Jade Warrior - Last Autumn’s Dream
Jade Warrior at their most stupid and also most inspired. "Joanne" and "The Demon Trucker" are embarrassing, but then tracks like "Lady of the Lake" and "Borne on the Solar Wind" are near-perfect, despite their (somewhat) commercial moves. As I've become better acquainted with the band, I've realized that the beauty of early Jade Warrior is precisely this schizophrenic approach. Every band member brought their own thing and it only gelled by accident, but it's those "happy accidents" which make life worth living.
This was the last album of their first phase as they would break up after this. A few years later, Island Records discovered their earlier music and offered them a contract. So a new version of the band was formed for a 4 album deal. This one continues the style of the last record but with lots of heavy, acid tinged guitar everywhere. We also get lots of bongos, some folk and a few ambient pieces. For me, this is their best album to this point. The band would definitely change after this with their new configuration so this record can be taken as a celebration of all that is good about the original Jade Warrior.
Todos estuvimos de acuerdo en que, fuera cual fuera el nombre que eligiéramos, debía expresar la naturaleza dual de nuestra música —esa cualidad de “suave y dura”, por decirlo así. Siguiendo esa idea, nos sentamos en la sala de estar de Jon y elaboramos dos listas: una con palabras que representaban el lado más tranquilo y meditativo de la banda, y otra con términos que reflejaban el aspecto más pesado y amenazante. La lista “dura” incluía una selección más masculina, con nombres como Spear (“Lanza”) y, por supuesto, Warrior (“Guerrero”). La primera esposa de Jon, Jenny, sugirió que quizás podríamos elegir nuestro nombre a partir de verbos en lugar de sustantivos, pero después de pensarlo un poco, descartamos la idea por considerarla demasiado extravagante. Al final decidimos quedarnos con Jade, de la lista suave, y Warrior, de la lista dura. Supongo que si las cosas hubieran ido de otro modo, podríamos habernos llamado algo como Lotus Spear (“Lanza de Loto”).— Glyn Havard
Música para un templo invisible: la visión de Jade Warrior
Cuenta la leyenda que, antes de grabar una sola nota, Jade Warrior ya existía como una idea: la búsqueda de un equilibrio entre lo suave y lo feroz, entre la brisa y el acero. Reunidos una tarde en la sala de Jon Field, los miembros del grupo trazaron dos listas en un papel: una con palabras que evocaban quietud, introspección y meditación; otra con aquellas que respiraban fuerza, energía y amenaza. De la lista suave surgió Jade, símbolo de lo espiritual y lo delicado. De la lista dura, Warrior, el guerrero que avanza con el filo encendido. El nombre nació así, de una unión tan simple como perfecta: el jade y el guerrero, la calma y el combate, el yin y el yang del sonido. Si el destino hubiese jugado de otra forma, quizás hoy estaríamos hablando de una banda llamada Lotus Spear. Pero no: el universo eligió bien. Porque lo que Jade Warrior ofreció al mundo fue precisamente eso —una música que respira entre mundos, donde la serenidad y la furia comparten el mismo pulso.
Fuego verde: el origen de Jade Warrior
A comienzos de los sesenta, entre el ruido metálico de una fábrica inglesa y el zumbido de las carretillas elevadoras, Jon Field y Tony Duhig se conocieron sin imaginar que allí, entre el hollín y el aceite, estaba germinando una de las alquimias sonoras más singulares del rock británico. Ambos compartían una obsesión secreta: los ritmos del jazz, la espiritualidad de la música japonesa, las cadencias africanas que parecían venir de otra tierra. Jon golpeaba congas en sus ratos libres; Tony acariciaba una guitarra afinada de forma extraña, en Do abierto, buscando resonancias nuevas. Con un par de grabadoras de cuatro pistas y más curiosidad que recursos, empezaron a construir capas de sonido, superponiendo texturas como si ensamblaran una catedral hecha de desechos del patio trasero —así lo recordaría Field años más tarde. Ese experimento artesanal se convertiría en la semilla de Jade Warrior.
Durante un tiempo se refugiaron en grupos efímeros: Second Thoughts, Tomcats, July. Aquella última banda alcanzó un brillo psicodélico fugaz en España, donde grabaron EPs de pop-rock que sonaban a verano lisérgico. Pero la magia se desvaneció, y a finales de los sesenta Tony recaló en Unit 4+2, donde coincidió con Glyn Havard y Allan Price. Juntos giraron por clubes del norte de Inglaterra, persiguieron la sombra del éxito… y acabaron perdidos en Persia —sí, Persia— tocando en clubes nocturnos por tres meses hasta regresar casi sin un centavo y con Tony enfermo de “pierna persa”, una flebitis que lo acompañaría por el resto de su vida. De aquel caos nació una nueva hermandad: Tony, Jon y Glyn comenzaron a grabar maquetas en Londres, entre té, cables y humo de incienso. Lo que emergía era distinto: melodías introspectivas, percusiones tribales, guitarras que parecían respirar. La música necesitaba un nombre que reflejara su espíritu dual: fuerza y delicadeza, acero y niebla. En el salón de Jon, trazaron dos listas: una suave, otra dura. Jade vino de la primera. Warrior, de la segunda. Así nació Jade Warrior, una banda bautizada entre opuestos. Un grupo que nunca perteneció a ningún movimiento, pero que resonó con todos: el progresivo, el jazz-rock, el folk espiritual y las primeras vibraciones de lo que más tarde llamaríamos world music.
