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Wishbone Ash - Argus

 


Wishbone Ash's most celebrated album is essentially a heavy folk-rock disc with an innovative twin lead guitar sound - later embraced by many New Wave of British Heavy Metal bands. (Warrior, in particular, sounds like a number which - if the guitars were just a touch heavier - could be a lost Saxon or Iron Maiden song.) Musically speaking, the band seem to be out to explore territory similar to the likes of Crosby, Stills, Nash and Young, with a harder-edged sound and much more extended and complex guitar solos - this approach is especially apparent on Blowin' Free, on which the vocal harmonies in particular are clearly inspired by CSNY's best. Still, the guitar heroics are impressive enough to make the album of interest to prog fans, and as far as classic rock albums in general go it's well worth your time. Wishbone Ash never quite made another album which captured my interest to the extent that this one did - whenever I hear another Wishbone Ash song, I think to myself "this is alright... but I could be listening to Argus instead". It's that good.

Steve Harris —fundador y bajista de Iron Maiden— no dudó en señalar el camino: “Creo que si alguien quiere entender los primeros trabajos de Maiden, en particular las guitarras de armonía, todo lo que tiene que hacer es escuchar el álbum Argus de Wishbone Ash.

Wishbone Ash y la edad dorada del culto

En la primavera de 1972, Wishbone Ash alcanzó el punto más alto de su carrera con Argus, un álbum que consolidó su propuesta y que, con el paso de los años, se convertiría en una de las piedras angulares del rock británico. Si algo distingue a esta obra es la manera en que el grupo perfeccionó su marca registrada: el uso de guitarras gemelas en armonía, un recurso que no solo les dio identidad, sino que también influenció directamente a toda una generación de bandas, desde Thin Lizzy hasta Iron Maiden.

Argus no fue simplemente un buen disco más en la cosecha dorada de principios de los setenta; fue el momento en que Wishbone Ash logró equilibrar la fuerza del hard rock con la sofisticación melódica del folk y la ambición conceptual del progresivo. Las canciones, cargadas de imágenes épicas y atmósferas medievales, se alejaban del simple gancho comercial para ofrecer una experiencia cohesionada, casi narrativa, donde cada tema parecía formar parte de un mismo lienzo.

Cincuenta años después, el álbum sigue siendo un referente inevitable en cualquier conversación sobre los discos más representativos de 1972, año que vio nacer joyas de Deep Purple, Yes o Jethro Tull. En ese contexto, Argus no solo resistió la comparación: se ganó un lugar propio en la historia, como la obra que definió para siempre el sonido y el prestigio de Wishbone Ash.

Contexto Historico: Un disco medieval para un futuro eléctrico

Argus es el tercer álbum de Wishbone Ash, lanzado el 28 de abril de 1972, en un momento en que la escena del rock británico hervía de creatividad y competencia. El grupo ya había mostrado con sus dos primeras entregas que tenía un estilo propio, pero fue con este disco donde cristalizó su propuesta: un sonido que tomaba lo mejor del rock progresivo, el folk y el hard rock, y lo fundía en una fórmula tan particular que todavía hoy sigue siendo referencia. Aunque no fue concebido formalmente como un álbum conceptual, Argus respira una unidad temática que lo acerca a esa categoría. Especialmente en su segunda cara, la influencia de la mitología griega y de imágenes medievales le da un aire épico, como si cada canción fuese un capítulo de una misma narración. Esa sensación de cohesión convirtió al disco en una experiencia distinta: más que una colección de temas, se percibía como una travesía.

Uno de los elementos clave que hicieron de Argus un álbum histórico fue su enfoque en las guitarras gemelas. La técnica de armonización de guitarras solistas, llevada aquí a su máxima expresión, marcaría un antes y un después en la historia del rock. Bandas como Thin Lizzy, Judas Priest y, por supuesto, Iron Maiden, beberían directamente de esta fuente. No es casual que Steve Harris, fundador de Maiden, dijera años más tarde que para entender los primeros pasos de su grupo bastaba con escuchar Argus.

