siguen brillando como brasas en la oscuridad, esperando al iniciado que se atreva a tocar la aguja del vinilo. Lo que tenemos aquí es un álbum exquisito y perversamente ecléctico: una fusión de sinfonismo, hard, space, jazz y folk, mezclados como en un caldero de alquimia sonora. Cada pieza es un portal: los cambios de ritmo son espirales, las melodías se entrelazan como serpientes, y de pronto un riff te sacude como un relámpago en medio de un sueño febril. La marca italiana está ahí, inconfundible: dramática, teatral, cargada de esa melancolía que sabe a tragedia griega y de esa furia que casi quema los parlantes. Uno no es amable ni complaciente; es un viaje que exige atención, que te toma de la mano y te arrastra hasta el corazón de su propio laberinto sonoro.
En mi opinión, es uno de los discos más íntegros y enigmáticos del prog de la vieja escuela: cada track es una joya afilada que sangra belleza. Si lo van a escuchar, háganlo en silencio, con las luces bajas, y déjense arrastrar. Este álbum no es música de fondo: es un rito de paso. Y recuerden: este fue el primer y último grito de Panna Fredda antes de desaparecer. No hubo segundo acto, no hubo redención. Solo quedó este epitafio en vinilo, oscuro y brillante, para quienes se atrevan a escuchar.
Mini-datos:
- Banda marcada por el destino: Panna Fredda empezó como un grupo beat inocente, pero para cuando grabaron Uno, ya eran otra cosa: músicos en el filo, tocando como si supieran que era su última oportunidad.
- El enemigo invisible: el servicio militar obligatorio disolvió la formación poco después de la grabación. Como si el Estado hubiera bajado el telón sobre el grupo antes de que la obra pudiera respirar.
- Disco fantasma: el álbum fue editado en tiraje limitado y apenas circuló en su época, convirtiéndose en un espectro que solo los coleccionistas podían invocar.
- Redescubrimiento tardío: no fue hasta los 90 que el disco volvió a la superficie, reeditado y reverenciado, como si alguien hubiera abierto un ataúd y encontrado oro en su interior.
- Título profético: lo llamaron Uno y fue el primero y el último. No hay continuación, no hay secuela. Es un único golpe de martillo en la historia del prog italiano.
02. Un Re Senza Reame
03. Un Uomo
04. Scacco Al Re Lot
05. Il Vento, La Luna E Pulcini Blu
06. Waiting
CODIGO: F-32
Comentarios
Publicar un comentario
Muchas Gracias por enriquecer el Blog con tu comentario. Saludos.