En 1970 firmaron con Vertigo Records, casi por accidente —el sello quería en realidad a la banda afro-rock Assagai, y los fichó a ambos como “paquete”. Pese a la falta de apoyo, el debut Jade Warrior (1971) sorprendió por su profundidad y su carácter experimental. Released (1971) afiló el costado rockero, y en 1972 llegaría Last Autumn’s Dream: el equilibrio perfecto entre la niebla oriental y el rugido eléctrico. Fue su último grito en el sello Vertigo, antes de que el cambio de los tiempos los empujara al silencio. Pero aquel breve trío de álbumes dejó una huella indeleble: la del guerrero que soñaba con armonías imposibles, armado solo con jade, fuego y una grabadora de cuatro pistas.
La música de Jade Warrior siempre fue un misterio envuelto en incienso. Es difícil de describir, y casi imposible de encasillar. En su universo conviven el rock y el jazz, la música latina y la japonesa, los ecos africanos, el ambient antes de que existiera el término, y lo más primitivo del sonido: cucharas golpeando botellas vacías, maderas vibrando al borde del silencio. Su arte parece fluir en direcciones opuestas —a veces melódicamente simple y rítmicamente intrincado, otras un torbellino sereno que desafía toda lógica occidental—, pero siempre con una coherencia secreta, como si una respiración antigua los guiara. En 1972, Jade Warrior lanzó su tercer álbum de estudio, Last Autumn’s Dream, un título que suena a despedida y revelación a la vez. De sus surcos emergen paisajes donde el otoño no muere, sino que sueña despierto, poblado por flautas orientales, guitarras líquidas y percusiones que parecen rituales. El disco trajo consigo dos sencillos —“A Winter’s Tale” y “The Demon Trucker”—, este último coescrito junto al recién incorporado David Duhig, hermano del guitarrista Tony, quien aquí se une a la travesía como un nuevo alquimista del sonido.
Last Autumn’s Dream es, en muchos sentidos, el punto en que Jade Warrior dejó de ser una banda y se convirtió en un lenguaje. Un idioma hecho de aire, madera y sueños suspendidos. Un álbum que no conquista territorios: los disuelve. [*]
Impresiones Personales: El sonido como plegaria
Last Autumn’s Dream, el tercer álbum de Jade Warrior, muestra a la banda en un punto de madurez fascinante: una ejecución instrumental impecable y una voluntad constante de empujar los límites del sonido. Es un trabajo profundamente experimental, donde lo “ecléctico” no es una etiqueta sino un principio vital. El disco entrelaza influencias de la tradición japonesa, el folk, el jazz, el hard rock e incluso la música clásica, construyendo un paisaje sonoro que parece respirar y transformarse a cada compás. La química entre Tony Duhig (guitarra eléctrica), Jon Field (flautas, congas, percusiones), Glyn Havard (voz, bajo, guitarra acústica), Allan Price (batería) y David Duhig (guitarra principal en el tema 1 y eléctrica en el 8) alcanza aquí un equilibrio místico entre la técnica y la emoción. El resultado es un álbum que vibra con intensidad espiritual, lleno de fuerza, sensibilidad y una pizca de locura luminosa. Last Autumn’s Dream no solo es bello: es un espejo donde el sonido se convierte en sentimiento, y la experimentación, en una forma de plegaria.
Mini-datos:
- Durante los primeros días del dúo fundador —Jon Field y Tony Duhig— ambos se conocieron trabajando en una fábrica conduciendo carretillas elevadoras. Pero lo que hace especial esta historia es que, a la vez, estaban experimentando musicalmente: cada uno compró una grabadora de cuatro pistas, y empezaron a superponer sonidos como si intentáramos construir una catedral con las cosas que encuentras en tu patio trasero”. Jade Warrior. Este tipo de inicio artesanal da una idea de la ambición del sonido de Jade Warrior: humilde en recursos, gigante en imaginación.
- En el álbum Last Autumn’s Dream se incorpora por primera vez formalmente a David Duhig, hermano de Tony Duhig, quien co-escribió la pista “The Demon Trucker” y tocó guitarra eléctrica tanto en ese tema como en “Snake”. Este detalle marca un pequeño pero significativo cambio en la formación y el sonido de la banda, algo que los fans más atentos seguramente celebran.
- Algunas ediciones de los álbumes originales de Jade Warrior fueron lanzadas por su sello sin que la propia banda aprobara el remasterizado. Por ejemplo, su sitio web comenta que en uno de los re-lanzamientos la remezcla no reflejaba la dinámica original con la que Field y Duhig habían trabajado. Es decir: incluso los objetos físicos (el vinilo, el CD) llevan sus propias “versiones contrabando” para los coleccionistas. Esa es una faceta de culto que se puede amar o criticar, pero definitivamente añade mística.
01. A Winter's tale
02. Snake
03. Dark river
04. Joanne
05. Obediance
06. Morning hymn
07. May queen
08. The demon trucker
09. Lady of the lake
10. Borne on to the solar wind
CODIGO: K-34
[*] La sección toma como fuente el
artículo de Wikipedia.
Nota: Para apreciar el full art de "Last Autumn’s Dream" click en el enlace.
https://i.ibb.co/5WTkJjXN/J-D.jpg
Anexo:


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