El equipo detrás del disco también jugó un rol determinante. El productor Derek Lawrence, con experiencia en descubrir y potenciar talentos, supo dar forma a las ideas del grupo, mientras que el ingeniero de sonido fue nada menos que Martin Birch. Este último ya había trabajado con Deep Purple y más adelante se convertiría en un auténtico arquitecto sonoro del heavy metal, colaborando con Black Sabbath, Rainbow e Iron Maiden. Birch recordaba que la grabación de Argus fue particularmente fluida: “Era una banda disciplinada, sabían perfectamente cómo querían sonar. Mi trabajo fue básicamente capturar esa energía con la mayor fidelidad posible”.

Una de las anécdotas curiosas de la producción es que algunas tomas de guitarra se hicieron prácticamente al amanecer, después de largas jornadas en el estudio. Martin Turner, bajista y vocalista principal, contaba que esas sesiones a primera hora del día le dieron un tono especial a canciones como Throw Down the Sword, donde la serenidad y la fuerza conviven en equilibrio perfecto. Turner también fue el principal responsable de las letras, impregnadas de un simbolismo que iba desde lo espiritual hasta lo histórico, aunque todos los miembros aparecen acreditados en la música y los arreglos.

La recepción de Argus fue inmediata: la crítica lo celebró como el trabajo más ambicioso y logrado de la banda. William Ruhlmann de AllMusic lo calificaría con 4 de 5 estrellas, destacando que, aunque el álbum preparó el terreno para el avance comercial de Wishbone Four, con el paso del tiempo Argus fue reconocido como “la grabación por excelencia de Wishbone Ash, la que mejor realizó la compleja visión del grupo”. Y esa visión era clara: crear un rock que, sin renunciar a la electricidad, pudiera sonar heroico, lírico y atemporal. Hoy, más de cinco décadas después de su publicación, Argus sigue apareciendo en listas de discos esenciales de los setenta y mantiene su estatus de clásico absoluto. No solo fue un punto culminante para Wishbone Ash, sino un verdadero eslabón en la evolución del heavy metal, un disco que enseñó a las generaciones posteriores que las guitarras también podían contar historias en armonía.

Impresiones personales: Wishbone Ash y la alquimia de un culto sonoro

Una banda peculiar, ecléctica y, por qué no decirlo, “andróginamente progresiva”. Con Argus la banda asume una postura de influencia progresiva que no alcanza un nivel absoluto dentro de su performance, pero en ella se pueden apreciar los rasgos de tal género. Por lo tanto, la obra en sí desprende un sello particular muy difícil de clasificar; quizás lo más próximo para este trabajo y su referencia como banda sea la de Prog Related, pero seamos honestos: ¿etiquetas ya para qué? Así que, volviendo a esta “seudo impresión”, puedo decir que Argus con el tiempo se ha vuelto una obra de CULTO llena de matices y de texturas sonoras que hacen de ella una delicia. Sin embargo, los logros de la banda siempre han permanecido enterrados bajo sus propios laureles. Infravalorados y hasta llamados por algunos como una banda sin ningún punto de fuerza estable. ¡Bah, paparruchas! Los Ash siempre han tenido una entrega y una energía dentro de su música que los hacen desprender magia. En mi opinión, la mejor forma de apreciar “esto” y captar mejor su enfoque musical es escuchando sus conciertos. Yo recomiendo que se consigan la edición deluxe del Argus, ya que el álbum nos ofrece, a modo de bonus, un concierto de la BBC de 1972. También recomiendo el bootleg Live From Memphis del mismo año y/o el Live Dates de 1973. Con esos tres álbumes tendrán una mejor apreciación de su performance.

