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AL VUELO: V.A - Pomegranates: Persian Pop, Funk, Folk And Psych Of The 60s And 70s

 

Groovy tunes from different styles and with an occident influence in them, there is a handful of pop gems here. I don't know what the songs are about but they sound extremely melancholic to me.

Brilliant, funky, visionary. A must-have comp for all music fans out there.

Persian Freakbeat Resurrection

Dicen que en Irán el ave fénix no es solo una criatura mitológica: es un espejo del alma colectiva, un símbolo que arde y renace en cada época, cambiando de plumaje sin perder su fuego ancestral. Y no es casual. La cultura iraní —eterna, fragmentada, esquiva— vive en un perpetuo estado de resurrección. Entre lo sagrado y lo profano, entre el pasado preislámico y la modernidad en ebullición, se teje una identidad sonora que vibra con el temblor de lo que busca definirse.

A través de este compilado —una gema psicodélica ensamblada desde los archivos del desierto— Pomegranates nos abre la puerta a un Irán que ya no existe, pero que aún canta entre los surcos de un vinilo imaginario. Aquí, las guitarras eléctricas no piden permiso: se entrelazan con flautas, con tambores rituales, con el eco de voces que suenan como plegarias en technicolor. Es un fino y exótico catálogo de música ácida proveniente de tierras persas, donde el alma oriental se disfraza de pop sesentero, y el funk se desliza entre los velos del misticismo.

El período en que estas canciones nacieron fue de intenso movimiento y contradicción. El país se modernizaba a toda velocidad —impulsado por los petrodólares y la fiebre del progreso—, pero bajo esa capa brillante se agitaba un pulso más antiguo, una herida abierta entre lo moderno y lo tradicional. Era la época en que las jóvenes iraníes bailaban con minifaldas al ritmo de los Beatles y los Shadows, mientras los poetas y músicos trataban de reconciliar la herencia mística con la electricidad del presente.

Pomegranates es un testimonio sonoro de esa tensión divina: un puente entre el santuario y la discoteca. En cada canción late un pulso doble, una conversación entre el alma y el cuerpo. Las letras hablan del amor y el deseo, pero lo hacen con metáforas tan ricas que parecen invocaciones. Algunas melodías se tiñen de melancolía, otras de euforia solar, y en todas se escucha una espiritualidad en trance, casi lisérgica.

La incorporación del elemento folk —esas escalas antiguas, ese aire de bazar y desierto— le da una textura exótica y expresiva. Es música que no se conforma con sonar: invoca, seduce y desarma. El oyente se sumerge en una experiencia intensa, donde el alma se disuelve en los colores del sonido.

En este viaje, Pomegranates funciona como un documental oculto, una arqueología emocional. Cada pista es una cápsula del tiempo que resiste el olvido y se abre, luminosa, como una granada madura en mitad del polvo. De sus semillas brotan las voces de artistas que soñaron con un Irán moderno sin renunciar a su herencia: Googoosh, Zia, Kourosh Yaghmaei y otros nombres que sobrevivieron a la censura y el exilio.

Escuchar este álbum es ver al fénix levantar vuelo desde un tocadiscos. Es sentir cómo la tradición se funde con la distorsión, cómo lo antiguo se quema para renacer en forma de groove.

Pomegranates no es solo una compilación: es un rito de resurrección sonora, una llama que sigue ardiendo en la noche persa. 

Mini-datos:

  • Curado por Finders Keepers Records (2009).

  •  Contiene rarezas grabadas antes de la Revolución Islámica, rescatadas de vinilos imposibles.

  • Incluye joyas ocultas del pop persa, folk espiritual y psicodelia occidental reinterpretada con saz, santur y soul.

  • El compilador Arash Saedinia reveló que parte de esta colección nació gracias a una maleta llena de discos iraníes que su madre le entregó en 2003, cuando regresó a Irán. Dentro de esa maleta encontró un tesoro: pop, funk, rock y folk que sobrevivieron al silencio impuesto por la revolución.

  • En una presentación en Los Ángeles, el público coreaba entre risas y asombro: “¡Disco!... ¡Irán!... ¡Disco!... ¡Irán!” — una síntesis perfecta del espíritu del álbum: oriente, vinilo y psicodelia abrazándose bajo una bola de espejos.

01. Zia - Helelyos
02. Mohammad Nouri - Biya Bar-e Safar Bandim
03. Mehrpouya - Soul Raga
04. Googoosh - Talagh
05. Kourosh Yaghmaie - Gol-e Yakh
06. Parva - Mosem-e Gol
07. Noosh Afarin - Gol-e Aftab Gardoon
08. Soli - Miravi
09. Marjan - Kavir-e Del
10. Sima Bina - Naz Kardanet Vaveyla
11. Soli - Negar
12. Googoosh - Bemoun Ta Bemounam
13. Zia - Kofriam
14. Ramesh - Sharm-e Boos-e
15. Dariush - Cheshm-e Man
16. Googoosh - Gol Bi Goldoon

CODIGO: @



Anexo:

V.A - 1970's Algerian Proto-Rai Underground 

Entre las luces de neón de Teherán y los callejones polvorientos de Orán hay un mismo latido: el deseo de transformar la herencia en electricidad. Si Pomegranates explora la psicodelia persa envuelta en incienso y modernidad, 1970’s Algerian Proto-Rai Underground nos lleva al Magreb, donde el ritmo del raï nacía entre guitarras distorsionadas, darbukas hechizadas y voces que cantaban el exilio con fuego en la garganta. Ambos discos son espejismos hermanos —documentos de culturas que soñaron su propia revolución a través del sonido, reinventando la tradición con un espíritu febril y visionario.




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