Los Ash siempre han sabido deslumbrar con sus obras. Aun por más subestimados que estos sean, en ellas siempre habrá carácter y pasión, como muestra está el Argus: una obra básica y fundamental para sumergirse en sus aguas. Aquí mis impresiones:

  • Argus es, para muchos, el álbum más emblemático de la banda. Su performance es bien “pulida” y cuenta con una buena ejecución instrumental —léase instrumentación bien realizada—; por lo tanto, el sonido del álbum es limpio y se manifiesta progresivo, aunque ¡OJO!, este no lo sea al 100%. Argus se muestra interesante y cargado de varios matices; por ello, su sonido NO SE PUEDE DEFINIR EN UN SOLO GÉNERO, sino que más bien se vuelve ecléctico y de un carácter Prog Related. Por lo tanto, el álbum se convierte en una pieza bastante interesante, compuesta por arreglos refinados, cambios de tiempo y atmósferas de tintes progresivos que logran tener una aproximación al Hard Prog. En sí, el álbum se mantiene dentro de aquello. Aquí se pueden apreciar canciones de corte Hard Prog, como Hard Rock, e inclusive baladas Power. La música es muy “extraña”, pero sin caer en lo extremo o en lo grotesco. En ella se cuela la finura y la “sobriedad distinguida”, pero también una enorme energía cargada de riffs filudos y buenos compases que hacen de Argus una buena experiencia. No se limitan a tornarse lineales o tediosos: quizás logran por momentos sonar dulcemente melódicos, pero al final de cuentas la cuestión está en su performance, en la versatilidad, y ahí está la gracia de este álbum y, por supuesto, la forma de ver qué tan hábiles son los Ash.

En mi opinión, un álbum que merece más renombre. Es un trabajo memorable cargado de sentimiento, fuerza y poder. Es atrevido, pero también delicado y con un sabor diferente: huele a progresivo, pero no lo es. Más bien, podría decir que parece un híbrido entre el Hard Rock melódico y el Early Prog de los 70’s.

Mini-datos:

  • Portada legendaria: Fue diseñada por Storm Thorgerson y Aubrey "Po" Powell, de la firma Hipgnosis. La imagen muestra a un guerrero contemplando un paisaje en las Gargantas del Verdon (Provenza, Francia). El vestuario del guerrero se inspiró en el usado en la película Los demonios de Ken Russell (1971).

  • Fecha de lanzamiento: Publicado en vinilo el 28 de abril de 1972.

  • Pluma y música: La mayor parte de las letras fueron escritas por Martin Turner (bajista y vocalista principal), aunque todos los miembros figuran acreditados en música y arreglos.

  • Producción y sonido: Producido por Derek Lawrence y grabado con el ingeniero Martin Birch, quien más tarde trabajaría con Deep Purple, Black Sabbath, Rainbow e Iron Maiden.

  • Bonus en reediciones: En las primeras reediciones se incluyó el tema extra “No Easy Road” (03:36).

  • La portada “engañosa”: Muchos fans creyeron que la portada mostraba un caballero medieval en plena batalla, pero en realidad el actor que posó para Hipgnosis llevaba un casco de utilería y sostenía… ¡una tapa de bote de basura pintada de escudo! Thorgerson confesó años después que esa solución improvisada terminó dándole más mística a la imagen.

  • El amanecer sonoro: Durante las grabaciones, Martin Turner relató que algunas de las tomas de guitarra se hicieron al amanecer, tras largas noches en el estudio. Esa atmósfera tempranera quedó plasmada en temas como “Throw Down the Sword”, que según Turner “suena a paz después de la batalla” justamente porque fue capturado en ese instante de quietud matinal.
01.Time Was
02. Sometime World
03. Blowin' Free
04. The King Will Come
05. Leaf and Stream
06. Warrior
07.Throw Down The Sword

CODIGO: @



Anexo:

Wishbone Ash – Same 

El debut homónimo de Wishbone Ash fue el primer mapa donde la banda trazó sus coordenadas sonoras: guitarras en diálogo constante, un pulso entre el blues rock y el progresivo embrionario, y esa búsqueda de identidad que estallaría en plenitud con Argus. Escuchar este álbum es como recorrer la carretera antes del castillo: un viaje inicial lleno de giros, intuiciones y promesas que pronto se cumplirían.


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